Los socialistas españoles se plantean cómo afrontar su futuro tras la colosal derrota sufrida en las elecciones legislativas, preguntándose si un líder aplastado en las urnas puede seguir dirigiendo el partido y si la debacle se debió sólo a la crisis económica.

 

Tras siete años en el poder, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), encabezado por el ex número dos del gobierno saliente Alfredo Pérez Rubalcaba, se desplomó el pasado 20 de noviembre, logrando apenas 110 escaños, el peor resultado electoral de su historia.

La cúpula socialista atribuye esta debacle a la actual crisis económica, que ya se ha llevado por delante a varios gobiernos europeos, por lo cual algunos algunos dirigentes no vean necesidad de grandes cambios.

 

"Lo fundamental ha sido la crisis y los cinco millones de desempleados. La gente no ha votado pensando en los candidatos ni en los programas", asegura Antonio Hernando, miembro de la dirección nacional del PSOE y subdirector de la campaña electoral de Rubalcaba.

 

El descalabro socialista facilitó el éxito del conservador Partido Popular (PP), que logró 186 escaños, una muy holgada mayoría absoluta, en un congreso de 350 escaños, que llevará al poder a su líder Mariano Rajoy.

 

Para Antón Losada, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Santiago de Compostela, el PSOE fue sancionado por las impopulares medidas de austeridad contra la crisis tomadas desde 2010 y ahora debe emprender la tarea de reconstruir un discurso socialdemócrata.

"Tiene que volver a situar el Estado del bienestar como el eje central de su política", opina.

"Antes, el tiempo corría contra el PSOE, ahora corre a su favor. No debería perder un minuto en repasar lo ocurrido", agrega.

 

Otros expertos son menos optimistas y juzgan imprescindible una profunda autocrítica para recuperar la confianza ciudadana y hacer una oposición eficaz al PP.

La razón del varapalo electoral no fue la crisis en sí misma, sino su combinación con la política del presidente del gobierno saliente, José Luis Rodríguez Zapatero, considera José María Ridao, articulista del diario El País.

 

Zapatero sufrió una "confusión gravísima entre populismo y socialdemocracia", que se desmoronó cuando la crisis obligó a recortar políticas sociales, bajar el sueldo a los funcionarios o congelar pensiones, afirma Ridao./AFP