Seguir ganando, motivación que sigue intacta: Ibargüen | El Nuevo Siglo
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Jueves, 3 de Agosto de 2017
Agence France Presse

La atleta colombiana Caterine Ibargüen llega a Londres-2017 con las máximas expectativas. Este año, la campeona olímpica y mundial de triple salto se ha propuesto batir el récord planetario y así lo confesó en una entrevista a la AFP.

A sus 33 años, después de haber ganado el bronce en el Mundial de Daegu-2011, se hizo con el oro en Moscú-2013 y Pekín-2015. 

Entre medias, fue plata en los Juegos Olímpicos de Londres-2012 y oro en los de Rio-2016.

"Pero la motivación de seguir ganando sigue intacta, trabajo fuertemente para eso. Este año me motiva el campeonato del mundo y el récord mundial", afirma Ibargüen.

"Estoy en buena condición física y psicológica, para anhelar batir un récord del mundo en 2017", añade la colombiana, que si no lo consigue en Londres espera intentarlo en lo que resta de año.

El récord del mundo de triple salto femenino está en poder de la ucraniana Inessa Kravets desde el Mundial de Gotemburgo de 1995 (15,50).

Ibargüen tiene el noveno mejor registro de todos los tiempos, con 15,31, 19 centímetros menos que la ucraniana.

La mayor rival de Caterine Ibargüen en Londres-2017 será otra latinoamericana, la venezolana Yulimar Rojas, once años más joven que la colombiana.

La venezolana, que cumple 22 años en octubre, hizo el mejor registro de la temporada el 2 de junio en la ciudad española de Andújar (14,96).

Ibargüen tiene el segundo mejor registro del año (14,86), logrado el pasado 21 de julio en la reunión de Mónaco, donde Rojas fue segunda a tres centímetros (14,83).

La venezolana hizo 14,84 en Roma, donde Ibargüen fue segunda con 14,78.

Ambas se han repartido las cinco mejores marcas del año.

"Para mí, cada una de las participantes es un rival fuerte. Todas tenemos las mismas opciones. Siempre me enfoco en la rival que llevo dentro, en superar muchas cosas de mí misma a la hora de la competencia", afirma Ibargüen a la pregunta de cuál será su rival más peligrosa.

Sin una retirada en el horizonte 

A Ibargüen, cuando su carrera deportiva está entrando en su último tramo, le emociona seguir sumando títulos.

"Cuando gano, pasan muchas personas por mi cabeza, que hacen parte de mi motivación. Mi familia, pareja, entrenador, Colombia, equipo de trabajo y amigos", señala.

"La fecha para dejar de competir será cuando no disfrute de entrenar, de cada salto, del público y los viajes", añade ante la pregunta de si ha fijado un final para su carrera.

Ibargüen es el símbolo de una generación de deportistas que está dando muchas alegrías al deporte colombiano, como el segundo puesto del ciclista Rigoberto Urán en el Tour de Francia como última muestra.

"Creo que los colombianos somos personas con mucho talento, disposición y ganas de conseguir grandes cosas. Cuando nos fijamos metas, trabajamos por ellas. Las ganas de cada deportista, la imagen de grandes leyendas y la visualización del presente del deporte colombiano ayuda a la motivación, al trabajo, porque los futuros deportistas pueden ver que es posible que un deportista colombiano esté en lo más alto del nivel mundial", resume Ibargüen para explicar este pequeño boom del deporte de su país.

Ibargüen sigue muy agradecida a su mentor, el entrenador cubano Ubaldo Duany, con el que ha llevado toda su exitosa carrera.

"Es mi motor y más que un entrenador es un padre. Es la persona que me puso a soñar en grande y nunca soltó ni ha soltado mi mano hasta esos sueños hacerlos realidad", explica. 

Caterine Ibargüen mantiene en todas las competiciones sus aretes de la suerte, sus zapatillas talismán y escucha la misma música durante las pruebas.

"Seguiré con ellos en este Mundial. Seguro. Hacen parte de mi inicio y hasta el final estarán conmigo", concluye la colombiana.

En Londres espera que le sigan dando suerte.

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