Sillas vacías no han generado traumatismos | El Nuevo Siglo
Domingo, 30 de Septiembre de 2012

Hasta este momento, cuando solo está ratificada la silla vacía de Cambio Radical, correspondiente al senador Javier Cáceres, pero se están estudiando dos casos más, los del Partido Social de Unidad Nacional (La U) a causa de los procesos penales a Dilian Francisca Toro y Fuad Rapag, esta figura no ha generado mayores traumatismos en el Senado y las funciones que ejerce la corporación según se pudo establecer.

 

Uno de los posibles efectos de la medida podía ser que por la falta de un congresista en una comisión constitucional se presentaran empates a la hora de tramitar un proyecto de ley, lo que de manera inmediata hubiera generado el archivo de la iniciativa.

 

Lo anterior se preveía teniendo en cuenta que la Ley Quinta de 1992 estableció que las comisiones constitucionales que hacen parte de las Cámaras Alta y Baja estuvieran conformadas por un número impar de personas para evitar ese tipo de empates y de problemas a la hora de tramitar iniciativas.

 

Sin embargo, hasta el momento la falta de tres senadores en las comisiones primera (Cáceres), cuarta (Rapag) y séptima (Toro) no ha afectado el trámite de las iniciativas que llegan a las respectivas comisiones y menos a la plenaria de la corporación.

 

“Si en una votación hay empate el proceso se repite, y si se vuelve a repetir y da empate queda negado el artículo. Cada senador tiene que tomar sus decisiones, pero el hecho que haya silla vacía no tiene ningún problema con respecto a eso”, dijo Karime Mota (La U), presidenta de la Comisión Primera de Senado.

 

El senador del movimiento Progresistas, Luis Carlos Avellaneda, coincidió con lo dicho por la senadora y dijo que aunque la figura cambia algunas cosas no afecta las decisiones tomadas, ni las normas establecidas.

                                                                                                

“No se corre ningún riesgo, si el proyecto queda empatado una vez hay que volver a votar y si en esa votación vuelve a quedar empatado se hunde. Una silla vacía altera las reglas que se tenían porque va a ser menor el número de integrantes de determinada comisión o de la plenaria, pero se descuenta ese voto y siguen las mismas reglas. La silla vacía altera el número de integrantes pero para el quórum y las decisiones no afecta en nada las reglas establecidas en la Ley Quinta o en la Constitución”, explicó el congresista.

 

El presidente del Congreso, el senador Roy Barreras (La U), también defendió la posición en la cual la silla vacía no ha generado ningún traumatismo y dijo que no se corre ningún riesgo ya que el quórum es calculado de acuerdo al número de personas que integrada cada célula legislativa.

 

Barreras agregó que para no dejar cabos sueltos y evitarse en el futuro alguna problemática por los congresistas que están ausentes de manera obligatoria está haciendo curso en el Congreso una iniciativa que busca cerrarle el paso a cualquier suspicacia.

 

“Hay en trámite una reforma que deroga el artículo de los impedimentos para que vuelvan a establecerse unos impedimentos en las reformas constitucionales y trae una previsión y es que en esos casos se recalcula el quórum sobre la base de los senadores que no tienen impedimentos, esa figura tendría que permitir que los proyectos se tramiten sin ninguna dificultad por cuenta de los ausentes obligados”, explicó el presidente del Senado.

 

La silla vacía es una figura que se creó en la reforma política de 2009 y que quedó consignada en el artículo 134 de la Constitución, establece que los congresistas no tendrán suplentes, ni podrán ser reemplazados si son condenados o tienen medida de aseguramiento por los delitos de promoción o financiación a grupos armados ilegales, de narcotráfico, delitos contra los mecanismos de participación democrática o de lesa humanidad.

 

El senador Barreras, que fue coautor de la norma la defendió y dijo que es una figura que permite establecer una función pública no solo personal, sino para los partidos cuando la justicia decide que alguno de sus miembros tiene vínculos con grupos ilegales, “las tres sillas vacías responden al acatamiento de una noma constitucional y no incurre en ningún riesgo, sino que al contrario son una medida pedagógica para los partidos”.