Ad portas de las elecciones presidenciales este domingo sigue la puja entre los amigos y los contradictores del proceso de paz, que desde noviembre de 2012 el gobierno del presidente Juan Manuel Santos adelanta en La Habana con la guerrilla de las Farc.
Ayer el senador Roy Barreras (Partido de La U) dijo que “lo que está en juego el próximo domingo es ni más ni menos la decisión entre la guerra y la paz y esto no es un juego de niños, ni una decisión a la que los colombianos puedan darle la espalda con indiferencia. Invito a los colombianos a decidirse de una vez por todas por la paz y ahorrando los costos de una segunda vuelta”.
Añadió que “la guerra siempre es sucia y de los cinco candidatos presidenciales solamente hay uno, Zuluaga, que propone la guerra y que se tomó el trabajo de espiar y sabotear la paz. Es hora de decidirse por la paz”.
El uribismo en cabeza de su líder Álvaro Uribe se ha mostrado desde un principio en contra de las conversaciones con las Farc, que según la administración Santos tienen como propósito poner punto final al conflicto armado que ha desangrado al país durante más de 60 años.
Sin embargo, tanto Uribe como el candidato presidencial Zuluaga han insistido en que no son enemigos de las paz sino de la forma como se adelantan estos diálogos en medio del conflicto y sin que esta guerrilla dé ninguna muestra de cesar los ataques a la población civil, a la infraestructura y el reclutamiento de menores de edad, entre otras de sus actuaciones reprochables.
El procurador General, Alejandro Ordóñez, también le ha salido al paso a quienes lo tildan de enemigos del proceso de paz por su oposición especialmente al trato penal especial que tendrían los desmovilizados, como lo señala el Marco Jurídico para la Paz. Él está en contra de la posibilidad de que solo los máximos responsables de esta guerrilla sean investigados por sus crímenes y que, incluso, la acción penal puede cesar.
Ayer Ordóñez dijo que “no hay en Colombia una sola persona que pueda ser enemiga de la paz porque todos los colombianos hemos sufrido los rigores de la violencia en estos 50 años, todas las familias tenemos o hemos ofrendado la sangre, libertad, propiedad de los nuestros, hijos, hermanos, padres, vecinos, por eso todos los colombianos anhelamos la paz, queremos la paz”.