Socialistas retienen el poder en Andalucía | El Nuevo Siglo
Lunes, 23 de Marzo de 2015

Contradiciendo todas las encuestas, el Partido Socialista ganó por amplio margen las elecciones autonómicas de ayer en Andalucía, donde la formación antiliberal Podemos irrumpió como tercera fuerza, detrás de los conservadores del Partido Popular.

Considerados un primer test ante estas elecciones de final de año, los comicios en Andalucía, la región más poblada del país, dieron la victoria al Partido Socialista (PSOE) con un 35,43% de votos y 47 diputados de los 109 del Parlamento regional, cuando iban escrutados un 99,91% de sufragios.

Podemos, que apostaba por la victoria, figura como tercera fuerza con un 14,8% de los votos y 15 diputados, por detrás del Partido Popular del presidente del Gobierno conservador español Mariano Rajoy, que obtiene un 26,7% de sufragios y 33 diputados.

Su formación, que en los comicios de 2012 consiguió un 40% de los votos, es sin duda la gran perjudicada de los resultados en esta región, gobernada desde 1982 por los socialistas.

Aliado del griego Syriza y afín a la izquierda latinoamericana, Podemos se felicitó por haber empezado a resquebrajar el dominio de socialistas y conservadores de los últimos 33 años. "El mapa político en Andalucía y en España ya ha cambiado", aseguró su candidata andaluza, la eurodiputada de 33 años Teresa Rodríguez.

Su resultado es inferior al pronosticado en las encuestas y su número dos, Iñigo Errejón, lo atribuyó a la población "más rural y de edad más avanzada" de la región, que "tiende a conservar más los equilibrios tradicionales".

El retroceso de los grandes partidos, sin embargo, se deja notar: del 80% de los votos en 2012 pasan al 62% en estos comicios, los primeros de un frenético ciclo electoral con municipales y regionales en trece comunidades en mayo, comicios en Cataluña en septiembre y legislativas a final de año.

Casi 6,5 millones de andaluces, de los 8,4 millones que tiene esta vasta región del sur de España, cuna del flamenco, fueron los primeros en poder escoger entre las opciones clásicas y las nuevas fuerzas como Podemos o Ciudadanos.

Este partido de centroderecha, nacido en Cataluña para hacer frente al nacionalismo de esa región y reconvertido en un proyecto de regeneración política española, se alzó con 9 diputados (9,3% de los votos) y puede ser clave para permitir formar gobierno a los socialistas, que se quedaron a ocho escaños de la mayoría absoluta.

"Hoy casi 400.00 andaluces han dicho que quieren un cambio pero quieren un cambio sensato", celebró su líder nacional, Albert Rivera, en Sevilla.

Tras seis años de dura crisis y numerosos escándalos de corrupción, el "cambio" se convirtió en la palabra de moda de la campaña andaluza. Incluso el PSOE, tras treinta años de gobierno en la región, prometía un "cambio seguro" mientras que el PP, apoyándose en la incipiente recuperación económica del país, propugnaban un "cambio tranquilo".

Tras años de frenesí inmobiliario, que llenó de complejos turísticos las costas del sur y dio trabajo fácil a muchos jóvenes, el estallido de la burbuja de la construcción en 2008 hundió la región. La agricultura, que da trabajo a medio millón de jornaleros, no compensó la caída./AFP

 

 

La derecha triunfó en Francia

 

La oposición de derecha del expresidente Nicolas Sarkzoy encabeza los resultados de la primera vuelta de las elecciones departamentales francesas, echando por tierra las esperanzas del Frente Nacional (extrema derecha), que esperaba aparecer como el primer partido de Francia.

Por su parte, el gubernamental Partido Socialista, al que se vaticinaba una rotunda derrota, limitó las pérdidas, y el conjunto de la izquierda quedó en segundo lugar.

El resultado de estas elecciones era escrutado con un interés superior al de simples comicios locales, ya que muchos lo consideran un primer test para la próxima presidencial de 2017.

Según las estimaciones de los institutos de sondeo, el partido de derecha UMP, del expresidente Nicolas Sarkozy, y sus aliados centristas obtendrían entre 29,7% y 32,5% de los votos. 

La izquierda totalizaría entre 23,2% y 32,7%, pero el Partido Socialista solo alcanza entre 19,7% y 24%.

Pese a un resultado próximo al de la derecha para toda la izquierda, la desunión entre el PS y el Frente de Izquierda y los ecologistas podría privarla de un gran número de escaños.

La izquierda gobernaba hasta ahora en 61 departamentos, muchos de los cuales podrían pasar a la derecha en la segunda vuelta, prevista el 29 de marzo.

El Frente Nacional, al que las encuestas previas a la elección auguraban 30%, obtendría entre 24,5% y 26,4%.

Unos 43 millones de electores estaban llamados a las urnas en estas elecciones celebradas en toda Francia, salvo París y Lyon, ciudades en que las funciones de los consejos departamentales son ejercidas por otras instancias.

La abstención fue inferior a lo que se esperaba: entre 48,5 y 49,5%, es decir, cerca de un elector de cada dos.

El Frente Nacional, al que las encuestas daban como vencedor de estos comicios en las últimas semanas, "no es el primer partido político de Francia", se congratuló el primer ministro, Manuel Valls, que llamó a hacer frente contra la extrema derecha en la segunda vuelta votando por el candidato que lo enfrente, sea éste de izquierda o de derecha.