Seis consejos para controlar la intolerancia a la lactosa | El Nuevo Siglo
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Lunes, 10 de Julio de 2017

Las personas que tienen intolerancia a la lactosa no pueden digerir el azúcar (lactosa) que se encuentra en la leche. Como resultado, presentan diarrea, gases e hinchazón después de comer o beber productos lácteos. Esta afección, que también se llama absorción insuficiente de la lactosa, suele ser inofensiva, pero sus síntomas pueden ser desagradables.

Los signos y síntomas de la intolerancia a la lactosa suelen comenzar entre 30 minutos y dos horas después de haber comido o bebido alimentos que contienen lactosa. Los síntomas más comunes son diarrea, náuseas, calambres abdominales, hinchazón y gases.

La mayoría de las personas que tienen intolerancia a la lactosa pueden controlar esta afección sin necesidad de dejar de consumir todos los alimentos lácteos. Algunos métodos de prueba y error, podrá predecir la respuesta de su cuerpo a diferentes alimentos con lactosa y determinar qué cantidad puede comer o beber sin sentir molestias.

1. Mantener una buena alimentación: El calcio es importante para el desarrollo de los huesos y fortalecimiento de estos, reducir los productos lácteos no significa que no puedas obtener el calcio de otros alimentos como brócoli, productos fortificados con calcio como panes y jugos, salmón enlatado, leche de soja y de arroz, naranjas, fríjoles pintos y espinacas.

Asimismo, asegúrese de obtener suficiente vitamina D, la que se suele proporcionar en la leche fortificada. Los huevos, el hígado y el yogur también contienen vitamina D, y el cuerpo genera vitamina D cuando pasa tiempo al sol.

2. Elija porciones más pequeñas de lácteos: Beba pequeñas porciones de leche de a sorbos, hasta 4 onzas (118 mililitros) por vez.  Cuánto más pequeña sea la porción, menos probabilidades tendrá de que cause problemas gastrointestinales.

3. Reserva la leche para las comidas. Beba leche junto con otros alimentos. Esto desacelera el proceso digestivo y puede reducir los síntomas de la intolerancia a la lactosa.

4. Pruebe consumiendo varios productos lácteos diferentes: No todos los productos lácteos tienen la misma cantidad de lactosa. Por ejemplo, los quesos duros, como el queso suizo o el cheddar, tienen pequeñas cantidades de lactosa y no suelen provocar síntomas. Es probable que toleres los productos lácteos cultivados, como el yogur, porque las bacterias que se utilizan en el proceso de cultivo producen naturalmente la enzima que descompone la lactosa.

5. Tome tabletas o gotas de enzima lactasa: Las tabletas o las gotas de venta libre que contienen la enzima lactasa (como Dairy Ease, Lactaid y otros) pueden ayudarte a digerir los productos lácteos. Puedes tomar los comprimidos antes de una comida o un bocadillo. O bien, puedes agregar las gotas a un cartón de leche. Estos productos no ayudan a todas las personas con intolerancia a la lactosa.

6. Consuma probióticos: Los probióticos son organismos vivos que se encuentran en el intestino y que ayudan a mantener el aparato digestivo saludable. Estos probióticos también están disponibles como cultivos activos o «vivos» en algunos yogures o suplementos en forma de cápsulas. Generalmente, se considera que los probióticos son seguros y es posible que valga la pena probarlos si otros métodos no funcionan.