S.O.S. chipriota por contagio griego | El Nuevo Siglo
Lunes, 25 de Junio de 2012

 

"El gobierno de la República de Chipre ha informado hoy a las autoridades competentes europeas de su decisión de presentar a la zona euro un pedido de ayuda financiera", según un comunicado oficial difundido en Bruselas y Nicosia.

Chipre, una de las economías más pequeñas de la moneda única, presentó su solicitud pocas horas después de que lo hiciera España, y se convierte en el quinto país de la Eurozona que pide asistencia financiera.

Esta ayuda, que será desembolsada a través del Fondo de rescate europeo, busca "contener los riesgos que planean sobre la economía chipriota (...) provenientes de su sector financiero, muy expuesto a la economía griega", explicó el comunicado, que no precisó el monto.

Los bancos chipriotas, muy presentes en Grecia, poseían masivamente obligaciones del Estado griego cuyo valor se desplomó tras la operación de reestructuración de la deuda griega.

Jean-Claude Juncker, jefe del Eurogrupo, el foro de ministros de Finanzas de la Eurozona, saludó el pedido de la isla y anunció que la unión monetaria "examinará rápidamente la demanda y responderá formalmente a Chipre".

El Eurogrupo dará mandato a la Comisión Europea para "negociar las condiciones necesarias asociadas a esta ayuda financiera", que "incluirán medidas para afrontar los principales desafíos de la economía chipriota, empezando por los del sector financiero", explicó Juncker.

"Espero que Chipre se comprometa con las acciones requeridas con una fuerte determinación", añadió.

El banco chipriota Marfin Popular Bank necesita encontrar 1.800 millones de euros antes del 30 de junio, fecha límite para satisfacer las exigencias de recapitalización de la autoridad de vigilancia bancaria europea.

Según la agencia calificadora Fitch, los bancos de la isla mediterránea podrían necesitar 4.000 millones de euros, es decir más del 20% del PIB del país, que cuenta apenas 820.000 habitantes.

Este mismo lunes, antes del anuncio, Fitch rebajó la nota soberana de Chipre de "BBB-" à "BB+", relegándola a la categoría de bono basura, como ya hicieron previamente las otras dos grandes agencias calificadoras, Standard and Poor's y Moody's.

Fitch considera también que no parece posible que el país logre cumplir los objetivos de déficit este año del 3% y se sitúe en torno al 3,9%.

La demanda de ayuda exterior se produce en un momento diplomático delicado, ya que Chipre asumirá a partir del 1 de julio la presidencia rotatoria semestral de la UE.

El sector bancario, además, no es el único problema del gobierno comunista chipriota, que también tiene dificultades de financiación agravadas por la ralentización económica.

Según la prensa, Nicosia estaría negociando con Rusia un nuevo préstamo a una tasa de interés ventajosa para financiar su déficit.

Moscú ya ha acordado un préstamo de este tipo de un monto de 2.500 millones de euros a las autoridades chipriotas, para cubrir sus necesidades en 2012. El año que viene, Nicosia recibirá un cheque del mismo monto.

Chipre, que entró en la UE en 2004 y adoptó el euro en 2008, ha sufrido de lleno la crisis de la vecina Grecia, su principal socio económico. Además de la lengua, los une una fuerte relación política, desde que la parte norte norte de la isla fue invadida por el ejército turco en 1974 en respuesta a un golpe de nacionalistas griegos que pretendían incorporar la isla a Grecia.