Sorpresivamente  alcalde Gustavo Petro formuló ayer una declaración que podría ponerle punto final a la división interna de la Alianza Verde, dado que su más firme precandidato presidencial Enrique Peñalosa no ha ocultado sus críticas al actual gobierno de Bogotá, lo que le ha ocasionado el enfrentamiento constante con quienes en esa colectividad apoyan al burgomaestre.

“A nadie se le puede obligar a apoyar a otra persona. Dejen a Peñalosa tranquilo. Mi nombre no debe usarse para vetar candidatos”, tuiteó Petro; lo que fue respondido por un trino de Peñalosa: “Agradezco posición constructiva, alcalde. Opinaré constructivamente sobre Bogotá y me mantendré al margen del tema revocatoria”.

Como se recordará, al fusionarse el movimiento Progresistas, que respalda a Petro, con el Partido Verde para conformar la Alianza Verde, los seguidores del burgomaestre capitalino elevaron la consigna de que ese matrimonio político solo se podía consumar con un apoyo irrestricto al gobernante de Bogotá.

Como lo reseñó hace poco EL NUEVO SIGLO, el más reciente rifirrafe se dio entre la representante Ángela Robledo y el concejal Antonio Sanguino, copresidente vocero de la Alianza Verde.

Tras un debate sobre una vieja acusación de doble militancia, la controversia terminó sobre apoyos a Petro o Peñalosa.

Según Robledo, Sanguino " no tiene por qué salir a decir mentiras para continuar defendiendo" a Peñalosa, agregando que "no podemos seguir en la Alianza Verde prendiendo una velita a Dios y otra al diablo".

“No acuso de nada a Angela Robledo. Y estoy dispuesto a todo para defender su derecho y el de Enrique Peñalosa a ejercer la disidencia”, tuiteó al respecto Sanguino.

El concejal trinó que “he sido un disidente casi toda mi vida, incluso en las filas de la revolución. Por eso me parece democrático garantizar su ejercicio”; agregando que “no me parece que Angela Robledo y Gustavo Petro sean Dios y que Enrique Peñalosa sea el diablo. Y viceversa”.