por Mariano Andrade
Carismático y frontal, el líder de la nueva fuerza antiliberal española Podemos, Pablo Iglesias, presentó en Nueva York a su partido, en el marco de una gira destinada a sumar ideas para su programa contra la austeridad europea.
El eje de la agenda de este profesor de ciencias políticas, de 36 años, fue una conferencia en la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY, según su sigla en inglés), donde explicó el surgimiento y meteórico ascenso de Podemos, fundado hace apenas un año.
Con camisa roja arremangada, jeans y zapatilla, cabellera larga atada, Iglesias entró por detrás del auditorio y se detuvo a aplaudir a los cerca de 500 presentes, que se pusieron de pie para ovacionarlo.
"Llegué tarde porque estaba en Wall Street. No necesito decir que me siento mejor aquí", comenzó bromeando al iniciar su discurso en inglés el secretario general de Podemos.
"Podemos está creando algo nuevo", afirmó, pidiendo dejar de lado "las nociones de izquierda y derecha" en política, a pesar de aclarar sin ambigüedades que se considera "marxista".
"Si quieres cambiar algo, necesitas una mayoría. A veces hay que dejar de lado las viejas banderas", sostuvo, recordando que el actual gobierno español del Partido Popular (PP) "no solo provocó dolor, sino que también fracasó" con sus políticas de austeridad que Podemos ahora combate.
Aliado del partido griego Syriza, flamante ocupante del gobierno, Iglesias remarcó que esas medidas abarcan a toda la Unión Europea (UE), y criticó con dureza la posición dura de Alemania, que actualmente presiona a Grecia para que acepte esa senda.
"Debemos decirle a (la primera ministra alemana) Angela Merkel que el programa de austeridad es un desastre para la Unión Europea. Si sigue con este programa quizás un día termine sentada a la mesa con Marine Le Pen", la líder de la extrema derecha francesa, advirtió.
- Discusión acalorada -
Al enumerar los pilares del programa de Podemos, Iglesias mencionó la necesidad de reestructurar la deuda pública, lanzar un proceso para reindustrializar el país a través de la inversión pública y aplicar una reforma tributaria para que quienes más ingresos tienen aporten más, entre otras ideas.
"Tenemos que democratizar la economía", instó, explicando que ésa era la "mejor lección" del nuevo partido que encabeza.
Según un sondeo difundido a principios de mes,Podemos se ha convertido en la segunda fuerza por intención de voto en España, desbancando al Partido Socialista Obrero Español (PSOE, socialdemocracia) y acercándose al Partido Popular (PP, conservador).
La periodista y activista Amy Goodman, encargada de presentar a Iglesias, le dio la palabra señalando que "el hombre que está sentado aquí podría ser el próximo primer ministro (presidente) de España".
La conferencia incluyó una serie de preguntas de parte de la audiencia, momento en el cual se produjo un pequeño incidente con un español radicado en Estados Unidos que acusó a Iglesias de apoyar a la banda terrorista vasca ETA.
"Usted es un mentiroso", le dijo Iglesias, recordando que su partido condenaba el terrorismo en cualquier forma.
Iglesias respondió también a una pregunta sobre la posibilidad de un referéndum en Cataluña sobre su independencia, y se pronunció a favor de un "proceso constituyente en todo el Estado" español para discutir la cuestión.
En momentos en que Atenas y sus socios europeos se enfrentan por el modelo a aplicar para sacar a Grecia de la grave crisis que atraviesa, Iglesias busca no solo proyectar a su fuerza, sino también escuchar la opinión de reconocidos economistas y sumar propuestas y aportes para su programa.
En ese sentido, las "Jornadas Podemos en Nueva York" empezaron el lunes con una reunión con el premio Nobel de Economía de 2001, Joseph Stiglitz, un duro crítico de los programas de austeridad en Europa, y una charla por la tarde en el Círculo Español del barrio de Astoria (Queens, noreste).
El martes, además de su presentación en CUNY, tenía previsto encuentros con altos funcionarios de Naciones Unidas, entre ellos el presidente del comité sobre procesos de reestructuración de deuda soberana/AFP.