Con apenas ajustes en algunos de sus artículos fue radicada ayer la ponencia para el último debate en la plenaria de la Cámara de la polémica reforma de equilibrio de poderes. En ese sentido los ponentes de los diferentes partidos acogieron el consenso que se logró en el articulado en el séptimo debate en la Comisión Primera de Cámara.
En consecuencia, la iniciativa será votada y seguramente aprobada en su último debate en la plenaria de la próxima semana, cumpliendo con los tiempos que se propuso el Congreso de la República para sacar adelante esta iniciativa, sin duda, la más importante para el gobierno de Juan Manuel Santos en esta primera legislatura.
El coordinador del equipo de ponentes de diferentes partidos designados para este último debate, representante Hernán Penagos Giraldo (Partido de La U), le dijo a EL NUEVO SIGLO sobre la ponencia que “la verdad no hay cambios sustanciales, básicamente la propuesta es la misma, solo los tiempos de experiencia para ser magistrado estaban en 20 años, se bajan a 15”.
Por su lado, la representante Angélica Lisbeth Lozano (Partido Alianza Verde), también ponente de la iniciativa para este último debate, le dijo a este Diario sobre la ponencia que “ya es el octavo y último debate, entonces no hay lugar a temas nuevos, ya las discusiones se han dado en siete debates, luego también se han decantado. Fueron más ajustes de redacción, de expresar mejor”.
Sin embargo frente a la disposición que revivió la Comisión Primera de la Cámara sobre que los congresistas puedan ser ministros, la representante Lozano dijo que presentó una salvedad, “no estoy de acuerdo con eso, no equilibra el poder sino que arrodilla aún más al Congreso al Ejecutivo. A ver quién es más regalado y se porta mejor con el Gobierno, no le hace control político a ver si lo nombra ministro”.
Dijo también que dejó salvedades frente a la reelección de contralores y personeros porque “en todo el proyecto se eliminan las reelecciones, pero aunque se había votado ponerles prohibición de reelección, en la Comisión Primera se habló que sí se puedan reelegir, entonces así va en la ponencia”.
Sigue vivo
La Comisión Primera de la Cámara de Representantes revivió en séptimo debate el Senado regional que había eliminado la Cámara alta, en el sentido que permite a los departamentos del país con una población inferior a los 500 mil habitantes contar con un senador.
Igualmente, fue aprobada una curul en la Cámara de Representantes para la población raizal del archipiélago de San Andrés, escaño que se le resta a los dos que en la actualidad tienen los colombianos en el exterior.
También hasta estas alturas ha sobrevivido en los siete debates precedentes el nervio del proyecto que radicó el Gobierno nacional, es decir, la supresión de la reelección presidencial, así como de contera se eliminan otros altos dignatarios del Estado.
Se amplía la figura de la ‘silla vacía’ para los miembros de corporaciones públicas condenados por delitos contra la administración pública.
Además en el séptimo debate se suprimió el juicio político que había extendido el Senado al cargo de vicepresidente, dejando que sea investigado por la Fiscalía y juzgado por la Corte Suprema de Justicia, como hoy ocurre con otros servidores del Estado.
De igual forma, la ponencia para octavo debate en la Plenaria de Cámara deja intacto lo aprobado en la Comisión Primera de esta Corporación que elimina la llamada puerta giratoria en las altas Cortes, es decir, que prohíbe que un funcionario participe en la elección de otro que lo eligió.
También se confirmó la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura, el cual será reemplazado por el Consejo de Gobierno y la Gerencia de la Rama Judicial. “Vamos a crear un sistema de gobierno que cumpla con dos propósitos fundamentales: que no haya magistrados administrando recursos de la justicia sino generando providencias y que haya unos expertos que estén trabajando de común acuerdo con la gerencia de la rama para garantizar una inversión eficiente”, explicó el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
Uno de los aspectos más polémicos del proyecto ha sido el tribunal de aforados que reemplazará a la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes. La novedad en el séptimo debate es que redujo sus miembros de cuatro a tres juristas.
Conciliación
La conciliación de la reforma del Estado que se hará a través de equilibrio de poderes promete ser un pulso entre Senado y Cámara por los drásticos cambios que se presentaron en el articulado aprobado en cada uno de estos temas como el Senado regional, la eliminación de la lista con voto preferente, extender el blindaje del juicio político al cargo del vicepresidente y la composición del tribunal de aforados, entre otros.