La elección de François Hollande como presidente de Francia sería negativa para el país y para Europa, estima el influyente semanario británico The Economist, quien tilda de "peligroso" al candidato socialista en su portada.
En un editorial mordaz en su edición publicada este viernes, el semanario señala que si tuviera oportunidad votaría por el actual presidente conservador y candidato a su reelección, Nicolas Sarkoy, en la segunda vuelta del 6 de mayo, "no tanto por sus méritos, sino para mantener fuera a Hollande".
El editorial apunta también a la necesidad de reforma de Francia.
"La deuda pública es elevada y sigue creciendo, el gobierno lleva más de 35 años sin excedente presupuestario, los bancos están subcapitalizados, el desempleo es persistente y corrosivo y, con un 56% del PIB, el peso del Estado francés es mayor al de cualquier país del euro", señala.
El programa de Hollande "parece muy pobre a la hora de responder a esto, especialmente teniendo en cuenta que los vecinos de Francia han emprendido verdaderas reformas", indica la publicación, añadiendo que el candidato socialista "habla mucho de justicia social pero casi nada de la necesidad de crear riqueza común".
El editorial explica que Hollande pretende subir impuestos, le reconoce el mérito de enfrentarse a la dura austeridad defendida por Alemania que pone en peligro la recuperación de la zona euro, pero considera que "lo hace por motivos equivocados".
El diputado socialista Michel Sapin, encargado del programa presidencial de Hollande, respondió este viernes en una entrevista con la radio Europe 1 que el semanario es "conocido" por ser "antifrancés y antisocialista" y prefirió recordar al Financial Times, quien subrayó la necesidad de promover el crecimiento en Europa, tal y como lo defiende el socialista.