Más voces en contra que a favor recibió la propuesta ayer del senador Álvaro Uribe de conformar un órgano legislativo transitorio de elección popular para que se encargue de aprobar o reprobar los acuerdos a que lleguen el Gobierno y las Farc en La Habana, justificando que de esta manera se permitiría el debate. Sin embargo, algunos consideran que el mecanismo es innecesario además de que exigiría una reforma constitucional.
La propuesta del expresidente y cabeza del opositor Partido Centro Democrático está contenida en una carta dirigida a Luis Carlos Restrepo en la que responde a la invitación que le hizo el excomisionado de Paz y a esta colectividad política de “asumir frente al proceso de paz con las Farc, y el que se anuncia con el Eln, una posición activa que vaya más allá de la simple crítica”.
Restrepo justifica su planteamiento en que la puesta en marcha por parte de las Farc del cese el fuego y las hostilidades unilateral e indefinida imprime una dinámica que puede desembocar en cambios profundos en la estructura política de Colombia, por lo que considera que lo adecuado es “participar desde el espacio ciudadano en el monitoreo y verificación de lo prometido, denunciando incumplimientos y proponiendo correctivos cuando sea necesario”.
El senador Uribe señala en su misiva a Restrepo que “comparto su apreciación sobre la falta de control por parte del Gobierno en el proceso de La Habana como lo acreditan los anuncios recientes de la agrupación terrorista Farc. Más aún, la cesión sin contraprestación debilita de modo creciente la autoridad del Gobierno en el diálogo”.
Y luego el expresidente propone la creación de “un órgano legislativo transitorio, de elección popular, con la previa y verificada entrega de armas y desmovilización de las Farc, sin la posibilidad de que participen responsables de crímenes atroces, podría ser un mecanismo para la discusión, aprobación, rechazo o modificación de los acuerdos de La Habana. Este mecanismo al menos permitiría el debate y evitaría que el Gobierno entregue el país al terrorismo, a través de un referendo que coincida con otra elección atractiva de votantes, para aprobar todo en nombre de la paz, palabra cautivante que en estos tiempos coincide con fortaleza terrorista a causa del abandono de la seguridad”.
Improcedente
El director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia, consideró que aplicar la propuesta de Uribe sería anómalo porque sería negociar lo ya negociado. "Es totalmente anómalo hacer una negociación durante dos años para volver a someter a otra negociación dentro de un órgano legislativo”.
Valencia dijo que diferente hubiera sido que desde el principio las partes hubieran acordado que la negociación era para establecer una constituyente, previo de lo cual las Farc se comprometieran a la desmovilización y el desarme.
En tanto que el exmagistrado y constitucionalista José Gregorio Hernández dijo que la propuesta de Uribe es innecesaria. “Creo que es una propuesta que puede estar muy bien intencionada pero que es innecesaria existiendo en la Constitución varias vías actualmente y además es compleja porque requiere de todas formas que se modifique la Constitución porque es que la Constitución no prevé ese cuerpo, tendríamos que crearlo”.
En tanto que el exprocurador Jaime Bernal Cuéllar dijo que “la única figura que pudiera acercarse a la propuesta del expresidente es una constituyente. Pensaría que cualquier fórmula bienvenida”.
Por otra parte, el constitucionalista Juan Manuel Charry dijo que hay una posición “a mi juicio intermedia entre la propuesta de las Farc de asamblea constituyente y la del Gobierno de referendo constitucional para buscar un órgano legislativo ad hoc para que instrumente los acuerdos de paz”.
En ese sentido también se pronunció el senador Roy Barreras, quien dijo que “en eso coinciden las Farc y Uribe en querer una constituyente donde se ponga toda la carne en el asador, donde se negocie todo y se ponga en riesgo todo. Nosotros no estamos de acuerdo con una constituyente”.