Por: Pablo Uribe Ruan
A falta de un Tigre tenemos a Bacca. Un Bacca y una Pantera -quise decir Jackson- que están ahí, listos para debutar y comandar el ataque colombiano. Porque la Selección lo que tiene son buenos delanteros, con excelentes temporadas y hambre de gloría.
Que Falcao no vaya a estar pesa, y mucho, pero su ausencia no es razón suficiente para creer que el equipo perdió su fisionomía. La Selección nunca jugó en torno a él, ni para él, como Argentina lo hace con Messi. Falcao fue el goleador del equipo, el protagonista y un líder en el campo durante las eliminatorias, pero Pekerman nunca planteó un partido para que el colectivo jugara pensando en los intereses del Tigre.
Por eso, a pesar de la triste noticia del lunes que anunció su descarte para Brasil, no se puede decir que Colombia perdió su base de juego, ni mucho menos que ahora carece de los argumentos que la dieron como favorita en el grupo. Estar catalogado como “favorito” no es bueno en un país que en ocasiones anteriores le hizo la venia a tal rótulo y terminó decepcionando; algo se aprendió del 94 -eso esperamos-. Pero tampoco es cierto que la Selección sea favorita por mera casualidad o exclusivamente por Falcao.
Colombia tiene a James, a Cuadrado, a Teo, a tantos jugadores que jugaron la mejor eliminatoria de la historia. Por todo el conjunto de jugadores se logró ser cabeza de grupo y alcanzar el tercer lugar en el escalafón FIFA. Es claro que la selección, sea con Jackson o con Bacca, va a tener un ataque de alto nivel, compuesto por jugadores que tuvieron temporadas gloriosas -Bacca ganó la Europa League-.
Así que no queda más que aguantar la ansiedad por el comienzo del Mundial y esperar quién va a acompañar a Teo arriba. ¡Se vino Brasil 2014!