Sin oxígeno, acuerdo especial de las Farc | El Nuevo Siglo
Miércoles, 5 de Diciembre de 2012

Polémica causó en el país la petición que hicieron  las Farc al Comité Internacional de la Cruz Roja de que el acuerdo que abrió el diálogo con el Gobierno colombiano para acabar con el conflicto armado sea reconocido como un acuerdo especial bajo las normas de la convención de Ginebra. Algunos consideran que es un paso positivo de esta guerrilla  en el sentido de humanizar el conflicto, pero otros temen que sería una jugada para amarrar a Santos a la mesa de negociación.

El lunes pasado dirigentes de las Farc, encabezados por el jefe negociador Luciano Marín, alias Iván Márquez, se reunieron en La Habana con enviados del CICR, dirigidos por Patricia Danzi, jefa de la delegación para América, dijeron los guerrilleros en un comunicado.

“La delegación de Paz de las Farc entregó formalmente a directivos del CICR el documento en que se solicita que el Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera sea reconocido como Acuerdo Especial, según la definición y el derecho que otorgan los Convenios de Ginebra y el DIH en general”, dice la nota.

La Convenciónde Ginebra de 1949 y sus protocolos posteriores imponen normas y límites a los beligerantes en los conflictos armados y protegen a heridos, prisioneros de guerra y poblaciones civiles.

Concretamente el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional, 1977, hace referencia, entre otras, al trato humanitario a los combatientes; quedan prohibidos los castigos colectivos, la toma de rehenes; los actos de terrorismo. En cuanto a las personas privadas de la libertad por razón del conflicto armado indica, entre otras: los heridos y enfermos serán respetados y protegidos; a la cesación de las hostilidades, las autoridades en el poder procurarán conceder la amnistía más amplia posible a las personas que hayan tomado parte en el conflicto armado o que se encuentren privadas de libertad, internadas o detenidas por motivos relacionados con el conflicto armado.

El Protocolo II adicional también habla de la protección a la población civil, a los heridos en el conflicto, a la misión médica.

Aparentemente en consonancia con esta solicitud, las Farc le pidieron al CICR la repatriación de los cuerpos de los guerrilleros que fueron dados de baja en el bombardeo al campamento de alias ‘Raúl Reyes’ en Ecuador y adelantar una visita médica a los subversivos presos en las cárceles de Colombia.

Frente a estas solicitudes de las Farc a la CICR se han dado varias interpretaciones, algunas de ellas: uno, es un hecho positivo porque  por primera vez las Farc hablan de su intención de reconocer el Derecho Internacional Humanitario y la Convención de Ginebra para humanizar el conflicto. Dos, esta guerrilla mantiene la línea de no olvidar a sus combatientes y en ese sentido busca obtener una garantía internacional vinculante para el Estado colombiano de que los suyos recibirán un trato digno en las cárceles.

Sin embargo hay una tercera interpretación en el sentido de que la petición de las Farc para que el acuerdo que abrió el diálogo con el Gobierno colombiano para acabar con el conflicto armado sea reconocido como un acuerdo especial, lo que busca en el fondo es comprometer la permanencia del Ejecutivo en la mesa de diálogo y que los acuerdos logrados se vuelvan permanentes y de obligatorio cumplimiento para las partes.

Los diálogos de La Habana son producto de un acuerdo político entre las partes para buscar ponerle fin al conflicto que por más de medio siglo ha azotado a Colombia, y como tal no obliga a las partes a mantenerse en la mesa.

En este sentido vale recordar que el presidente Santos ha reiterado que no es rehén del proceso de diálogo con las Farc y que se levantará de la mesa en el momento en que no haya avances.

Las Farc señalan en la misiva que sobre este tema le enviaron a la CICR, que ‘aún con sus limitaciones, el artículo3º, en el párrafo penúltimo señala que “Las partes contendientes se esforzarán, por otra parte, para poner en vigor por vía de acuerdos especiales todas o parte de las demás disposiciones del presente Convenio’. Quiere decir esto, sin duda alguna, que mediante acuerdos especiales se puede ir más allá del artículo 3º sobre la base de que sea para extender las normas humanitarias”, indican.

 

<FOTOLEAD>Hoy se reinician los diálogos de paz en La Habana entre los delegados del Gobierno Nacional y de las Farc./Foto ENS

 

Interpretaciones

Para el expresidente de la Corte Constitucional, Carlos Gaviria, no es de sorprenderse por estas propuestas de las Farc porque “en una mesa de negociaciones se oyen todo tipo de propuestas, todo tipo de iniciativas que son para discutir, algunas habrá más sensatas que otras”.

Frente a los temores de que si el Gobierno colombiano acepta darle el carácter de acuerdo especial a la luz de los Convenios de Ginebra quedaría atado a la mesa de conversaciones con las Farc, Gaviria consideró que “yo no creo que nadie esté obligado a permanecer en una mesa de negociaciones así sean muy importantes. Es posible que ellos mismos se hayan hecho ese propósito, lo que me parecería magnífico, pero ninguna de las partes le puede pedir a su contraparte que permanezca indefinidamente en la mesa”.

Por su parte el exfiscal Alfonso Gómez Méndez consideró que la petición de las Farc sobre un acuerdo especial no es necesaria y no ayudaría a que este proceso de paz avance. “Creo que eso no es necesario en un proceso de paz, además porque a la Constitución no se les puede seguir pegando cosas. Todo lo querremos resolver por la vía de la Constitución, un proceso de paz es una cosa diferente en donde debe haber claridad de parte y parte, y esa claridad se llega a los acuerdos sin necesidad de una especie de desconfianza como para qué es lo que hay en el fondo detrás de eso, para decir ‘tenemos tanta desconfianza que lo que estamos planteando tiene que llevarse a rango constitucional”.

Mientras que César Torres del Río, experto en seguridad y defensa, profesor de la Escuela Superior de Guerra, señaló frente a este tema que el hecho de que las Farc hayan hecho esta solicitud a través del CICR tiene varias implicaciones, la primera es que la Cruz Roja, si decide hacerlo, lo más que puede hacer es tramitar esta petición.

Añadió que “en el caso en que la tramitara, el Gobierno colombiano está en completa libertad de determinar si eleva tal solicitud al nivel de las Farc están pidiendo, lo cual la verdad me parece bastante difícil que lo haga, no solamente por las características del conflicto sino por las consecuencias que ello pude tener, entre ellas, podría llevar a una condición de beligerancia por parte de las Farc. A lo que todos los gobiernos colombianos se han cuidado de que no ocurra”.

Torres consideró que si en dado caso las partes acordaron darle a estos diálogos de La Habana el carácter de acuerdo especial a la luz de la Convención de Ginebra, “sería al final de este proceso de negociaciones que conduzca a una nueva condición de actor político, no actor armado por parte de las Farc”.

 

Estatus de beligerancia

El reconocimiento de beligerancia ha sido una vieja petición de las Farc a los diferentes gobiernos colombianos, como lo hizo a la administración Uribe como condición para adelantar el intercambio humanitario de uniformados en su poder por guerrilleros presos.

Esta guerrilla revive esta petición al calor de los diálogos con el gobierno del presidente Santos, al considera que en los actuales momentos se dan las condiciones.

Alias ‘Andrés París’, miembro del equipo negociador de las Farc, dijo en una entrevista a la agencia de noticias Prensa Latina que “si el Gobierno está sentado en la mesa de negociaciones y si Cruz Roja ha sido la garante del traslado a La Habana de nuestros combatientes y mandos, quiere decir que los requisitos de los Protocolos de Ginebra para ser reconocidos como fuerza beligerante están dados”.

 

Esta figura contemplada por el derecho internacional implica para el Estado que lo acepte que le da la suficiente importancia a un grupo armado como para contender con él.

En tanto que para la facción armada no gubernamental le permite a una facción armada, si cumple determinadas condiciones de mando, estructura, control territorial y respeto a las normas mínimas de la guerra, obtener apoyo y reconocimiento externo, lo que le da derecho, incluso, a tener voceros diplomáticos y apoyo financiero.

Frente a este tema el exmagistrados Gaviria dijo que el Gobierno está dialogando con las Farc porque les reconoce estatus político, “pero no es lo mismo que estatus de beligerancia”.

 

Incluso consideró que el traslado que hizo el CICR de guerrilleros a La Habana para los diálogos no se puede interpretar como el cumplimiento de un requisito de los Protocolos de Ginebra para ser reconocidos como fuerza beligerante.

“Los aviones de la Cruz Roja es para garantizar el respeto porque a cualquiera se le ocurre que puede haber un atentado contra un avión en que van guerrilleros”.

Mientras que Gómez Méndez dijo que una cosa es que el gobierno Santos reconoció la existencia del conflicto armado en el país y “otra es lo que se llama el estatus de beligerancia, que por cierto es un debate que ha perdido la temperatura que tuvo en otras épocas, que implicaría el trato que se le da un estado a un grupo guerrillero”.

 

Mientras que el profesor Torres dijo que “es evidente que las Farc están haciendo una gran maniobra política, buscar el estatus de beligerancia por la vía de la Cruz Roja Internacional. En eso el Gobierno no es ingenuo”.