Los alivios que el Gobierno anunció a los industriales en el marco de su Congreso Nacional en Cartagena, estimados en 1,8 billones de pesos, apaciguaron el tira y afloje con los industriales durante un tiempo, ¿pero servirán para la recuperación del sector?
En el Congreso de la Andi, se creyó que este sería el escenario ideal para que todos los actores del sector industrial tanto privados como del gobierno, establecieran una hoja de ruta inmediata no para solucionar el día a día, sino para elaborar un plan de largo aliento.
Con razón el presidente de la Andi Bruce Mac Master ha dicho en diferentes ocasiones que se debe reconocer a la actividad industrial como de un bien público para pedir medidas de largo plazo. Es decir, el objetivo es que se consolide una política de Estado para un sector que tanto le aporta a la economía, no solo en recursos sino en empleo.
Ante la coyuntura actual de los Tratados de Libre Comercio y sus riesgos, el gobierno no debe demeritar los temores del sector sobre la competencia externa. Sin embargo, no se deben despreciar que unos sectores de la industria reciben el impacto directo de los productos externos a más bajo precio y con eso no se puede competir.
Los TLC
De acuerdo con el gremio, fue un error haberse concentrado exclusivamente en los TLC. El presidente de la Andi afirma que el orden lógico de las cosas hubiera sido desarrollar los sectores para volverlos potentes y luego sí buscar abrir los mercados.
“Pero Colombia no solo se abrió al mundo, sino que además nunca se dedicó a hacer un sector industrial fuerte”, sostiene. Siempre se dijo que una cosa traería la otra, es decir, que la apertura económica y de los mercados impulsaría el desarrollo industrial y económico. Las economías que abrieron sus mercados y al mismo tiempo fortalecieron sus industrias, como las asiáticas, ganaron en esa apuesta. “Colombia se la jugó por su lado y evidentemente las cosas no le salieron. Se tomaron medidas que privilegiaron el comercio exterior y se olvidó una fuerte política industrial”, dice Mac Master.
Antes esta situación, es importante tener en cuenta la ‘Estrategia para una nueva industrialización’, estudio desarrollado por Fedesarrollo, pero que verdaderamente marca lo que quieren los industriales. Este, además de incluir un diagnóstico sobre la actividad, contiene propuestas concretas sobre la estrategia de largo plazo que debe seguir el sector.
Es clave que se recupere la visión de que el aparato productivo es un bien público tal y como lo menciona el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master; un sector que a todo el mundo le conviene que funcione bien y que merece tener fomento e incentivos, que sean respaldados, eso sí, por el aumento de la productividad sectorial.
Para el profesor de ciencias económicas de la Universidad Nacional, Raúl Ávila Forero, mucho se ha se ha enfatizado en la urgencia de adoptar medidas en pro del mejoramiento de la competitividad y productividad manufacturera, disminuyendo costos, aumentando infraestructura y corredores logísticos aunados, y fortaleciendo la capacidad del talento humano.
Esto último con un enfoque especializado que responda a las necesidades actuales y futuras de la industria nacional a nivel técnico, tecnológico y profesional, y que cumpla con los altos estándares internacionales de competencias laborales, uno de los talones de Aquiles actuales del empresariado colombiano.
Dinamismo
Si bien el Gobierno, en cabeza del Ministerio de Comercio, Industria y Comercio, no ha escatimado en esfuerzos para incentivar e incrementar las exportaciones y ampliar el mercado externo, se debe actuar de manera uniforme en el fortalecimiento y dinamización de los procesos internos de producción que suplan la demanda de productos extranjeros.
Asimismo, lograr que los bienes exportados se internen en las cadenas globales de valor, para aprovechar este contexto e incentivar la investigación y el desarrollo de nuevas técnicas y tecnologías que mejoren los procesos. De esta forma, la industria será más competitiva y atractiva para la demanda externa e interna.
Sin duda se debe decir, antes de tener en cuenta los alivios y subsidios dados por el Gobierno, que el sector manufacturero no la está pasando nada bien. Los resultados de la última Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (en la que participan varios gremios de la producción) reflejan el débil panorama que enfrenta la actividad.
El tema de la reforma tributaria y todo lo asociado a los impuestos que debe pagar la empresa es el principal factor destacado por los encuestados con un 38.2%. El 27.5% indica que dicha política de industrialización debe tratar temas de beneficios tributarios y fomento a la inversión, seguido de temas de capital humano, capacitación de mano de obra y educación (22.1%). Otros aspectos claves mencionados fueron infraestructura, innovación, investigación y desarrollo y control al contrabando y la competencia desleal.