El grupo japonés Sony parece haber marcado puntos frente a su rival estadounidense Microsoft en la guerra de las consolas de videojuegos, después que ambos revelaran en el salón E3 de Los Ángeles los últimos detalles de sus nuevos dispositivos.
Los dos gigantes tecnológicos presentaron el lunes, en vísperas de la inauguración de la expo anual de videojuegos E3 en Los Ángeles, su última generación de consolas: la PlayStation 4 (PS4) de Sony y la Xbox One de Microsoft.
Los dos dispositivos buscan combinar los videojuegos con otras formas de entretenimiento, como la música o la televisión. Tanto la PS4 como la Xbox One estarán en el mercado para la próxima temporada navideña.
Pero Sony anunció un precio mucho más bajo que Microsoft: 399 dólares contra 499 dólares.
"Sony ganó claramente la batalla de la jornada", dijo Brian Blau, analista de Gartner. "El precio será un factor importante" y "Sony es más barato", apuntó.
"Sony le robó el show" a Microsoft, opinó por su parte Daniel Ernst de Hudson Square Research. Además de su precio, la PS4 "no supone procedimientos costosos de autenticación en línea, ni restricciones a la venta de juegos usados", subrayó.
Sony también afirmó que no impedirá la reventa de juegos, y que no será necesario tener conexión a internet para jugar con la PS4.
En cambio, Microsoft estableció condiciones para el uso de juegos usados, además de que su consola Xbox One tiene que conectarse a internet cada 24 horas para que los juegos funcionen. Blau dijo que la necesidad de tener que pagar una suscripción a internet para utilizar la Xbox One amplía aún más la diferencia de precios.
"La gama de juegos para la Xbox One se ve impresionante y parece ser recibida de manera positiva por la comunidad de jugadores, pero el precio es un poco más alto de lo que muchos habían esperado y podría reducir el entusiasmo" en torno a la consola, advirtió por su parte Barclays Bank en una nota.
"Plataformas sólidas"
Todavía es demasiado pronto para predecir qué consola será más popular, tanto el dispositivo como los juegos aún deben pasar la prueba con jugadores reales, dijo Brian Blau.
"En general, ambas son plataformas sólidas", admitió.
Microsoft reveló en mayo su Xbox One, señalando su intención de consolidarse como un centro ineludible de entretenimiento en el hogar, no sólo para videojuegos sino también para ver televisión, navegar por internet o hacer una videollamada a través de Skype. El lunes la empresa se centró en los muchos juegos disponibles para su nueva consola.
Sony dijo en tanto tener 140 juegos en desarrollo, incluyendo al menos un centenar que serán vendidos luego del lanzamiento de su PS4, que mostró por primera vez el lunes.
Las anteriores consolas de Microsoft y Sony, la Xbox 360 y PS3, vendieron cada una unas 77 millones de unidades en todo el mundo desde su lanzamiento a finales de 2005 y 2006, respectivamente.
El tercer actor importante en la industria, Nintendo de Japón, vendió por su parte 100 millones de sus consolas Wii. La nueva versión, lanzada a finales del año pasado, la Wii U, tuvo un debut decepcionante.
Tanto Sony como Microsoft y Nintendo enfrentan ahora un mercado muy diferente al de la última generación de consolas. Ahora la competencia son los juegos baratos o gratuitos en los teléfonos inteligentes y las tabletas, que atraen a muchos jugadores ocasionales.