El presidente de EU, Barack Obama, y los líderes del Congreso se reunieron ayer para tratar de evitar in extremis una crisis fiscal que golpearía desde el 1º de enero al país, si no logran ponerse de acuerdo en un mecanismo para reducir el déficit de las finanzas públicas.
Obama invitó a partir de las 15H00 GMT al presidente republicano de la Cámara de representantes John Boehner, al jefe de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, así como a sus aliados demócratas: el jefe de la mayoría en el Senado, Harry Reid, y la líder de la minoría en la Cámara, Nancy Pelosi.
En esta reunión privada en la oficina Oval los dirigentes abordaron el temido "precipicio fiscal".
Salvo acuerdo de último momento, el martes expirarán las exenciones fiscales para la mayoría de los contribuyentes, adoptadas durante la presidencia de George W. Bush, y además entrarán en vigor drásticos recortes en el gasto público.
Los impuestos de casi todos los contribuyentes estadounidenses aumentarán unos 2.200 dólares, según la Casa Blanca. Los recortes, consecuencia de un pacto entre demócratas y republicanos en 2011, se sentirían sobre todo en el presupuesto de Defensa y podrían derivar en despidos masivos.
Según los economistas, un problema de esta naturaleza podría arrastrar a la economía estadounidense nuevamente a la recesión.
El Ejecutivo demócrata y el Congreso, cuya cámara baja, clave en cuestiones de presupuesto y fiscales, es manejada por los republicanos, no logran entenderse sobre los mecanismos para reducir el déficit público.
Obama fue reelecto en noviembre tras prometer aumentar los impuestos a quienes ganan más de 250.000 dólares (2% de los núcleos fiscales).
Boehner, principal interlocutor del presidente en esta crisis, se dijo abierto a aumentar los ingresos fiscales pero no a un alza de impuestos a los más ricos.
La Cámaraya votó un plan rechazado por el Ejecutivo porque establecía recortes del gasto demasiado bajos.
En un gesto que trasluce el bloqueo en las discusiones, antes de la reunión de ayer, la oficina de Boehner afirmó que "continuará insistiendo sobre el hecho de que la Cámara ya votó un plan para evitar el precipicio fiscal y que es ahora el Senado que tiene que actuar".
Reid, el jefe de los demócratas en el Senado, hizo responsable el jueves a Boehner por el hecho y se manifestó pesimista sobre la perspectiva dee un acuerdo antes del primero de enero.
Para el editorialista del diario especializado Político, Jonathan Allen, las dos partes tienen interés en no llegar a un acuerdo: el primero de enero, Obama habrá obtenido un aumento de impuestos a los más ricos por la vía de los hechos.
Y "para muchos republicanos, el precipicio (fiscal) quiere decir hacer pesar la responsabilidad de una fuerte alza de impuestos sobre el presidente (...) y luego votar para reducir los impuestos de la mayoría de los estadounidenses el mes próximo", explicó.
"Por ahora, el juego político es el de las apariencias", agregó Allen.
Mientras tanto, los mercados se dejaron invadir por el pesimismo y el Dow Jones perdía 0,60% a media jornada.
A esta situación se suman problemas sobre el techo de la deuda. Estados Unidos ya estuvo al borde del default en 2011 por la insistencia de los republicanos en compensar el incremento del límite de endeudamiento autorizado con recortes de gastos.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, advirtió que el techo legal de la deuda sería alcanzado el lunes, y que "medidas excepcionales" serán adoptadas "pronto" para evitar una moratoria.