Los síntomas de enfriamiento de la economía argentina se agudizaron en abril con sensible baja de ventas minoristas, incluso de automotores, una locomotora del crecimiento durante el alto consumo de la última década, señalaron analistas a la AFP.

Las ventas al consumidor cayeron 7,5% en abril y acumulan una baja de 6,3% en el primer cuatrimestre respecto de igual período del año pasado, reportó el martes la patronal Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

El comercio de automotores se desplomó 35% en abril y cerró el cuatrimestre con un retroceso de 18% en comparación con el mismo lapso de 2013, según la cámara del rubro.

La economía hizo agua tras una súbita devaluación del peso de 18% en enero, convalidada de mala gana por el gobierno frente a la presión del mercado que demandaba un ajuste a raíz de la pérdida general de competitividad en los productos.

El efecto fue una disparada de la inflación, que sumó 10% sólo en el primer trimestre y, por ende, un derrumbe del poder adquisitivo de los salarios a raíz de que las negociaciones de los sindicatos con las empresas aún no habían comenzado.

- Cae el salario real -

"La clave del fenómeno es la caída del salario real", dijo a la AFP Soledad Pérez Duhalde, analista de la consultora Abeceb.com.

El poder de compra de casi 11 millones de trabajadores registrados y otros cuatro millones sin registrar perdió la fortaleza de los últimos 10 años, piedra angular de la economía de consumo que implantó el fallecido presidente Néstor Kirchner y continuó su esposa, la mandataria Cristina Kirchner.

"Se ha visto lo peor del año tal como se preveía. El shock devaluatorio y la suba de la tasa de interés cortaron el crédito, con un cierre casi total de importaciones", comentó a la AFP Marina Dal Poggetto, analista de la consultora Bein y Asociados.

La CAME coincidió con el diagnóstico al afirmar que "en abril convivieron precios nuevos con salarios viejos y esa realidad se notó en los comercios de casi todos los rubros, vacíos de gente".

Los sectores inmobiliarios, juguetería y bienes de consumo durable, en particular vehículos y electrodomésticos, sufrieron más que ningún otro el freno de la economía.

"Lo primero que suprime la gente es lo no es indispensable. Gasta en alimentos, pero evita esparcimiento, indumentaria o comidas afuera de la casa", agregó Pérez Duhalde.

Kirchner, que está en sus 18 últimos meses de mandato, logró estabilizar el sector financiero al echar mano a medidas ortodoxas de las cuales antes renegaba, como un alza hasta el 26% en la tasa de interés del Banco Central.

"La ansiada paz cambiaria, a 8,01 pesos por dólar (que lleva tres meses) impactó en forma adversa en el gasto de los hogares. El consumo no operará en 2014 como conductor del crecimiento", señaló Pérez Duhalde.

- Crecen reservas pero baja comercio con Brasil -

El producto bruto interno que crecía a un ritmo promedio de 8% en la década se debilitó sin remedio, con un 3% en 2013 y un pronóstico de estancamiento o descenso este año.

Un veterano economista cuyas ideas influyen en el gobierno, el expresidente del Banco Central Aldo Ferrer, dijo el martes que "se tomaron medidas correctivas que trajeron algunos alivios".

Sin embargo, la industria automotriz, un sector sensible, registra suspensiones de personal en casi todas las plantas.

"En abril, y por séptimo mes consecutivo, se registró una caída en el comercio total entre Argentina y Brasil (-24%), que en particular afecta a los automotores", según un informe de Abeceb.com enviado a la AFP.

Un factor estabilizador es el ingreso de dólares por la venta de la cosecha agrícola, que le permitió al Banco Central -a través del sistema impositivo- recuperar la mitad de los 3.000 millones perdidos entre noviembre y enero en concepto de reservas monetarias.

Las reservas superan ahora los 28.000 millones y el mercado financiero está en calma, pero a costa de una retracción del consumo.