Los separatistas prorrusos del este de Ucrania preparaban su referendo del domingo sobre la independencia, mientras que las fuerzas militares leales a Kiev continúan sus operaciones tras los sangrientos combates del viernes en Mariupol.
Esta ciudad del sureste ha sido escenario de enfrentamientos violentos, sobre todo cuando un grupo de unos sesenta insurgentes fuertemente armados atacaron la sede de la policía local.
Estos combates provocaron veinte muertos entre los atacantes y uno entre los policías, según el ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov.
Los separatistas de esta región decidieron mantener el proyecto de referendo sobre la independencia previsto para el domingo en el este de Ucrania, a pesar del pedido para postergarlo realizado por el presidente ruso Vladimir Putin.
Éste, por su parte, provocó el viernes la cólera de Kiev al viajar a Crimea por primera vez desde la reincorporación de la península por parte de Rusia, en marzo pasado.
En Sebastopol, Crimea, puerto histórico de amarre de la flota rusa del Mar Negro, Putin participó en las celebraciones de la conmemoración de la victoria de 1945 sobre la Alemania nazi, que se festeja el 9 de mayo en la ex URSS.
-"Intereses legítimos" -
El presidente ruso consideró que esta reincorporación (Stalin la había cedido a Ucrania en 1954) fue un acto de "fidelidad a la verdad histórica". Subrayando que Rusia respeta los derechos e interese de los otros países, por lo que él espera el respeto a sus propios "intereses legítimos".
Kiev denunció inmediatamente una "violación flagrante a la soberanía ucraniana", la que prueba que "Rusia no quiere buscar una salida diplomática" a la crisis.
Estados Unidos también denunció esta visita, que "exacerba las tensiones".
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, recordó que la Alianza atlántica no reconoce "la anexión de Crimea por parte de Rusia".
La canciller alemana Angela Merkel también lamentó en esta semana el anuncio de ese desfile en Crimea, mientras que las regiones del este de Ucrania, en las que Kiev y Occidente acusan a Moscú de atizar el separatismo, se hunden en la violencia.
Le reincorporación en marzo de Crimea a Rusia, denunciada como una anexión por Kiev, ha dado paso a la mayor crisis entre Moscú y los occidentales desde el final de la Guerra Fría.
En Ucrania, las celebraciones fueron más discretas. En Kiev, una breve ceremonia tuvo lugar en un parque desde el que se domina toda la ciudad, en presencia del primer ministro interino, Arseni Yatseniuk.
"Hace 69 años combatimos junto a Rusia contra el fascismo (...) Hoy, Rusia ha desencadenado una guerra contra Ucrania", dijo Yatseniuk.
-Kiev no renuncia-
Además de los combates en Mariupol, en Donetsk una unidad de un centenar de efectivos de la guardia nacional ucraniana llegó como refuerzo y fue atacada por manifestantes y militantes prorrusos armados. Un breve tiroteo provocó dos heridos, tras lo que los militares se fueron del lugar, según militantes prorrusos que no se identificaron.
Durante una conversación telefónica, el viernes, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, emplazó a su homónimo estadounidense, John Kerry, para que haga presión sobre las autoridades ucranianas para que cesen las "operaciones militares" en el sureste del país, según un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú.
El jueves, no obstante, Kiev había repetido que no tiene la menor intención de renunciar a reestablecer el orden en el este del país, donde comenzó el 2 de mayo un operativo militar que ya ha provocado decenas de muertos.
La tensión continúa muy presente en Ucrania al acercarse el escrutinio presidencial anticipado del 25 de mayo para elegir al sucesor del prorruso Viktor Yanukovich, destituido a fines de febrero después de tres meses de manifestaciones en su contra.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, es esperado en Kiev para apoyar esta consulta.
La Unión Europea (UE), Rusia y Ucrania mantendrán el lunes una nueva reunión, a nivel de expertos, sobre la seguridad del aprovisionamiento de gas ruso a la UE y Ucrania./AFP