Si el diálogo entre el Gobierno y la guerrilla que apenas comienza conlleva a un proceso paz que acabe con el conflicto interno en Colombia, la economía colombiana podría crecer 3 por ciento adicional a lo que ya está logrando este año.
Es decir que el Producto Interno Bruto, PIB, se incrementaría en cerca de 24 billones de pesos, teniendo en cuenta que cada punto representa casi 8 billones de pesos.
Con ello, si se suma al crecimiento actual que está cerca del 5 por ciento el 3 por ciento adicional, el crecimiento del país llegaría al 8 por ciento que sería uno de los mayores en Latinoamérica y del mundo.
A estos cálculos, que son más optimistas que los del Gobierno, llegó el analista privado Bernardo Ramírez, quien ha estado vinculado con el mercado bursátil y financiero del país.
“Debo precisar que estas cifras son estimativos que los economistas hacemos teniendo en cuenta tanto el presupuesto que maneja el Gobierno en Defensa y Seguridad que es cercano a los 23 billones de pesos, como lo que se destina al gasto social en las regiones donde tiene mayor impacto el conflicto como lo que se gasta el país en la atención a las víctimas”, sostiene el experto.
Reparto de recursos
El investigador señala que el gasto en Defensa y Seguridad se va a reducir a más de la mitad, pero se deberá destinar un mayor presupuesto a la atención de las víctimas, en la reparación y en la inserción de los subversivos en la sociedad.
“En esos gastos, más la inversión, el país podría utilizar por lo menos entre 20 y 50 billones de pesos. Sin embargo, estos recursos serían reemplazados con lo que generaría la producción de las tierras donde se desarrolla el conflicto, el levantamiento de empresas, y además la inversión extranjera podría llegar sin problemas a los 30 mil millones de dólares”, dice el analista.
Ramírez sostiene que la nueva inversión que podría llegar al país, estaría destinada hacia otros sectores diferentes a la minería y al petrolero, con lo que se garantizaría una mayor generación de empleo.
“Yo creo que la ventaja de tener un proceso de paz consolidado, es que la mayor parte de la inversión extranjera va a llegar a sectores que serán grandes generadores de empleo, como lo son el área de servicios, manufacturas, construcción, infraestructura y agroindustria. Estos serán los grandes jalonadores del crecimiento en los próximos años”, señaló el investigador.
Menos optimismo
Sin embargo, a este optimismo se le anteponen las estimaciones del Gobierno y de algunos gremios que consideran que si el país logra alcanzar la paz la economía solo podría crecer entre uno y dos puntos porcentuales.
Así lo considera el Presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, Sergio Clavijo.
En diversas declaraciones, el directivo gremial ha dicho que esto ha sido un sueño de cuarenta años, pero recordó que adicional a un eventual proceso de diálogo con las Farc, el Gobierno debe proseguir en fortalecer las inversiones en infraestructura, TLC´s educación y salud, entre otros aspectos.
Por su parte, el director de estudios económicos de la firma Correval, Daniel Velandia manifestó que es muy difícil calcular los costos o beneficios en términos monetarios. Señaló que un dato que se debe tener en cuenta es que el país va a invertir en el 2013 dos puntos del PIB para Fuerza Pública.
“Al menos nos podríamos ahorrar sólo en Fuerzas Militares un punto del Producto Interno Bruto, PIB, que podría ser utilizado en educación, salud e infraestructura”, comentó.
Mayor confianza
De acuerdo con el Presupuesto General de la Nación para el 2013 en defensa y policía se destinarán un total de 26.1 billones de pesos.
El analista consideró que otro beneficio es la fortaleza de la confianza a nivel internacional que podría generar un crecimiento económico por el orden del 6 por ciento de manera sostenible.
Velandia manifestó que los costos del proceso podrían implicar más impuestos para los más ricos, para los extranjeros y la revisión de los contratos con las multinacionales que es lo que siempre han pedido los grupos al margen de la ley.
Afirmó que un punto central por el que se ha destacado Colombia es el respeto de las reglas de juego y por ello, consideró que el Gobierno del Presidente, Juan Manuel Santos, no va a ceder ante esta posible petición de las Farc.
Por su parte, el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, indicó que la posible consolidación de un proceso de paz con las Farc generaría una solidez económica indiscutible que podría traducirse en un crecimiento del PIB que llegaría al 8 por ciento.
“Han sido los propios analistas y los empresarios que han hecho cálculos para decir que podemos crecer hasta 2 puntos más del promedio que traemos”, dijo.
“Llegar al 6 u 8 por ciento sería, según muchos analistas, la posibilidad en un ambiente de paz. Lo cierto es que el país con lo que ha hecho hoy con la solidez económica que tiene Colombia, sería un impulso indiscutible”, explicó, para expresar: “El tema de la confianza inversionista con estos diálogos, sí va a traer más inversión en el país”.
Más recursos
Otros cálculos hablan de que la economía podría crecer 3 puntos porcentuales más cada año si se pusiera fin al conflicto armado. Esto significa que cerca de 20 billones de pesos podrían entrar a la actividad generando una mayor productividad de las empresas y proporcionando más empleo.
Aunque estas cifras son estimativos tangenciales, varios analistas consideran que como mínimo el aporte de más inversión y liquidez va a generar más desarrollo en todos los sectores ya que se acabaría la economía de la guerra que le cuesta al país cerca de 26 billones al año.
En un detenido análisis sobre el posconflicto y economía, el presidente de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), Roberto Junguito, indicó que “el Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera es una iniciativa que todos los colombianos debemos apoyar”.
Destacó el dirigente gremial que “el Ministro de Hacienda ha afirmado que un acuerdo de paz adicionaría dos puntos porcentuales a la tasa anual de crecimiento de la economía. Dicho resultado surgiría de una liberación de gasto militar, cuyos recursos podrían canalizarse hacia la inversión, y de la mayor productividad general de la economía, dada la menor inseguridad interna. Su apreciación se fundamenta en estudios adelantados para el caso colombiano y en la experiencia internacional. Este impacto sería el dividendo de la paz en el largo plazo”.
Sin embargo, para el analista privado Bernardo Ramírez, el aporte de 2 por ciento a la economía “se queda corto, porque se deben estimar todos los actores que tienen que ver con el conflicto y la inversión extranjera, así como la llegada de empresas y la generación de empleo. Con el solo hecho de que el desempleo se estabilice en un dígito, ese aporte significa un punto adicional al PIB porque los nuevos trabajadores van a demandar nuevos productos y atender la oferta que llega ya sea por servicios, comercio, etc.”.
De otro lado, en distintos foros el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ha asegurado que si Colombia alcanzara la paz la economía crecería entre uno y dos puntos porcentuales adicionales cada año.
Sin embargo, un análisis sobre hecho trascendental para el país realizado por la revista Dinero indica que “el proceso de paz tendría altos costos ocasionados por la inserción de más de 8.000 guerrilleros actualmente activos, de los que se ocuparía la Agencia Colombia para la Reintegración (ACR), creada en 2006 para cobijar a los exparamilitares desmovilizados de las antiguas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Si estos guerrilleros entregaran las armas, la ACR tendría que destinar 164.000 millones de pesos a esa tarea”.
Añade la publicación que “a esos gastos se sumarían los relacionados con la consolidación de las zonas afectadas por el conflicto, ya que precisarían grandes inversiones para su desarrollo económico y social, y los vinculados a la reparación de las víctimas, que se estiman entre 25 y 40 billones de pesos (13.800 y 22.000 millones de dólares)”.
Los empresarios
Una reciente encuesta de la firma Invamer Gallup, reportó que el 77 % de los empresarios apoya el proceso de paz entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc, pero la mayoría no estaría dispuesto a asumir sus costos ni a contratar a exguerrilleros.
Asimismo, el 65 % de los encuestados no pagaría más impuestos para financiar las obligaciones derivadas de un proceso de paz, frente al 34 % que sí lo harían.
Además, el 49 % de los empresarios tampoco contrataría a desmovilizados de las Farc, tras un eventual acuerdo de paz, mientras que el 40 % restante sí estaría de acuerdo con darles trabajo.
Indica la consulta que el 46 por ciento de los empresarios cree que "esta vez sí se logrará un acuerdo con la guerrilla", frente al 44 por ciento que opina lo contrario.
El sondeo, realizado entre 200 altos ejecutivos de las principales compañías del país, expone, no obstante, que el 68 por ciento cree que sus empresas venderían más y el 79 por ciento que se invertiría más en Colombia.
Sin embargo, el 69 por ciento de los empresarios no aprueban la participación del presidente de Venezuela,Hugo Chávez en la negociación y el 87 por ciento considera que el Gobierno debe exigir a la guerrilla el cese de actos terroristas y extorsivos antes de comenzar a hablar.
En cuanto a los temas de la agenda, el 76 por ciento del empresariado está de acuerdo en negociar con las Farc una reforma agraria y el 72 por ciento una política ambiental.
Los asuntos que la mayoría de empresarios no están dispuestos a poner sobre la mesa son la privatización de la minería, que sólo lo apoya un 45 por ciento, una reforma financiera (42 por ciento), el modelo económico (38 por ciento) y la regulación de la inversión extranjera (30 por ciento).