Una de las grandes incertidumbres tanto para la economía nacional como mundial es descifrar para dónde va el precio del dólar. Su cotización, que profundizó el déficit comercial del país por el desplome de los precios del crudo es todo un misterio aunque existen algunas tendencias para saber cómo debería prepararse en caso que la divisa siga apreciándose y en su camino profundice la devaluación del peso.
De acuerdo con una encuesta de Fedesarrollo, las expectativas de los agentes sobre el comportamiento de la tasa de cambio sugerían que el precio del dólar se ubicaría alrededor de $2.300 para finales de 2014, hecho que no sucedió y se mantuvo arriba de esa cifra.
Por cuarto mes consecutivo, la tasa de cambio mantuvo una tendencia al alza, después de la fuerte apreciación presentada entre marzo y julio del presente año producto del denominado “Efecto JP Morgan”, y alcanzando para el periodo julio-noviembre una depreciación cercana al 17,8%.
Expectativas
Ante esta dinámica, la expectativa de los agentes en el momento de responder la encuesta, entre diciembre 2 y diciembre 10, era que el precio del dólar se ubicaría alrededor de $2.300. Esto representaba un incremento de 170 pesos en la expectativa mediana para el cierre del 2014, en comparación con la medición realizada en el mes de noviembre.
Bajo el panorama económico actual existe gran incertidumbre en torno al precio de la divisa para 2015. En este sentido, para finales del primer trimestre de 2015, los analistas esperan que el dólar se ubique entre $2.200 y $2.325, con $2.250 como punto de convergencia de las expectativas.
Por último, para un horizonte de seis meses, el 50% de las respuestas de los analistas alrededor de la mediana ubican la tasa de cambio en el rango de $2.180-$2.350, con $2.280 como respuesta mediana.
No en vano, en diciembre pasado y por cuarto mes consecutivo, los factores externos se posicionaron como los de mayor relevancia a la hora de invertir, siendo escogidos por el 37,6% de los analistas. Por su parte, la política fiscal se mantuvo en el segundo lugar con el 35,5% de los encuestados. El crecimiento económico, que el mes pasado concentraba el 11,8% de las respuestas mantuvo la tercera posición, esta vez con el 15,1% de los analistas encuestados.
En efectivo
De otro lado, buena parte de los administradores de portafolio planea aumentar o mantener sus posiciones en efectivo, fondos de capital privado y acciones internacionales, para los próximos tres meses. Por el contrario, se esperan importantes disminuciones en las posiciones de commodities, y en menor medida, en deuda privada indexada a la DTF.
La expectativa de los inversionistas es la de aumentar o mantener sus posiciones en efectivo para los próximos tres meses, con un balance considerablemente mayor al presentado el mes anterior. Los encuestados planean además aumentar o mantener sus posiciones en fondos de capital privado y acciones internacionales, aunque para ambos el balance disminuyó con respecto a la medición realizada en noviembre.
Por otra parte, se evidencia nuevamente una expectativa de disminución en las posiciones de commodities, incluso mayor a la registrada el mes pasado y estando posiblemente relacionada con la tendencia a la baja en los precios de algunos de estos activos.
De otro lado, a pesar de que una gran cantidad de variables jugarán un papel importante sobre el comportamiento de la tasa de cambio en el 2015, consideramos que los precios del petróleo continuarán siendo el factor más relevante.
El déficit fiscal
De hecho, el peso ha actuado recientemente de tal manera que evitaría grandes desviaciones del déficit fiscal observado frente a la meta estipulada para 2015, consistente con las estimaciones del Gobierno en relación con la sensibilidad de las cuentas fiscales a los precios del petróleo y la tasa de cambio. Así, el peso se ha comportado como un estabilizador automático que previene un fuerte deterioro del balance fiscal. Por supuesto, se mantiene la alta incertidumbre con respecto al futuro de los precios del petróleo.
De acuerdo con el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), los estimativos del Gobierno sugieren que ante una caída de 1 dólar en los precios del petróleo, los ingresos fiscales se reducirían en 420 mil millones de pesos, mientras que si se presenta una depreciación de 10 pesos, se generaría un incremento de 321 mil millones de pesos en los ingresos.
Considerando que los supuestos del Gobierno para 2015 en tasa de cambio y precio del petróleo se mantienen actualmente en un promedio de 1.930 pesos y 98 dólares respectivamente, el análisis de sensibilidad sugiere que si los precios del petróleo permanecen alrededor de los 70 dólares en promedio durante 2015, la tasa de cambio que permitiría mantener el déficit fiscal cercano a la meta del Gobierno estaría cercana a los 2.300 pesos.
En este mismo sentido, la fuerte caída en los precios internacionales del petróleo y otros productos básicos consolida un escenario de debilidad del entorno externo colombiano que afectará de manera negativa su desempeño a lo largo de 2015.
Como era de esperar, el peso se ha devaluado, lo cual puede amortiguar los efectos de la debilidad en las variables externas sobre la brecha del producto, e incidir en el nivel de inflación de corto plazo. La flotación cambiaria ha mostrado ser un mecanismo eficaz que permite absorber los choques externos.
La debilidad del peso y por consiguiente la fortaleza del dólar va a depender de decisiones externas como las tasas de interés de la FED. /ENS