El esfuerzo exploratorio del país ha sufrido una gran depresión y solo hasta mayo de este año se han perforado 9 pozos petroleros. De acuerdo con la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH, seis de los pozos están produciendo y los otros tres están en fase de pruebas.
Si bien la anterior cifra es alentadora, todavía no evidencia una mejoría en el ámbito exploratorio. Además, la actual estrategia offshore planeada para la industria es lejana en su terminación e incierta en su recompensa.
Antes de la existencia de la ANH, se perforaban en el país un promedio de 14 pozos por año. Tras la creación de esta entidad y la reestructuración del sector, se pasó a perforar, entre 2003 y 2005, el doble de pozos.
Desde entonces, la actividad exploratoria aumentó en promedio un 50% cada año, hasta la crisis de precios de 2009, en la que el ritmo disminuyó un 25% (de 99 pozos por año se pasó a 75). Sin embargo, la gran inversión en exploración que se hizo entonces, causó una recuperación importante para la perforación colombiana, volviendo al ritmo de 50% de crecimiento, logrando perforar 112 pozos en 2010.
Frente a este escenario, y al hecho que los éxitos de los últimos diez años no han sido notorios en magnitud del recurso, se hace necesario replantear la estructura comercial del sector petrolero colombiano, lo cual genera nuevas oportunidades de mercado en el ámbito nacional e internacional, y lleva al sector a una diversificación operativa y de servicios.
Señala un informe sobre exploración, que aunque para 2011 y 2012 aumentaron los pozos perforados, el incremento fue marginalmente más pequeño.
Sin duda para 2013 y 2014 se empezó a ver una reducción en el movimiento exploratorio, en promedio de 14 por ciento.
En contraste con la exploración expresada como perforación de pozos en el territorio nacional, se puede apreciar que el Factor de Éxito Comercial (FEC) de los pozos perforados aumentó. Este indicador se entiende como el número de pozos productores como porcentaje del total de pozos perforados en ese año.
Así pues, se aprecia el grado de éxito histórico del esfuerzo exploratorio en el país. Antes de la formación de la ANH, el FEC tuvo un comportamiento muy volátil, descendiendo notablemente entre los años pares e impares.
La reestructuración del sector y de los contratos, sin embargo trajo un flujo de inversión y tecnología importante, mejorando no sólo las probabilidades, sino el factor de éxito en los años que le siguieron, oscilando este último alrededor de un promedio de 44% con muy baja volatilidad.
Durante la crisis de 2009, este grado de éxito se mantuvo y convenientemente para el posterior esfuerzo exploratorio hubo un incremento notable del FEC del 56%. A pesar de esto, los años de mayores utilidades y ganancias del sector estuvieron acompañados de una caída importante en el factor de éxito, llegando a un 28% en 2010 y recuperándose muy modestamente en 2012 y 2013.
Aun así, el peor choque sobre este indicador se dio en 2014, año que además de presenciar un reto considerable en los precios WTI mundiales, vio una caída del factor de éxito del 93% (pasando de 32% a 3%), lo que supone que de 113 pozos perforados en ese año, solo tres fueron productivos. Sumado a la confirmación de un horizonte de reservas de 6,5 años al actual ritmo de producción, el panorama de exploración y explotación no fue ameno para inicios de 2015.
Señala el análisis que los avances tecnológicos del último siglo han creado grandes oportunidades y ventajas para el sector de hidrocarburos. El aspecto de la exploración en el mercado para el hallazgo y posterior explotación del recurso, se ha visto beneficiado de tecnologías y metodologías geológicas importantes.
Sin embargo, a pesar de estos avances, el riesgo de la exploración (si bien ha disminuido) es aún considerable. Por ejemplo, las reservas probadas de un país que son la categoría de reservas de mayor certeza, tienen una probabilidad de no ser recuperadas del 10%, y al final del proceso es la perforación la que da certeza del estado del pozo.
En Colombia, durante los últimos 15 años, se ha dado un aumento importante en la perforación de pozos, lo cual refleja la situación histórica del sector y el valor que ha tenido este parámetro en el desarrollo de la industria.
Durante los últimos 15 años, se ha dado un aumento importante en la perforación de pozos.