El secuestro en Colombia, en mínimos históricos tras haber sido la principal fuente de financiación de las guerrillas, sigue siendo un obstáculo para iniciar diálogos de paz con el ELN, que evita abandonarlo como arma de guerra.

En 2000, secuestraban a casi 10 personas al día en el país. En 2015, había una retención cada dos días, principalmente a manos de la delincuencia común, según la Policía Nacional. En los primeros cuatro meses de 2016, hubo 57.

Pese a que el gobierno de Juan Manuel Santos exige al Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) que libere a sus rehenes antes de iniciar la fase pública de negociaciones para acabar con 50 años de conflicto, como anunciaron el 30 de marzo, las retenciones por parte de este grupo se han incrementado.

"En los primeros meses del 2016 se ha visto un aumento de los secuestros del ELN, con siete casos", dijo a la AFP Fernando Murillo, director antisecuestros de la Policía Nacional.

En días previos al 30 de marzo, la guerrilla liberó al funcionario Ramón Cabrales (después de que su familia pagara un rescate) y al soldado Jair de Jesús Villar, exigencia de Santos para cerrar las negociaciones preliminares que duraron más de dos años. Pero en el último mes y medio, la guerrilla volvió a secuestrar.

Para Murillo, este repunte "impacta" a las autoridades, que habían visto cómo "esa práctica ya había disminuido mucho entre los grupos guerrilleros", especialmente por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), que iniciaron su proceso de paz con el gobierno en 2012.

- ¿Cuántos son? -

"El presidente pretende imponernos una condición sin ser un acuerdo establecido (en la agenda)", declaró Nicolás Rodríguez Bautista, "Gabino", máximo jefe del ELN, en una reciente entrevista con un medio local en la que insistió en que el final de las operaciones de secuestro tendrá que ser negociado.

Los civiles en manos del ELN son "muchos menos de lo que la gente se imagina", agregó "Gabino", que no citó a los uniformados retenidos.

Aunque el gobierno no tiene un dato oficial de retenidos por los rebeldes, el Ministerio de Defensa maneja la cifra de siete, según conoció la AFP. "Puede que tengan más de 10 personas, que pueden tener secuestradas desde hace mucho tiempo", indicó Murillo citando investigaciones policiales.

"Es muy difícil saber cuántos son. Unas fuentes hablan de unos dos o tres, y otras dicen que pueden ser 10", afirmó el analista Frederic Massé.

Según este experto en resolución de conflictos, puede tratarse de un elemento de presión del ELN para forzar "uno de los puntos clave de la negociación, que es el cese al fuego bilateral para que se reduzca la presión militar sobre ellos", al que el gobierno se niega.

El ELN es el grupo que más secuestros políticos se ha atribuido en Colombia (21%), según el Centro Nacional de Memoria Histórica, que asegura que 60% de todos los secuestrados entre 1970 y 2010 fueron liberados tras pagar rescate.

- Del campamento al cajero -

Las guerrillas empezaron a financiarse con secuestros entre las décadas de 1970 y 1980, pero a partir de 1995, el delito se disparó, hasta que volvió a caer a mediados de los 2000, según el mismo informe. Esta fuente de ingresos acabó siendo sustituida por el narcotráfico y la minería ilegal.

Retenciones como la de la candidata presidencial Ingrid Betancourt, liberada tras seis años de secuestro en 2008 junto con otros rehenes, dieron gran repercusión internacional a un conflicto iniciado como una sublevación campesina en 1964 y que deja ya más de 260.000 muertos y 6,8 millones de desplazados.

Las FARC, afirma el Centro Nacional de Memoria Histórica, concentran la presunta autoría de un tercio de los casi 40.000 secuestros documentados desde 1970. Unos 10.000 fueron atribuidos al ELN.

"Por el conflicto se enfocaba mucho al secuestro político y extorsivo. Hoy, la mayoría son secuestros simples", agregó Murillo. Se trata de retenciones de más corta duración, a menudo inferiores a un día, como la modalidad conocida como "paseo millonario", en la que taxistas fraudulentos roban a sus pasajeros, obligándolos a retirar efectivo de cajeros.

Las retenciones a manos de la delincuencia común suponen actualmente 65% del total, mientras que en 2000, esta misma proporción la representaban los secuestros políticos o extorsivos, según la policía.

Los grupos armados se atribuyen los secuestros y tratan de "sacar a sus rehenes hacia zona rural, a campamentos, zonas muy alejadas, donde los tienen guardados hasta poder negociar", explicó Murillo, mientras "la delincuencia común intenta hacer negociaciones rápidas para no generar toda esa infraestructura".