En entrevista con La W Radio, el Presidente Juan Manuel Santos reveló que se reunió anoche con el Canciller de Noruega, Borge Brende, y un representante del gobierno de Cuba, países garantes del proceso de paz que se adelanta en La Habana, quienes ofrecieron sus buenos oficios para superar el impasse ocurrido con las Farc.
“Anoche me reuní personalmente, me pidió cita el señor Canciller de Noruega. Estuvimos reunidos con el Canciller de Noruega, con un representante de Cuba. Noruega y Cuba son garantes en este proceso. Me pidió que si podía darle un tiempo para ver si los garantes actúan en este episodio, en este impasse, y que muy rápidamente esperan poder encontrarle una solución”, indicó el Mandatario.
Y agregó: “Él está viajando en este momento para reunirse con el Canciller cubano, está viajando a La Habana. Y vamos a esperar a ver la gestión de los garantes, para poder continuar con este proceso, en el que estamos ya en la última fase”.
“Lo que espero es continuar buscando una solución a los problemas y poder terminar este proceso lo más pronto posible”, dijo.
‘Lo que sucedió en Conejo rompió los protocolos’
El Jefe de Estado reiteró que las Farc violaron las reglas de juego durante la visita de algunos de sus comandantes al Conejo, La Guajira.
“No es cierto que los protocolos, hay protocolos escritos y no escritos, les hayan permitido a las Farc reunirse con la población civil. Llevamos cinco reuniones. Yo efectivamente autoricé esas visitas de los comandantes de las Farc a sus frentes, porque me lo solicitaron para que se pudiera hacer una pedagogía con su gente, con sus bases, sobre lo que se está negociando en La Habana. Me pareció que era un paso correcto, que era un paso necesario”, sostuvo.
Recalcó que “lo que hicieron fue violar unas reglas de juego que se han establecido, que se han discutido en detalle. En ocasiones anteriores hubo inclusive una ocasión donde su pudo comprobar que se habían reunido con personal civil, no en poblaciones sino en las afueras, donde estaban autorizados, pero de todas formas se reunieron con el personal civil. Se les hizo el reclamo. Aceptaron que efectivamente habían obrado en forma equivocada. Y continuaron con las visitas haciéndolas en forma correcta”.
“Esto que sucedió en Conejo rompió los protocolos. Por eso reaccionamos como reaccionamos. Y esperamos que este impasse se pueda resolver de la forma como lo hemos establecido para poder acelerar las negociaciones”, subrayó el Mandatario.
El Presidente de la República reiteró que “no habrá zonas vedadas para la Fuerza Pública colombiana, eso también lo dijimos, no habrá ningún despeje”.
Fecha del 23 de marzo fue acordada por las dos partes
Sobre la fecha del 23 de marzo de 2016 para suscribir los acuerdos definitivos con las Farc, el Jefe de Estado dijo que es una fecha acordada por las dos partes.
“La fecha fue una fecha acordada por las dos partes. Y esa fecha no se ha modificado. Es decir, si se modifica la fecha, eso tiene que ser por acuerdo de las partes. Hay posibilidades de terminar, por lo menos los puntos fundamentales, yo los puse en un orden, cuatro puntos fundamentales, que podemos, si hay voluntad política, resolver antes de esa fecha. Y creo que si hacemos un esfuerzo en esa dirección lo podemos lograr”, puntualizó.
Plebiscito
El Mandatario señaló, por último, que el plebiscito es necesario y le conviene al proceso.
“Yo me mantengo en lo que he venido diciendo desde el comienzo de este proceso. Para darles precisamente tranquilidad a los colombianos, yo les ofrecí: cualquier cosa que negociemos, los acuerdos serán sometidos a algún tipo de refrendación. ¿Esa refrendación qué quiere decir? Que los colombianos tendrán la última palabra; decir sí o no a lo que se acuerde, eso da tranquilidad”, dijo.
Y añadió: “Yo creo que el plebiscito es necesario, es una consulta de un sí o un no, y creo que eso le conviene al proceso”.
Además confió en que la Corte Constitucional “le dé la bendición” al plebiscito, para que cuando se firmen los acuerdos se pueda convocar al pueblo colombiano.
Concluyó que está convencido de que cuando se sepa lo que significan los beneficios de la paz y los costos de la guerra, el pueblo colombiano en forma mayoritaria aprobará los acuerdos que se firmen en La Habana.