El rechazo de Arabia Saudita a ocupar su banca temporal en el Consejo de Seguridad tomó este viernes por sorpresa a la secretaría general de la ONU y a numerosos embajadores del Consejo.
Algunos de ellos manejaban la hipótesis de que el reino saudita revisaría esa decisión, que aún no ha sido notificada oficialmente al Consejo.
Un eventual reemplazo de Arabia Saudita en el Consejo "es una decisión que corresponde a los Estados miembros" pero Naciones Unidas "no ha recibido todavía una notificación oficial sobre el tema", declaró el secretario general Ban Ki-moon.
Arabia Saudita anunció este viernes su renuncia a ocupar como miembro no permanente el Consejo de Seguridad en protesta contra "la impotencia" del organismo ante los conflictos en Medio Oriente y en particular en Siria.
Estados Unidos hizo poco caso a la negativa de Arabia Saudita y afirmó que continuaría trabajando con su aliado.
"Esta es una decisión que les pertenece", declaró la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.
"El Consejo de Seguridad de la ONU puede jugar un rol importante sobre un extenso número de cuestiones, y ha dado pruebas de ello hace (algunas) semanas", agregó, en clara referencia a la primera resolución adpotada por el Consejo sobre Siria a fines de septiembre.
"Yo entiendo que los países tengan reacciones diferentes, pero nosotros continuaremos trabajando con (Riad) sobre los asuntos de interés común".
"Deberían haber pensado en ello antes de la elección" del jueves, comentó el embajador de Guatemala, Gert Rosenthal, a su entrada al Consejo de Seguridad.
"Seguimos intentando saber qué quieren decir (los sauditas)", declaró a periodistas el representante permanente adjunto de Gran Bretaña, Peter Wilson.
"Ha sido una sorpresa enorme", reconoció el embajador australiano, Gary Quinlan, mientras que la estadounidense Samantha Power rehusó comentar.
Para el embajador francés, Gérard Araud, falta "sopesar las consecuencias" de la decisión saudita.
"Pensamos que Arabia Saudita podría hacer una contribución muy positiva al Consejo de Seguridad, pero comprendemos también su frustración", declaró, en referencia a las vivas críticas de Riad a la inercia del Consejo frente a la crisis siria.
Desde el comienzo de ese conflicto, Rusia y China han sistemáticamente bloqueado proyectos de resolución occidentales críticas contra su aliado sirio.
Pero "es muy temprano para decir" si Riad puede cambiar de parecer, estimó Araud.
La elección de 10 miembros no permanentes del Consejo se realiza sobre una base regional, y si Arabia Saudita mantiene su decisión, le tocaría al grupo Asia-Pacífico en el seno de la Asamblea General encontrar un nuevo candidato que luego debería ser aprobado en una votación de toda la Asamblea.
El grupo Asia-Pacífico "debe reunirse, pero este encuentro no ha sido programado aún", dijo el embajador de Pakistán, Masood Khan.
Rusia criticó la decisión "sin precedentes" de Arabia Saudita, calificando de "particularmente extrañas" las razones invocadas por ese país.
Arabia Saudita, un peso pesado en el mundo árabe y que apoya sin reservas a la oposición siria, alegó que tomó su decisión por la política de "doble moral" frente a Medio Oriente.
"Esto es algo totalmente inesperado, verificamos en toda la historia del Consejo para encontrar un precedente y no lo hay", dijo un diplomático del Consejo, quien precisó que una candidatura a ocupar una banca en ese organismo "toma años de preparación", lo que hace que el gesto de Arabia Saudita sea aún más sorprendente.
"Podría haber allí una nueva elección pero aún es posible persuadir a Riad de cambiar su posición", estimó otro diplomático.
El Consejo, que cuenta con 15 miembros, renueva cada año cinco de sus 10 bancas de miembros no permanentes. Además de Arabia Saudita, el jueves fueron elegidos Chile, Chad, Nigeria y Lituania para un mandato de dos años a partir del 1 de enero de 2014.
Los cinco miembros permanentes del Consejo, con derecho a veto, son Estados Unidos, China, Francia, Rusia y Gran Bretaña./AFP