Con la ceremonia pública hoy de investidura de Barack Obama para otro mandato como presidente de Estados Unidos, de igual forma para Colombia arranca un segundo tramo en las relaciones con este gobierno. Aunque no se esperan cambios fundamentales en los temas que han manejado las dos naciones en los últimos 4 años, es necesario hacer algunos énfasis por parte de nuestro país, especialmente en materia de paz y lucha contra el narcotráfico.
Así lo consideran varios líderes de diferentes sectores consultados por EL NUEVO SIGLO, quienes piensan que la continuidad del actual Gobierno norteamericano es una oportunidad para que Colombia busque mejorar algunos aspectos en las relaciones bilaterales, tradicionalmente fundamentadas en la cooperación y mutuo beneficio.
En su primer mandato (2009-2013) Obama coincidió con dos presidentes colombianos: Álvaro Uribe en su segundo periodo y luego, desde el 7 de agosto de 2010, con Juan Manuel Santos.
Pero además como el Mandatario norteamericano estará en el poder hasta 2017, tratará con un tercer jefe de Estado colombiano, quien salga elegido en 2014, o con el mismo Santos en caso de que busque su reelección.
Postconflicto
El vicepresidente de la Comisión Segunda del Senado, Carlos Fernando Motoa, señaló que Estados Unidos jugaría un papel decisivo en caso de que se logre llevar a feliz término los diálogos en La Habana para buscar desactivar el conflicto armado en Colombia.
“Yo creo que en ese proceso de reinserción, en ese proceso de reincorporación de los grupos armados a la sociedad civil, si el proceso culmina bien por supuesto Estados Unidos sería fundamental en ayuda, en cooperación, en colaboración en esas políticas de reincorporación y resocialización”.
En el plano económico el Senador de Cambio Radical consideró que si bien Estados Unidos se mantiene como el primer socio comercial de Colombia, es una relación que siempre es necesario cultivar. “Cerca del 40% de las exportaciones de Colombia van para Estados Unidos, así que esas relaciones comerciales en cualquier momento toca cultivarlas, acentuarlas y mejorar las condiciones de las mismas”.
Añadió que otros temas como la seguridad ya no tienen por qué ser el eje de las relaciones bilaterales, “Colombia ya tiene como adultez para ese tipo de temas, que ya no son tan relevantes, que inclusive el mismo Gobierno no lo ha puesto como prioridad en las relaciones binacionales con Estados Unidos”.
TLC
El presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz, dijo que aprovechar el TLC debe ser un objetivo de Colombia en este segundo tramo de las relaciones con la administración Obama.
“Yo creo que un poco el objetivo para Colombia es ver cómo aprovecha ese TLC que se firmó y entró en vigencia hace un año, particularmente la posibilidad de diversificar nuestras ventas allá, que están muy concentradas en productos básicos, el petróleo fundamentalmente. La cosa es ver cómo logra uno que las manufacturas, los productos agroindustriales, puedan tener una mayor presencia en ese mercado”, indicó.
El directivo gremial dijo que un año es un tiempo muy corto para ver resultados concretos del comercio entre ambas naciones en el marco del TLC. “Yo creo que hay avances en la medida que uno ve que empiezan a aparecer nuevos productos. Nosotros identificamos el año pasado 194 productos que no se estaban exportando a Estados Unidos y que ahora aparecían en el marco del TLC”.
Díaz explico que a pesar de que Estados Unidos sigue siendo el mayor socio comercial de Colombia, los problemas de su economía llevan a “que de pronto, la dinámica no sea la misma, particularmente por el tema del petróleo, de productos básicos fundamentalmente. Pero lo que uno espera es que esto sea coyuntural, y que estos acuerdos no se pueden ver con esa óptica de coyuntura, estos acuerdos tienen un horizonte mucho más amplio. Entonces lo que uno apuesta es a que la economía de los Estados Unidos se recupere y uno pueda tener una mayor participación en ese mercado”.
Lucha antidrogas
El director de la Fundación Seguridad y Democracia, Alfredo Rangel, señaló que en este momento de las relaciones de Colombia con Estados Unidos no se puede descuidar el tema de la lucha contra el narcotráfico, “que aunque ha resultado muy exitosa en los últimos 10 años, sin embargo se evidencia unos incrementos preocupantes de las hectáreas sembradas de coca y de la producción de cocaína. Así que bajar la guardia en este aspecto sería posibilitar el incremento de los recursos de todos los grupos criminales”, consideró.
En cuanto a los recursos que Estados Unidos ha venido entregando a Colombia en la última década para combatir el narcotráfico en el marco del Plan Colombia, Rangel recordó que han sufrido recortes en los términos que estaban acordados, pero “me parece que esa relación bilateral debería reconsiderar lo que está ocurriendo en el caso de las drogas ilícitas porque un incremento de la producción sería preocupante después de haber tenido éxito en los años anteriores”.
Derechos humanos
El representante a la Cámara y copresidente de la Comisión de Paz del Congreso, Iván Cepeda, consideró que en materia de la defensa de los derechos humanos, el mejor aporte que puede hacer Estados Unidos en este momento es su apoyo a los diálogos para buscar poner punto final al conflicto.
Añadió que “el conflicto armado colombiano es la principal fuente de violaciones masivas y de crímenes de toda índole contra la población. Así que Estados Unidos como un componente sustancial de la comunidad internacional” puede contribuir al propósito de que se logre materializar el proceso de paz en Colombia.
El año anterior el Congreso colombiano aprobó la reforma al Fuero Penal Militar, que según varios organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la OEA podría ser una puerta abierta a la impunidad por las violaciones a los derechos humanos por parte de los uniformados.
En ese sentido, Cepeda dijo que los alcances de esta reforma deberían ser tenidos en cuenta por el Departamento de Estado de Estados Unidos a la hora que haga el estudio que indique si certificará o no a Colombia en derechos humanos.
Finalmente, el Parlamentario pidió que “en vez de una alianza militar, Estados Unidos contribuya efectivamente al desarrollo, a la paz, a la reconciliación. Es decir, que haya un cambio de prioridades en la agenda de Estados Unidos sobre Colombia”.
Extradición
En materia de justicia el analista Ramiro Bejarano consideró que en esta nueva etapa de las relaciones de Colombia y Estados Unidos se debe hacer énfasis “en el tema de la lucha contra el narcotráfico, me parece que es muy importante” así como reprimir el lavado de activos y blanqueo de capitales.
En tanto que sobre el acuerdo de extradición de nacionales que hay entre los dos países, Bejarano dijo que “lo que debe tenerse en cuenta ahora es el mecanismo de cooperación internacional, en el sentido que las personas que sean extraditadas puedan comparecer a la justicia. La extradición de colombianos, a mí me parece que está funcionando de acuerdo a como está pactado, que el Gobierno americano pide la extradición y aquí se tramita, y se van las personas. Lo que seguramente se tendrá que revisar es que ha habido equivocaciones, para que no extraditen las personas y a los seis-siete meses están aquí”.
De otra parte, el presidente Santos ha planteado a la comunidad internacional la necesidad de analizar si es necesario dar otro enfoque a la guerra contra los narcóticos. Incluso tras la reunión el pasado 12 de enero con el expresidente norteamericano Jimmy Carter en su visita a Colombia, Santos dijo que revisaron lo que se ha llamado la guerra contra las drogas, “cuyos resultados dejan mucho qué desear”.
Frente a este tema Ramiro Bejarano dijo que no ve que el país vaya a impulsar ese proceso, “me parecería mejor que Colombia estuviera a la expectativa de ver cómo se está adelantando esa campaña y ahí sí presentar su iniciativa”.
Deuda externa
Para el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Domingo Tovar, el Gobierno colombiano debería aprovechar el peso que tiene Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional en aras de dar un manejo a su alta deuda externa. “Lo primero que hay que hacer es regularizar el problema del endeudamiento externo de Colombia, pues para nadie es un secreto que el Fondo Monetario Internacional tiene una conducción desde el Gobierno norteamericano”, dijo.
El dirigente sindical añadió que también es importante ver en la práctica “cómo el Gobierno norteamericano permite que se den soluciones políticas negociadas en los países en donde se viven conflictos armados”, en este caso frente a los diálogos que el Gobierno colombiano emprendió con la guerrilla de las Farc desde noviembre pasado.
Igualmente, el Presidente de la CUT dijo que es necesario que “el Gobierno norteamericano reconozca que Colombia es un país independiente y soberano, y como tal merece ese respeto. Y ojalá saque lo más pronto posible de nuestro territorio, todo lo que tiene aquí en armas bélicas y recursos humanos”.
Finalmente, Tovar dijo que es necesario que se cumpla el acuerdo del plan de acción para los derechos humanos, que suscribieron los gobiernos de Colombia y Estados Unidos.
El mejor momento
El exembajador de Colombia en Washington, Juan Carlos Esguerra, consideró que en el punto en que están las relaciones de Colombia con Estados Unidos, que dijo “es magnífico”, lo que hay que hacer es conservarlas, “mantenerlas, profundizarlas y ensancharlas. Me parece que es momento en el cual ambos países tienen intereses comunes en temas que son importantes para ambos tanto en materia de comercio como en derechos humanos, como en materia de revisar la lucha contra las drogas. Ambos países están pensando en que eso debe volverse a mirar, volverse a analizar para ver qué se hace de aquí en adelante”.
Esguerra coincidió con quienes afirman que Barack Obama no le dio la debida importancia a Latinoamérica en su primer mandato. “Él había creado antes de su primer gobierno unas enormes expectativas sobre consolidar los nexos con la región latinoamericana”.
En ese sentido Esguerra consideró que Obama está en deuda en cuanto a intensificar y consolidar las relaciones con América Latina para cumplir “con las expectativas que se crearon antes de su primer gobierno, sobre lo cual ha dejado entrever que probablemente en el segundo gobierno va a hacer más cosas de las que pudo hacer en el primero”.