Arguyendo “razones personales” y aprovechando el ajuste de gabinete que realiza el gobierno a fin de año, el ministro de Educación de Chile, Felipe Bulnes, renunció, en la segunda dimisión del titular de esa cartera en cinco meses.
"En el día de hoy, el presidente ha aceptado la renuncia a sus cargos de los ministros de Educación, Felipe Bulnes, y Agricultura, José Antonio Galilea", señaló el portavoz oficial, Andrés Chadwick.
Bulnes, quien antes se había desempeñado como ministro de Justicia, había asumido el 18 de julio pasado en reemplazo de Joaquín Lavín, ex alcalde de Santiago, cuestionado por los estudiantes por sus vínculos con una universidad privada.
Tras cinco meses en el cargo, Bulnes renunció por "razones personales", explicó Chadwick. Los mismos motivos esgrimió el ministro de Agricultura.
Bulnes será reemplazado por Haral Beyer, ingeniero comercial y experto en temas de educación del privado Centro de Estudios Públicos (CEP), mientras que el cargo del ministro Galilea será ocupado por Luis Mayol, hasta ahora presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y propietario de varias firmas agrarias.
El ministro Bulnes se reunió apenas en dos ocasiones con los dirigentes estudiantiles, que cortaron el diálogo por considerar que el gobierno no tenía intención de avanzar en las reformar propuestas.
Los estudiantes, que iniciaron sus protestas en abril, buscan acabar con el sistema heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que redujo a menos de la mitad el aporte público a la educación y fomentó la inclusión de los privados.
Según analistas, Bulnes habría renunciado debido al poco espacio que tenía para negociar con los estudiantes, que ya anunciaron continuarán con sus protestas el próximo año.
Su reemplazante en el cargo, un académico de larga trayectoria, fue inicialmente bien recibido por los dirigentes estudiantiles, aunque advirtieron que más que un cambio de ministro se hace necesario un cambio en la posición del gobierno.
"Es una persona que se ha preocupado por la educación, que ha estudiado el tema y tiene una posición, por lo que vamos a tener las ideas más claras", comentó Gabriel Boric, nuevo presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), la más importante del país.
"Esperamos que el profesor Beyer, ahora ministro, llegue empoderado con la facultad de cambiar la lógica del gobierno por la educación", agregó.
"Nadie puede negar que el nuevo ministro tiene mucha preparación técnica, pero ahora la gran pregunta va a ser si puede equilibrar eso con un adecuado manejo político", señaló por su parte, Noam Titelman, presidente de Federación de estudiantes de la Universidad Católica.
Los estudiantes chilenos realizaron el jueves pasado sus últimas maniestaciones de 2011, año marcado por ocho meses de protestas estudiantiles, algunas de ellas las más masivas de las últimas dos décadas en Chile, realizadas bajo lluvia, nieve o a pleno sol.
En total, se realizaron en Santiago más de 40 marchas estudiantiles, algunas de las cuales llegaron a reunir a más de 100.000 personas, entre cánticos, bailes y ambiente de carnaval.
El reclamo estudiantil, en un país que tiene uno de los sistemas educativos más segregados del planeta, despertó una amplia adhesión ciudadana, y en contraste, desplomó la popularidad del presidente Sebastián Piñera, que ha respondido a las demandas estudiantiles con una serie de proyectos de ley que mejoran parcialmente el sistema pero que no resuelven los temas fundamentales.
AFP