Con la expectativa tras el llamado del Gobierno a los promotores del paro cívico indefinido en Buenaventura para que retornen a la mesa de negociación se inicia esta semana en el puerto sobre el Pacífico, a donde más de 500 uniformados entre policías y militares arribaron este fin de semana para recobrar el orden público tras los desórdenes del pasado viernes, cuando se produjeron saqueos al comercio que dejaron 46 capturados, 11 heridos tratando de controlar a los enardecidos y uno muerto en las afueras de la localidad.
En total 1.500 policías y más de 700 militares hacen presencia para garantizar el orden público en esta localidad de más de 450 mil habitantes.
De igual forma, la administración de Buenaventura decidió mantener el toque de queda nocturno para prevenir nuevos desórdenes.
Estas medidas fueron adoptadas en un consejo de seguridad que se efectuó el pasado sábado para prevenir la ocurrencia de más desórdenes en el marco del paro cívico que se inició el martes anterior reclamando por agua potable, empleo, mejorar la prestación de los servicios de salud y educación así como obras de infraestructura.
Ayer se vivió una tensa calma en el distrito de Buenaventura, en sus calles había fuerte presencia de uniformados y el comercio funcionó a media marcha.
El general William Salamanca, comandante de la Región 4 de Policía, dijo a Caracol Radio que no se ha visto interrumpida la salida e ingreso de tractomulas al puerto para movilizar carga.
Explicó que se han adelantado cinco caravanas de estos automotores, acompañadas por más de 300 policías para prevenir bloqueos en la vía o eventuales ataques.
Los desórdenes comenzaron el viernes en horas de la mañana después de que el Gobierno y los voceros promotores del paro se levantaron de la mesa sin acuerdo alguno.
La vía a Cali fue taponada por los manifestantes con llantas y escombros, obligando a la intervención del Esmad, lo que provocó choques.
Los desórdenes más graves se produjeron en la noche del viernes por la acción de un importante número de saqueadores que lograron ingresar a varios locales comerciales para alzarse con televisores y otros electrodomésticos.
El comité promotor del paro rechazó este tipo de actuaciones y pidió a la ciudadanía mantener la protesta de manera pacífica hasta que el Gobierno atienda las inversiones que demandan.
El presidente Juan Manuel Santos escribió en su cuenta de Twitter el pasado viernes que “respeto y defiendo el derecho a la protesta. Vandalismo y saqueos no son permitidos. Situación en Buenaventura, bajo control de la Fuerza Pública”.
Por su parte, el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, quien fue comisionado por el presidente Santos para atender el paro cívico en Buenaventura y en el departamento del Chocó, dijo que el Gobierno es consciente de las grandes necesidades que tiene el puerto, por ello las inversiones que viene adelantando.
No obstante dijo que las soluciones de fondo exigen el desarrollo de una agenda a largo plazo para solucionar la deuda histórica con el distrito.
Por su parte el día de ayer, los obispos de las jurisdicciones eclesiásticas que integran la región de la Costa Pacífica señalaron en un comunicado que son justificadas las protestas sociales en Chocó y Buenaventura por la deuda en inversión social. Por ello, pidieron al Gobierno hacer su mejor esfuerzo para cumplir los acuerdos a que se ha comprometido.
Negociación con funcionarios
Este fin de semana siguieron las conversaciones entre el Gobierno nacional y Fecode, para buscar una pronta solución al cese de actividades de más de 300 mil docentes, que ha dejado sin clases a más de 8 millones de niños y jóvenes.
Aunque hay acercamientos por el momento están distantes las posiciones. Los maestros exigen al Gobierno seguir con la nivelación salarial a la cual se comprometió.
De igual manera se espera que esta semana sea restablecida la mesa de los trabajadores oficiales con el Gobierno para resolver el pliego de peticiones que presentaron alrededor del incremento salarial para este año.