Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) mantienen secuestrados a al menos 50 civiles capturados durante un ataque contra un pueblo del centro de Siria, hace 10 días, indicó una ONG.
Los civiles fueron raptados en el pueblo de Mabuje, en la provincia de Hama, precisó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
El secuestro no se había dado a conocer con el fin de no perjudicar las negociaciones para la liberación de los rehenes. Pero estas fracasaron, explicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Diez rehenes, incluidas seis mujeres, son ismaelitas, una corriente minoritaria del islam chiita. Los otros 40 son sunitas, entre ellos al menos 15 mujeres.
"Se teme que (los yihadistas) hayan tratado a las mujeres como esclavas", aseguró Rahman.
Según él, los yihadistas secuestraron a los ismaelitas porque los consideran como "infieles", y a los sunitas, que comparten la misma confesión que el EI, porque cree que son leales a los ismaelitas.
En Mabuje, al este de la ciudad de Hama, conviven sunitas, ismaelitas y alauitas, otra rama del chiismo profesada por el presidente Bashar al Asad.
El 31 de marzo, el EI ejecutó a al menos 37 civiles en esa localidad, incluidos dos niños, "quemándolos, decapitándolos y disparando contra ellos", afirmó el OSDH.
Los grupos minoritarios suelen ser blanco de los ataques de los yihadistas en Siria, sobre todo los chiitas, a los que califican de apóstatas, pero también los sunitas que se alejan de su interpretación extremista del islam.
El EI secuestró a grupos de kurdos y cristianos asirios en el país, así como a miembros de la minoría yazidí, en el vecino Irak.