Wilmar Darío Gallo Alcaraz ganó la acción judicial a la institución argumentando que dentro de ella no se estaba respetando su derecho a la objeción de conciencia.
 

Luego de revisar la tutela que interpuso contra el Ejército el soldado, la Corte Constitucional ordenó a dicha institución que le entregara la libreta militar y lo desvinculara inmediatamente del servicio militar.
 

El ahora exuniformado pertenece a la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia. Afirmó que su religión le impide disparar armas de fuego.