El delantero uruguayo Luis Suárez, fichaje estrella del Barcelona, jugó un partido amistoso con el filial del club y marcó dos goles contra la selección de Indonesia sub-19 (resultado 6-0), cuando aún le falta un mes para acabar su suspensión por morder a un rival.
Traspasado por el Liverpool al Barcelona por 81 millones de euros en agosto, el atacante charrúa no puede competir hasta finales de octubre por la sanción impuesta por la FIFA después de que mordiese al defensa italiano Giorgio Chiellini durante el Mundial de Brasil.
Por el momento, debe contentarse con los entrenamientos con el Barcelona y con participar en partidos amistosos.
El de este miércoles es el tercer amistoso que juega Suárez, tras debutar a finales de agosto con el Barcelona en el Trofeo Joan Gamper, el partido de presentación del equipo catalán ante su público en el que el Barça derrotó al Club León mexicano por 6-0 y posteriormente, al principio de septiembre, entre miembros del primer equipo y del filial.
En el partido ante la selección indonesia, disputado en las instalaciones del Barcelona y transmitido por la televisión del club, Suárez jugó en el once inicial del Barça B, al igual que el defensa belga Thomas Vermaelen, que tampoco ha debutado aún con el primer equipo por una lesión.
El delantero de la Celeste, que jugó todo el partido, marcó en el minuto 12 después de recibir un pase en profundidad y batir al portero rival con un disparo raso.
En la segunda parte, en el minuto 68, logró el segundo tras un bonito remate y un disparo de zurda desde el borde del área.
Suárez se ha mostrado muy activo y participativo, pero se le nota claramente la falta de ritmo, al acumular ya tres meses sin jugar un partido oficial.
Vermaelen, por su parte, jugó de lateral izquierdo y fue el jugador que abrió la goleada con un cabezazo en el minuto 3.