Aunque el texto de la Reforma a la Justicia puede seguir siendo mejorado en los próximos debates, según el Congreso, para el presidente del Consejo de Estado magistrado Gustavo Gómez “se llegó a un punto en que el debate está demasiado pervertido”, por lo que considera que “la presencia del Consejo de Estado no reviste de ninguna autoridad".
Esta iniciativa del Gobierno nacional perdió el apoyo del Consejo de Estado y de la Corte Suprema de Justicia desde el año anterior, tanto que se retiraron del debate en el Legislativo por los cambios que le introdujeron en sus primeros debates.
Los voceros de las Cortes piensan que el giro que ha dado este proyecto va en contravía de la independencia de la Rama y del objetivo de hacer una Justicia más eficiente.
La reforma está pendiente de iniciar en los próximos días en la plenaria del Senado su sexto de ocho debates, para lo cual se está a la espera de que sea radicada la respectiva ponencia.
Frente a la polvareda que este proyecto ha despertado en algunos aspectos en varios sectores, el senador Eduardo Enríquez (Partido Conservador), quien fue ponente para el quinto debate, dijo que la reforma es un avance fundamental, porque hay respeto mutuo entre los Poderes. Según Enríquez, lo que buscan es un equilibrio para los mismos. “Creo que todos debemos empujar a sacar una reforma justa y eficiente”. Enríquez señaló que los colombianos deben sacudirse del deshonroso puesto que se ocupa en el ámbito mundial. “Ocupamos el sexto lugar de tener la justicia más lenta y en América el tercer puesto”.
Sin embargo, el magistrado Gómez reiteró varios de los reparos que las Cortes han hecho al proyecto, como que “so pretexto de establecer un régimen para los aforados se está minando la independencia del juez”.
El magistrado Gómez recordó lo inconveniente que, según el Consejo de Estado, resulta entregar funciones jurisdiccionales, en algunos casos, a abogados y notarios con el fin de combatir la congestión de procesos que se presenta en cientos de juzgados del país.