Sin que el índice de inflación sea preocupante en estos momentos, varios sectores del agro están previendo que por culpa de la sequía el precio de los alimentos se dispare en los próximos meses, lo que cambiaría el rumbo en el costo de vida.
Sin embargo esta situación ha sido descartada de momento por el Gobierno. Pero mientras el ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo Salazar y el viceministro Ricardo Sánchez han dicho que el país está bien abastecido de alimentos y han rechazado una escalada alcista en los precios de productos básicos, los productores creen lo contrario.
Los funcionarios han precisado que si llega el Fenómeno del Niño, sus efectos sólo se manifestarían hacia finales del primer trimestre o principios del segundo trimestre del 2013 en cultivos transitorios y algunos de tardío rendimiento.
De todos modos la cartera de Agricultura está poniendo en marcha ayudas de tipo financiero para mejorar praderas, equipamiento y para proteger, con riesgo y drenaje, cultivos que requieran de agua.
De allí que a través de Finagro estará informando a la comunidad agropecuaria las líneas de crédito que pueden ser útiles en la época de extrema sequía.
En el sector privado, los productores reconocen que aunque a corto plazo el precio de los alimentos no subirá significativamente, sí temen que esta situación se presente antes de finalizar el año.
“Todo parece indicar que la sequía va a ser más fuerte hacia el final de año, lo que sería perjudicial para el sector toda vez que coincidiría con una época en que por lo general los productos se encarecen. Por eso el anuncio del Gobierno de emprender planes de contingencia, como alivios y créditos, es positivo para los agricultores y ganaderos”, sostuvo un productor de la Sabana de Bogotá.
A su vez, el analista privado Gonzalo Rodríguez dijo que “no sería raro que el valor de los alimentos se incremente, pero eso sería en el último trimestre del año. Como sucedió con el Fenómeno de La Niña, el precio de muchos productos se dispararon, como fue el caso de la papa, la habichuela, arveja, las leguminosas y tubérculos, aunque esa etapa coincidió con un buen abastecimiento que impidió que los consumidores pagaran altos precios”.
Para el pasado junio el Índice de Precios al Productor registró una disminución de 1,65%, tasa inferior en 1,48 puntos porcentuales frente a la de junio de 2011.
En lo corrido de 2012, la variación de Índice de Precios del Productor -IPP- fue de -2,17%, inferior en 6,11 puntos porcentuales frente al mismo periodo de 2011, cuando se ubicó en 3,94%.
En los últimos doce meses a junio, la variación acumulada fue -0,69%. Esta tasa es inferior en 5,41 puntos porcentuales frente a la registrada para el año precedente, cuando se ubicó en 4,72%.
De acuerdo al Sipsa –Sistema de Precios del Sector de la Agricultura-, a lo largo de la semana pasada se dio una reducción de los precios de las verduras y hortalizas, así como de los tubérculos y las frutas. En cambio, se incrementaron las cotizaciones del pollo y la carne de res.
En el caso de las verduras, este comportamiento se registró por segunda semana consecutiva ante la reducción de los precios del pimentón, la cebolla cabezona blanca y el pepino cohombro.
Para las hortalizas de hoja mejoró la producción en la Sabana de Bogotá, lo que generó la caída de las cotizaciones.
Durante esta semana el pimentón bajó de precio en treinta y cuatro de las treinta y ocho centrales mayoristas en las que se comercializó el producto, debido al buen abastecimiento proveniente de El Peñol (Antioquia), Lebrija y Los Santos (Santander), Sutamarchán (Boyacá) y Valle del Cauca. En las ciudades de Medellín y Cali el kilo se vendió a $1.091 y a $713, respectivamente.