LA violencia se intensificó en Siria con la muerte de 15 miembros de las fuerzas de seguridad y de 19 civiles, entre ellos 11 obreros de una fábrica, al tiempo que Damasco anunció que acepta "sin reservas" el plan de salida de la crisis propuesto por la Liga Árabe.
Dos grupos de desertores mataron ayer a 15 miembros de las fuerzas del orden sirias en la provincia de Hama (centro), informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Un primer grupo de desertores hizo estallar un artefacto al paso de vehículos militares del ejército regular, en la localidad de Madiq, en la provincia de Hama, matando a siete soldados", precisó el OSDH.
"Un segundo grupo atacó un autobús y un automóvil que transportaba a agentes de seguridad y a milicias fieles al régimen, matando a ocho de ellos, en la carretera entre Qaalet al Madiq y Sqailbiyé", añadió la organización.
El "Ejército sirio libre", un grupo armado de oposición siria, reivindicó estos ataques en la red social twitter. La formación de este grupo fue anunciada en julio pasado por el coronel Raid al Asad, oficial del ejército sirio que desertó por la revuelta junto a "cientos de soldados" y se refugió en Turquía.
Paralelamente, "la delegación siria aceptó sin reservas el plan de la Liga Árabe en su totalidad", declaró un portavoz de la organización en El Cairo.
El plan prevé el "cese inmediato" de la violencia y la "retirada de los tanques" a fin de "dirigir un mensaje tranquilizador a la calle siria" y crear las condiciones para un "diálogo nacional" con la oposición.
AFP