Tan solo el 10% de los hogares colombianos cuenta con un seguro contra catástrofes. Así lo reveló Fasecolda, la agremiación que reúne a las empresas aseguradoras del país. Según el gremio, la cultura aseguradora en Colombia es baja lo que elevaría el gasto público en caso de que se presentara una catástrofe natural.
El gremio manifestó la preocupación por la falta de protección de las familias, teniendo en cuenta que la mayoría del territorio nacional está expuesto a fallas geográficas que podrían provocar una catástrofe natural. Según la entidad cerca del 86% de la población colombiana vive en zonas de amenaza sísmica intermedia y alta, el 28% está expuesto a inundaciones y el 8% a deslizamientos.
Ante esta situación, el presidente de Fasecolda, Jorge Humberto Botero, le dijo a EL NUEVO SIGLO que por esta razón se lanzó la semana pasada, el protocolo de la industria aseguradora para la protección de desastres con el fin de contribuir con el manejo de una catástrofe y mitigar el impacto económico y social que esta trae consigo.
“El sector asegurador tiene que conjugar todos sus recursos y los de las compañías de seguros para poder atender con rapidez y eficiencia las necesidades de las personas que requieren los dineros que provienen del sector asegurador, con relación a los amparos que había contratado, y así atender los siniestros. En vez de que cada compañía actúe individualmente en el evento de una catástrofe, lo haremos de manera colectiva”, dijo Botero.
Este protocolo de actuación gremial ante eventos catastróficos creó una “plataforma de información entre afiliados y el gremio para que los datos lleguen muy rápidamente de las compañías y se suministre a los actores involucrados”.
Además “acondicionó a las compañías para que puedan atender de forma más ágil a sus asegurados, que es una de las mayores preocupaciones en Colombia”, precisó.
El dirigente gremial agregó que muchos estudios sobre sismicidad han demostrado que Bogotá es una de las ciudades que está en mayor riesgo, seguido por Cúcuta, la región del océano Pacífico, entre otras, y señaló que al presentarse un evento catastrófico en el país, el gremio está preparado para reaccionar de manera ágil y poder responderle a cualquiera de los 24 millones de asegurados en vida, 9 millones de trabajadores activos en riesgos laborales, 700 mil personas en atención médica y hospitalaria, además de la reparación de más de dos millones de vehículos y la reconstrucción de un millón 300 mil predios asegurados.
Las cifras de Fasecolda señalan que entre el año 2010 y 2011, el fenómeno de La Niña se convirtió en el evento catastrófico natural más grande de la historia reciente colombiana, afectando no sólo a la población sino a la economía nacional, al registrar pérdidas que se estiman en $11 billones.