Uno de los retos más importantes en su cargo será la seguridad humana, una de las banderas más importantes de la actual Administración, aseguró la socióloga santandereana Gloria Inés Flórez, tras posesionarse como secretaria de Gobierno.
“Fortalecer la seguridad humana que es tarea esencial para nosotros en la ciudad y para Colombia entera”, es la principal recomendación que le hizo el alcalde Gustavo Petro, sostuvo la funcionaria.
“Aquí en Bogotá nos la jugamos por la paz. Este es el principal laboratorio de la construcción de la paz en Colombia. Aquí podemos empezar a construir el posconflicto y desde aquí pueden empezar a salir muchas ideas, iniciativas y prácticas que van a contribuir con la reconciliación de todos los colombianos y todas las colombianas. Esta es la Bogotá Humana que se pone desde ya al servicio pleno de la construcción del posconflicto y la construcción de la paz”, dijo.
Flórez quien aseguró que buscará mejorar las relaciones con el Concejo, escuchando su diversidad política: “La relación es el diálogo con el Concejo de Bogotá. Espero oírlos a cada uno de ellos y de ellas, escuchar sus opiniones y hacer un diálogo constructivo que nos permita sacar adelante las tareas de la ciudad y estoy en toda la disposición de hablar con todos los sectores políticos y sociales, para construir esa gobernabilidad que buscamos”, dijo.
“Y quiero convocar al Concejo a que nos ayude a construir una política ciudadana plena que permita que esta ciudad sea segura para todos y para todas dentro de una política de inclusión social que es la que ha imperado en el programa de Gobierno de Gustavo Petro”, aseguró.
Muhamad no renuncia
La secretaria de Ambiente, Susana Muhamad, dijo que mantiene su compromiso para culminar las metas planteadas dentro del plan de desarrollo de la Bogotá Humana, al desmentir los rumores sobre su dimisión.
Tras señalar que desde Ambiente se han promovido retos fundamentales como el plan de ascenso tecnológico para modernizar la flota de transporte público colectivo, introduciendo cambios sustanciales como la movilidad eléctrica en el corredor de la carrera séptima, que marcan la pauta para mejorar las condiciones ambientales de la ciudad, Muhamad dijo que “todas estas acciones hacen parte del propósito planteado por el Gobierno distrital para que al finalizar el periodo de la Bogotá Humana, la ciudad esté preparada para los retos que significan afrontar el fenómeno global del cambio climático, del cual ya estamos viendo las consecuencias”.
Robo de celulares
Antes de renunciar, Hugo Ernesto Zárrate presentó, a través de un video, la prueba que evidenciaría que los teléfonos celulares reportados como robados no están siendo bloqueados.
Zárrate advirtió que “las bases de datos negativas de estos celulares son parte de las pruebas” que su despacho “presentó ante la Fiscalía”.
“La Sijin tiene desde hace varios meses un listado de celulares incautados por robo”, señaló, añadiendo que esos equipos “siguen prestando el servicio de manera ilegal”.
Zárrate confirmó que la Administración distrital envió una carta al Ministerio de las TIC para que sancione de manera evidente y ejemplar a estas compañías porque, según él, están incurriendo en clara evidencia delictiva de negligencia.
El hoy exfuncionario recordó la preocupación del alcalde Petro con respecto a este delito, por lo que insistió en que el Gobierno nacional y la justicia deben actuar pronto para que el Distrito no siga afrontando esta problemática de salud pública contra los ciudadanos, teniendo en cuenta el número de vidas perdidas por esta causa.
Del operativo realizado la semana pasada por parte de la Policía Metropolitana de Bogotá y las autoridades judiciales en el Centro Comercial Las Avenidas, la mayoría de los 6.500 celulares incautados aparecerían reportados en la base de datos negativa como robados, lo que significa para el subsecretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Jonathan Nieto, que “a estos aparatos no se les puede volver a poner una sim card, ni se pueden activar sin la colaboración de estas empresas”.
Según las autoridades, el negocio del hurto y la compraventa ilegal de celulares en Bogotá representaría 190.000 millones de pesos, lo que ha venido generando muertos y heridos. En lo corrido del presente año tres personas han perdido la vida por el robo del celular.