Sorpresivamente el clérigo chiita iraquí Moqtada al Sadr, cuyos hombres combatieron a las tropas estadounidenses en Irak, anunció su retiro de la vida política, cuando faltan dos meses para las elecciones generales.
Este anuncio del dirigente del movimiento chiita más popular del país, célebre debido a su combate contra las tropas estadounidenses después de la invasión de 2003, tomó por sorpresa a sus partidarios, y por el momento se ignora cuál será su impacto en la vida política del país.
"Anuncio que no intervendré [más] en los asuntos políticos y que ya no hay un bloque que nos represente a partir de ahora en el gobierno o en el Parlamento", afirmó Sadr, en una alusión a su corriente sadrista, en un comunicado recibido por la AFP.
Moqtada Sadr, que fue el jefe de una milicia armada temible, es un crítico virulento del primer ministro chiita Nuri al Maliki.
"Anuncio el cierre de todas las oficinas relacionadas con las actividades políticas, sociales o religiosas", agregó, en plena crisis política y de seguridad antes de las elecciones legislativas de abril.
Interrogado por la AFP, un responsable de su oficina dijo que nadie quería comentar este "sorpresivo anuncio". Pero agregó que dudaba que Moqtada Sadr "pudiera retractarse de esta importante decisión".
Moqtada Sadr, quien durante los últimos meses se consagró a sus estudios religiosos, argumenta en su comunicado que la decisión se debió a "la preservación de la reputación honorable de los dos mártires de la familia Sadr", su padre y otro pariente muertos durante el régimen de Sadam Husein.
También explicó que su gesto buscaba "poner fin a cualquier corrupción en el pasado y a la que pudiera producirse en el futuro" y que pudiera atentar contra la reputación de los Sadr.
La corriente de Moqtada Sadr cuenta actualmente con 40 diputados en el Parlamento (de un total de 325), incluyendo al vicepresidente Qusai Abdel Wahab al Suhail, y seis ministros en el gobierno.
Sin embargo, en el sector de Sadr, sus partidarios están asombrados. "Esta decisión fue un shock para nosotros y no conocemos ni sus motivaciones ni sus consecuencias, e ignoramos si es definitiva o temporal", afirmó un responsable de la corriente sadrista./AFP