No renunciaré a mi cargo como Vicepresidente anunció ayer tajantemente Angelino Garzón, despejando dudas sobre su futuro tras ser derrotado por el británico Guy Ryder en la elección para dirigir la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Reitero que seré fiel al mandato del pueblo colombiano que nos dio el 20 de junio de 2010. Mi función como Vicepresidente va hasta el 7 de agosto de 2014 a las 3 de la tarde”, dijo ayer Garzón durante una rueda de prensa.
De aquí a allá, el Vicepresidente precisó que seguirá con sus funciones, las cuales “son definidas exclusivamente" por el presidente Juan Manuel Santos, porque “yo no tengo la facultad legal para hacerlo”.
Esas funciones, las definidas por Santos, son, de acuerdo al compendio realizado por el propio Garzón, la coordinación de la política integral de Derechos Humanos, la lucha contra la impunidad y la promoción de la cultura de diálogo social; y aclaró que “si el Presidente decide que mañana no tenga esas funciones, está en todo su derecho de hacerlo”.
Al ser reinterrogado sobre el tema, el vicepresidente Garzón expresó que “sacrifico cualquier aspiración personal, social o política para seguir con el propósito de tener un país más próspero”.
Sobre el origen de la especie de su renuncia, Garzón manifestó que provino de “algunos amigos y amigas de algunos partidos” y no “por los ex presidentes de la República”, lo que fue interpretado como una forma de indicar que Álvaro Uribe lo hubiera invitado a renunciar para conformar una fórmula para las elecciones de 2014.
Eso sí, no dudó en proclamar que seguirá hablando: “En este resto de tiempo estaré llamando la atención para que todas las políticas económicas, monetarias y fiscales que tome el Gobierno, tienen que tener rostro humano y en consonancia con la política integral de la defensa de los Derechos Humanos y sociales”.
“Siempre llamaré la atención al respeto de los derechos de los colombianos” al empleo, a la salud, a la educación, al agua potable y a la libre expresión, función que seguirá ejerciendo “como Vicepresidente y como ciudadano”, como quiera que eso es acorde con el carácter de la actual administración: “Si hay un Gobierno profundamente progresista, de promoción al diálogo y al entendimiento, es el del presidente Santos”.
Al calor de esa caracterización, Garzón invitó a partidos, organizaciones sociales y ex presidentes a unirse en propósitos nacionales superando diferencias y críticas.
Y para no dejar esperando a nadie, aprovechó para dar sus primeras opiniones sobre la actualidad, en esta oportunidad sobre la liberación del periodista francés Roméo Langlois.
Garzón consideró que las Farc debieron liberar al comunicador “hace 32 días y no ahora”; pero aprovechó para enviarles “mensaje respetuoso” a “mis colegas” periodistas sobre el cubrimiento del conflicto: “Nunca puede haber operativos militares en los que participen personas que no son militares. Zapatero a tus zapatos”.
Sobre el show de la guerrilla, manifestó que es preferible ver a los combatientes “bailando con la población” y no “echando bala, secuestrando y reclutando menores”.
En todo caso, dijo, “las Farc deben darse cuenta que el pueblo colombiano está mamado de la violencia, de esta guerra irracional”.
Sobre una carta de las Farc que le llevaría Langlois al presidente François Hollande, Garzón declaró que “no sabemos el contenido de la carta. Si el gobierno francés quiere ponerla a consideración, para eso están los canales diplomáticos. El presidente Santos ha reiterado que, en su momento, mirará qué personas nos pueden colaborar”.