Solo 2% de hombres se esterilizan | El Nuevo Siglo
Jueves, 15 de Noviembre de 2012

En Colombia, como en casi todo el orbe, las tasas de esterilización femenina son muy superiores a las correlativas masculinas, de acuerdo con el Informe de Estado de la Población Mundial 2012, presentado ayer por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, United Nations Population Fund).

Actualmente en Colombia un 78% de las mujeres son usuarias de anticonceptivos. Casi una tercera parte de todas las mujeres (31%) han sido esterilizadas, en comparación con un 2% de los hombres (United Nations, Department of Economic and Social Affairs, 2011).

Dado que a lo largo del tiempo van declinando las aspiraciones a tener hijos, las parejas que han contraído matrimonio cuando eran muy jóvenes dejarán de tener hijos a edades más tempranas. Después de llegar al nivel de fecundidad al que aspiran, esas parejas jóvenes tal vez tengan que evitar el embarazo no deseado durante hasta 25 años, lo cual hace atractivos los métodos permanentes.

Aun cuando la decisión de poner fin permanentemente a la procreación puede ser difícil, la esterilización es el método de planificación de la familia más comúnmente utilizado en el mundo, del que depende más de una de cada cinco mujeres casadas.

Casi en todos los países, el porcentaje de mujeres que se someten a procedimientos de esterilización es mayor que el de hombres.

 

El mundo

 

El informe, titulado “Sí a la opción, no al azar: planificación de la familia, derechos humanos y desarrollo”, muestra los desafíos que enfrenta el mundo para garantizar que todas las mujeres y parejas puedan tener acceso a métodos anticonceptivos y decidir libremente sobre su maternidad y paternidad.

“Actualmente hay en los países en desarrollo 867 millones de mujeres en edad de procrear que necesitan anticonceptivos modernos; de ese total, 645 millones tienen acceso a ellos, pero la abrumadora cantidad de 222 millones siguen careciendo de acceso. Esto es inexcusable”, planteó Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del UNFPA.

Si la planificación voluntaria de la familia estuviera a disposición de todas las personas en los países en desarrollo, así se reducirían los costos de atención de la salud materna y neonatal en 11.300 millones de dólares por año.

Se ha comprobado que aumentar el acceso a la planificación familiar es una importante inversión económica, que reduce la pobreza y la exclusión, y mejora la salud y la vida de las mujeres, incluyendo la prevención de la mortalidad materna. En el informe se constata que, no obstante, han disminuido los recursos financieros destinados a la planificación de la familia, y que el uso de anticonceptivos ha aumentado solamente en 0,1% por año.

Sin embargo, hay algunos indicios de progreso. El pasado mes de julio, el UNFPA, el Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional, la Fundación Bill y Melinda Gates y otras entidades organizaron la Cumbre de Londres sobre Planificación de la Familia, y lograron comprometer 2.600 millones de dólares de donantes y fundaciones, y 2000 millones de dólares de países en desarrollo, a fin de llevar planificación familiar a 120 millones de mujeres y jóvenes, para 2020.

Pero, como se indica en el informe, es necesario agregar cada año 4.100 millones de dólares para poder satisfacer la necesidad de planificación de la familia del total de 222 millones de mujeres que actualmente no tienen acceso a ellos.

“La planificación de la familia no es un privilegio; es un derecho. No obstante, se deniega ese derecho humano a demasiadas mujeres —y demasiados hombres—”, dijo Osotimehin.

“El acceso a la planificación de la familia mejorarán las vidas de millones de personas y, cada año, contribuirán a evitar 200.000 defunciones maternas. En momentos en que se aproxima el plazo fijado para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, exhorto a todos los líderes a aprovechar este impulso, subsanar el déficit en la financiación, y asignar prioridad en el desarrollo a la planificación voluntaria de la familia”, agregó.

En 2012 ocurrirán 80 millones de embarazos no deseados, según las proyecciones, de los cuales unos 40 millones terminarán en aborto. Al responder a la  necesidad de planificación de la familia en todo el mundo se evitarían 54 millones de embarazos no deseados, lo cual redundaría en una reducción en 26 millones del número de abortos.

 

Papel de la Corte

 

Las instituciones nacionales de derechos humanos y los tribunales nacionales son directamente responsables de asegurar la vigencia de los derechos reproductivos.

Entre los ejemplos citados por el informe, esta el de la Corte Constitucional que, dijo, ha emitido importantes dictámenes para asegurar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.

Por ejemplo, en 2010 afirmó la legalidad de los anticonceptivos de emergencia y aseguró el acceso a ellos.

En un dictamen emitido en 2011, en respuesta a una petición presentada por promotoras de la salud de la mujer, la Corte Constitucional reconoció los derechos sexuales y reproductivos, incluidos los derechos a la vida, la salud y la vida privada, de una niña de 12 años de edad que había quedado embarazada y a la que se denegó un aborto, pese a que el aborto es legal en el país. Se impuso una multa a los servicios de salud que la habían obligado a conservar su embarazo y también se les impuso la obligación de ofrecerle servicios de salud mental durante tanto tiempo como los necesite.

 

 

 

 

 

 

Planificación familiar en Colombia

 

Colombia es un país ejemplo en América Latina en cuanto al conocimiento y uso de métodos anticonceptivos. El conocimiento sobre métodos es universal, en todos los estratos socioeconómicos, y tanto en las zonas rurales como urbanas, y el 73% de las mujeres de 15 a 49 años usa anticonceptivos modernos.

Tanto en el POS subsidiado como contributivo está incluida la mayoría de los métodos anticonceptivos; sin embargo, el 48% de las mujeres no sabe que las EPS están obligadas a proporcionar los métodos anticonceptivos de manera gratuita.

Existen desigualdades en el acceso real a métodos anticonceptivos de acuerdo al nivel de riqueza: el 75% para las mujeres de mayor nivel riqueza, frente al 67.5% para las mujeres de menor riqueza.

Los departamentos con mayor uso de métodos son Quindío y Caldas (81%); Risaralda (78%), y Nariño y Boyacá (77%). Los de menor uso son Vaupés (47%) y Amazonas (53.5%).

El 7% de las mujeres tienen demanda insatisfecha de anticoncepción, lo cual quiere decir que, queriendo usar métodos anticonceptivos, no acceden a ellos por diversos factores: barreras de acceso a los servicios de salud, dificultades para negociar un método con su pareja, etc. Este porcentaje sube al 13% entre las mujeres que no tienen ninguna educación, y baja al 5% entre las que tienen educación superior. Estas cifras aumentan para las mujeres de Vaupés (23%), Amazonas (19%), Guajira y Guainía (18%) y Chocó (14%).

 

Embarazo adolescente: un desafío.

 

El embarazo en la adolescencia es causa y consecuencia de grandes desigualdades socioeconómicas y un obstáculo para el desarrollo tanto personal – de las/los adolescentes -  como social. Un embarazo en la adolescencia implica el doble de riesgo para la vida de la mujer embarazada; es por esto, que una de las estrategias de reducción de la mortalidad materna es precisamente la prevención del embarazo adolescente, para lo cual se debe garantizar a los jóvenes la información y orientación adecuadas y el acceso a métodos anticonceptivos cuando los requieran.

En Colombia, la tasa de embarazo en adolescentes entre 15 y 19 años es de 19.5%; en las adolescentes más pobres esta tasa alcanza el 30%, y en las adolescentes más ricas, el 7%; El 64% de ellas manifestó que quería el embarazo más tarde o que no lo quería. El 20% de las adolescentes manifiesta tener necesidades insatisfechas en anticoncepción.

 

 

 

Recomedaciones globales

 

El informe Estado de la Población Mundial 2012, sobre la base de las investigaciones más recientes, exhorta a los países, tanto en desarrollo como desarrollados, a las organizaciones internacionales y a las entidades de la sociedad civil, a:

• Acrecentar radicalmente su apoyo financiero y su compromiso para asegurar que la planificación de la familia basada en los derechos humanos esté a disposición de todos quienes la deseen, cuando la deseen, y que los servicios, los suministros y la información sean de alta calidad.

• Promover la planificación de la familia en calidad de derecho, cuyo ejercicio posibilita la consecución de toda una gama de otros derechos.

• Integrar la planificación voluntaria de la familia en el desarrollo económico y social más amplio, debido a que la planificación de la familia fortalece a ambos por igual.

• Eliminar los obstáculos de índole económica, social, logística y financiera que se oponen a la planificación voluntaria de la familia, de manera que toda persona que opte por utilizarla, tenga acceso a ella.

• Reducir la cantidad de embarazos no deseados y de abortos, acrecentando la disponibilidad, la fiabilidad y la calidad de los suministros y los servicios de planificación de la familia.

• Poner los programas de planificación de la familia a disposición de la gama completa de usuarios, entre ellos, adolescentes, personas no casadas y todos los demás que los necesiten.

• Incluir la anticoncepción de emergencia en la gama de suministros disponibles por conducto de los programas de planificación de la familia.

• Involucrar a los hombres y a los adolescentes varones en la planificación de la familia, para su propio beneficio y para apoyar el derecho de las mujeres y las niñas a utilizar anticonceptivos.