La Comisión Europea propuso una reforma del sector bancario de la Unión Europea cuyo objetivo es separar las actividades bancarias de riesgo y las actividades comerciales, última herramienta de la reforma bancaria en el bloque destinada a evitar una nueva crisis.
Esta reforma alcanzará "a una pequeña cantidad de los bancos más grandes (...) para los cuales un rescate sería muy costoso y una resolución en caso de quiebra, muy compleja", indicó el comisario europeo de Asuntos Financieros, Michel Barnier, en un comunicado.
Estos bancos ya no podrán negociar a cuenta propia instrumentos financieros y materias primas, operaciones "de mercado de riesgo" cuyo fin es "lograr beneficios", estima la Comisión.
Las autoridades nacionales y el Banco Central Europeo (BCE) para la zona euro deberán, "o estarán obligadas", (a) imponer que los bancos que llevan a cabo operaciones de riesgo lo hagan a través de filiales para separar, dentro de un grupo, las entidades jurídicas.
La Comisión precisa que los bancos podrán no proceder a esta separación si demuestran a la autoridades de vigilancia que los riesgos a los que se expone "son compensados con otros medios".
Esta propuesta es menos ambiciosa con respecto a las propuestas de fines de 2012 del grupo de expertos dirigido por el gobernador del Banco de Finlandia, Erkki Liikanen. En su informe, Liikanen estipulaba una separación obligatoria entre las actividades de riesgo de los bancos y la banca minorista.
La Comisión busca armonizar la legislación europea. Alemania y Francia adoptaron sendas leyes de separación en 2013, pero no prevén la prohibición de invertir a cuenta propia.
Gran Bretaña tampoco prevé prohibirlo en su propia legislación que ya separa estrictamente las actividades de los bancos minoristas y de inversión.
Esta propuesta de reforma será discutida en el Parlamento Europeo, que se renueva en mayo. Asimismo la Comisión cambiará tras los comicios, por lo que es muy improbable que se decida algo este año./AFP