El recrudecimiento de las lluvias en gran parte del territorio nacional está ocasionando graves inundaciones en regiones como Cundinamarca, Guajira, Magdalena, Santander, Chocó y la Costa Caribe.
Es tan grave la situación que en algunas regiones se ha decretado la alerta amarilla y en el caso de Riohacha se estudia la posibilidad de declarar la calamidad pública para afrontar los estragos dejados por el invierno.
Belkis Deluque, directora de Gestión del Riesgo de la capital guajira, informó que debido a que el 50% de la población está inundada, aún no ha sido posible tener una cifra exacta de afectaciones.
“Los organismos de socorro aún están en terreno atendiendo a la población y alistando albergues, ya los hemos citado para hacer un balance preliminar y poder determinar si estamos o no en la capacidad de atender la emergencia”, expresó Deluque.
La funcionaria no descarta la posibilidad de decretar una calamidad para mejorar la capacidad de reacción, además de buscar apoyo del gobierno departamental y nacional.
El Sistema de Alertas Tempranas (SAT) que opera la Cruz Roja en conjunto con Corpoguajira, anunció que ayer cayeron 115 milímetros de lluvias cuando lo esperado para todo el mes de noviembre era de 59.2 milímetros.
“Esto lo que indica es que las lluvias superaron en más de un 200 por ciento lo que se tenía previsto para este mes” indicó José Radith Zúñiga, coordinador del Sistema de Alertas Tempranas.
Así mismo, ante la amenaza que representaba la creciente del río Suratá, consecuencia de las lluvias las autoridades de Santander ordenaron a varias familias de asentamientos evacuar por prevención.
Según el director de Gestión de Riesgo de Bucaramanga, Luis Ortega Martínez, hay varios sectores cercanos al Café Madrid que necesitan ser desalojados por la creciente del río Suratá, como Villa Alicia, Puente Nariño a la espalda de Villas de San Ignacio, y se hace la evacuación para evitar emergencias.
Finalmente el director de Gestión de Riesgo de Bucaramanga señaló que estarán muy atentos con las comunidades ante las fuertes temporadas de lluvias que se aproximan.
En Magdalena, a causa de las fuertes lluvias y los desbordamientos de algunos ríos, más de mil familias han resultado damnificadas en algunos corregimientos del municipio de Zona Bananera.
Según Holmes Echeverría, alcalde de la población, “tenemos completamente inundado el corregimiento de Guacamayal, parte de lo que es Riofrío y el balneario, los barrios El Bajo y Las Malvinas, la Vereda de Macondo de Sevilla y la Vereda La Aguja”.
Igualmente, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, tomó medidas en coordinación del Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres (Cdgrd) para prevenir efectos por la temporada de lluvias que se avecina.
El Comité Departamental de Gestión del Riesgo ha decidido emitir la alerta amarilla para la cuenca media del río Bogotá y alerta naranja para los municipios de la cuenca baja.
Dichas alertas generan de inmediato la necesidad de activar los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo y los protocolos para el monitoreo, alarmas locales, evacuación y demás acciones según sus planes de contingencia en la ribera del río Bogotá y afluentes.
Al momento de la emisión del presente comunicado, han sido reportadas dos emergencias por desbordamientos en el territorio CAR, una en el Municipio de Apulo en la vía que de la capital de la República comunica con el municipio de Girardot, a la altura del kilómetro 39 por el desbordamiento de la quebrada Guacaná, situación que fue controlada en pocas horas y en este momento se encuentra totalmente superada.
Otra, en el municipio de Tocaima en las veredas Morro Azul, Puvenza, Acuata y en algunos barrios céntricos del municipio. Adicional, se reporta la pérdida de la banca en la carretera que comunica a los municipios de San Francisco y Supatá a la altura de ‘La Campiña’, lo cual generó el cierre total de la vía.