El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, dijo que el secuestro de más de 200 adolescentes a manos del grupo Boko Haram marca el "principio del fin del terrorismo" y agradeció a las grandes potencias su ayuda.
Nigeria enfrenta desde hace cinco años la insurgencia de Boko Haram, que tiene dificultades en contener, y los expertos cuestionan que el país pueda poner fin a la violencia sin ayuda exterior.
"Creo que el secuestro de estas jóvenes marca el comienzo del principio del fin del terrorismo en Nigeria", declaró Jonathan en un discurso pronunciado en sesión plenaria del Foro Económico para África.
Jonathan dio las gracias al Reino Unido, China, Francia y Estados Unidos por haberse comprometido a enviar expertos para ayudarles a encontrar a las adolescentes secuestradas el 14 de abril en su escuela secundaria de Chibok, en el estado de Borno, un ataque que conmocionó al mundo entero.
Esta semana, el presidente estadounidense, Barack Obama, ya había realizado unas declaraciones en este sentido.
En una entrevista a la cadena estadounidense ABC, Obama estimó que este secuestro podría "ayudar a movilizar a toda la comunidad internacional para hacer algo por fin" contra una organización como Boko Haram.
Muchas personalidades públicas y famosos se han sumado en los últimos días a la campaña de movilización en las redes sociales con la palabra clave #BringBackOurGirls.
La mayoría de los ataques recientes de los insurgentes han sido en el remoto y empobrecido noreste, pero dos coches bomba en las afueras de la capital, Abuya, en el último mes han demostrado la gran amenaza que supone la rebelión islamista.
Jonathan esperaba que la celebración del Foro Económico para África fuera una demostración del progreso económico del país y de su emergencia como principal economía del continente, pero los titulares se han centrado en Boko Haram.
Jonathan agradeció a los más de 1.000 delegados que viajaron en representación de 70 países a la capital federal nigeriana, muy vigilada tras los dos atentados que causaron más de 90 muertos en menos de tres semanas a la salida de la ciudad.
"Ustedes nos aportan apoyo para que ganemos la guerra que libramos contra el terrorismo", dijo. "Si se hubieran negado a venir por miedo, habría ganado el terrorismo", añadió el presidente.
- El mundo se suma a la búsqueda de las secuestradas -
Nigeria se ha resistido por lo general a la cooperación en materia de seguridad con las potencias occidentales, una negativa que según varios analistas ha perjudicado su lucha contra los militantes que han matado a miles de personas desde 2009.
"Hasta ahora, los nigerianos han sido reacios a aceptar la asistencia estadounidense, en particular en lo referente a su propia seguridad", indicó John Campbell, antiguo embajador estadounidense en Nigeria.
Muchos esperan que la colaboración en la búsqueda de las secuestrados amplíen la capacidad de Nigeria a derrotar a Boko Haram.
Washington planea enviar a un equipo de algo menos de 10 militares y de especialistas del Depatamento de Justicia y del FBI, indicaron responsables estadounidenses.
Gran Bretaña enviará a expertos en planificación y coordinación y Francia ha ofrecido a un equipo de especialistas. China por su parte aportará apoyo de sus servicios secretos e imágenes de satélite.
Estados Unidos y los trabajadores sociales de Chibok han expresado su temor a que muchas de las 223 todavía secuestradas por Boko Haram podrían traficar con las chicas más allá de las fronteras con los vecinos Chad o Camerún.
Los temores se dispararon cuando el jefe de Boko Haram, Abubakar Shekau, amenazó en un video con "vender" a las chicas como "esclavas" o "casarlas a la fuerza", un mensaje que aterró a los familiares de las menores.
Al tiempo que crecía la preocupación por la suerte de las chicas, las últimas masacres de los islamistas cerca de la frontera con Camerón subrayan la naturaleza regional del conflicto.
Después de irrumpir en Gambory Ngala a bordo de vehículos armados el lunes a mediodía, los hombres armados quemaron vivos a comerciantes en sus negocios y asesinaron a familias enteras.
El senador Ahmed Zanna indicó que murieron 300 personas.