Tres proyectos clave de origen parlamentario se hundieron a última hora en el Congreso, ya que no hubo tiempo para su conciliación. Las iniciativas fueron Seguridad Alimentaria, Ley de Transparencia y la restricción a las cirugías plásticas para menores de edad. 

 

La iniciativa sobre las cirugías plásticas, cuyo autor fue el senador Mauricio Lizcano, buscaba prohibir las cirugías estéticas en menores de edad, con el fin de reducir los riesgos a los que se exponen los niños, jóvenes y adolescentes sometiéndose a intervenciones de alto riesgo para su salud.

 

Para Lizcano, “hay un problema social por la moda, por las tendencias mundiales y es un estereotipo de belleza que llevan a las niñas a pedir cirugías estéticas para sus 15 años y por supuesto esto está llevando a problemas de salud y a problemas sociales”. 

 

Consistía en prohibir cirugías que afectan el normal crecimiento del cuerpo humano en los jóvenes o aquellas que pueden poner en riesgo la salud del paciente; cirugías estéticas como la rinoplastia, la reducción de orejas y operaciones por deformaciones congénitas no entrarían entre las operaciones que quiere prohibir el proyecto de ley.

 

También se hundió el proyecto de Seguridad alimentaria de la senadora liberal Sofía Gaviria. Esta iniciativa preveía la creación del Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional que sería coordinado desde la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional.  La función de esta agencia consistiría en articular los esfuerzos, programas y proyectos de todas las diferentes instituciones del Gobierno nacional, encargadas de las políticas de alimentación y nutrición en el país. La agencia también asumiría el  seguimiento y evaluación de los programas de cubrimiento. 

 

Para la senadora Gaviria, “el hambre es el drama más urgente y alarmante de la Colombia de hoy, especialmente cuando quienes la padecen son niños”. 

 

Con este proyecto de ley se pretendía recoger los esfuerzos en materia de alimentación y seguridad alimentaria de los diferentes organismos del Gobierno con el fin de plantear una política pública integral en esta materia y optimizar los recursos públicos.

 

Esta iniciativa estuvo en medio de la polémica ya que su autora denunció un plagio por parte del Ministerio de Educación, y fue radicado el pasado 4 de mayo en el Congreso de la República.  Para la senadora, el proyecto del Ministerio de Educación por medio del cual se regula el Programa de Alimentación Escolar y se modifican disposiciones orgánicas referentes a la utilización de recursos destinados a la alimentación escolar, tiene una similitud en el número de artículos, su sentido, redacción y estructura al proyecto de ley 54 de 2014 (Senado), por medio de la cual se crea el Sistema Nacional para la Seguridad Alimentaria y Nutricional  (Sinsan) y se forma la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria.

 

Otro proyecto que se hundió fue el de Ley de Transparencia. Esta iniciativa creaba la obligación para los congresistas de rendir cuentas. Establece la responsabilidad de rendir un informe detallado cada semestre que incluye varios componentes. El primero es la asistencia a los debates. La ciudadanía va a poder revisar cuántas sesiones hubo y a cuántas asistió cada senador o representante a la Cámara.

 

Además obligaría a los congresistas a hacer públicos sus impedimentos y conflictos de intereses. Creamos igualmente la responsabilidad de rendir un informe por los viajes internacionales de cada legislador, en el que se explique quién lo invitó, cuál fue la agenda, cuál fue el motivo de la visita y qué aporte le dejó para su trabajo. Deberán además hacer pública tanto su hoja de vida como la de los asesores.