A un año del inicio de los XXII Juegos Olímpicos de invierno, que comenzarán el 7 de febrero de 2014, organizados por primera vez en Rusia, la ciudad de Sochi es un lugar en obras, pese a que los trabajos cumplen los plazos, mientras los ecologistas temen un desastre.
Unos 60.000 obreros y 5.000 máquinas participan en las construcciones de edificios, nuevas carreteras y vías de tren en esta ciudad del sudeste de Rusia (400.000 habitantes) entre el Mar Negro y las montañas nevadas del Cáucaso.
"Por el momento, estamos en los plazos de nuestros ambiciosos proyectos" para este evento internacional, el más importante organizado en Rusia desde la caída de la URSS en 1991, declaró el jefe del comité de organización de los Juegos, Dmitri Chernychenko, en una entrevista a la AFP.
Del 7 al 23 de febrero de 2014, 6.000 atletas y acompañantes de más de 80 países competirán en 98 pruebas, cuando solo eran 250 en 16 especialidades en las primeros Juegos Olímpicos de invierno de 1924 en Chamonix (Francia).
Además de las competiciones habituales (esquí, patinaje, bobsleigh, biatlón, luge, hockey sobre hielo y curling), seis nuevas disciplinas se han añadido al programa por parte del Comité Olímpico International (COI): salto de esquí femenino, relevo mixto en biatlón, half-pipe de esquí (hombres y mujeres), pruebas por equipos en patinaje artístico y relevos en luge.
En una Villa Olímpica en pleno acondicionamiento en la orilla del Mar Negro en Sochi, el Palacio de Hielo "Bolchoi" con una cúpula esférica será objeto de los primeros tests en marzo.
El complejo "Shayba" para el hockey sobre hielo y el centro de curling están terminados, mientras que la construcción del Estadio Olímpico de 40.000 plazas, donde se desarrollarán las ceremonias de apertura y de clausura será acabado este verano europeo.
Una gran ceremonia tendrá lugar en el Palacio de Hielo el 7 de febrero, justo un año antes del inicio de los Juegos, en presencia del presidente del (COI), Jacques Rogge.
Un total de 44 competiciones nacionales e internacionales están previstas este año en Sochi, como repetición general de los Juegos de 2014.
En lo referente a los transportes, una nueva carretera que unirá la Villa Olímpica de Sochi y la estación de esquí Krasnaia Poliana, a unos 50 km, está construyéndose para aliviar el denso tráfico.
Esta ruta será también utilizada para la primera prueba de Fórmula 1 en Rusia, este año en el Gran Premio de Sochi, otro evento deportivo internacional del que el presidente Vladimir Putin ha hecho una prioridad.
Una nueva línea férrea de 46 km entre la Villa Olímpica y Krasnaia Poliana, que ya es utilizada para el transporte de mercancías, permitirá, durante los Juegos, acceder al pie de las montañas en media hora, cuando se tarda entre una y dos horas por carretera en la actualidad.
Las nuevas infraestructuras de carreteras y ferrocarriles han necesitado la construcción de 77 puentes y 12 túneles, respetando la protección del medio ambiente, afirmó Chernychenko, hablando de "Juegos verdes".
Pero los ecologistas denuncian "daños considerables" y un impacto "muy negativo" sobre la naturaleza en la región de Sochi.
"La preparación de los Juegos Olímpicos conlleva la destrucción del ecosistema del Cáucaso del Norte", declaró a la AFP un responsable de Greenpeace Rusia, Mijail Kreindlin, acusando a las autoridades rusas de haber modificado la ley con el fin de "legalizar" las construcciones en zonas protegidas.
Los arreglos para los Juegos de Sochi también han llevado a expropiaciones a los habitantes, saltándose la ley, deploró la ONG Human Rights Watch (HRW).
"Hemos constatado situaciones donde los habitantes no han recibido indemnización y otras en las que no fueron pagados correctamente por el terreno que perdieron", declaró a la AFP Iulia Gorbunova, responsable de HRW Rusia.
Evgueni Mzokov, que vivía en una casa de dos pisos en la que había tres familias, contó a la AFP que el edificio había sido demolido al día siguiente de una decisión de un tribunal en septiembre, que sus recursos en la justicia no han sido examinados y que no ha recibido ninguna compensación.
En el plano financiero, el viceprimer ministro Dmitri Kozak admitió este lunes que los gastos de organización ascienen ya a 1,5 billones de rublos (36.000 millones de euros), una cifra muy superior a los 200.000 millones de rublos (6.000 millones de euros) estimados en un primer momento.
Alrededor de 1.400 millones de euros serán dedicados a la seguridad de los Juegos de Sochi, ciudad próxima de las regiones inestables del Cáucaso del Norte, donde una rebelión islamista realiza ataques con víctimas casi cotidianos.