Luego de casi cuatro meses desde que comenzó el Gran Pacto Agrario en el país, las posiciones divergentes continúan. De un lado el Gobierno Nacional asegura que se ha avanzado en un 23% del cumplimiento del acuerdo y a su turno el campesinado insiste en que esos anuncios son distractores, mientras la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, sostiene que los resultados van muy lentos.
En una orilla está el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, quien continúa un recorrido por el país socializando los alcances y el desempeño de Pacto y con más de 200 miembros de agremiaciones campesinas, realizará el martes en Montería un encuentro de análisis, reflexión e identificación de propuestas de los diferentes sectores productivos agropecuarios del país.
Algunos de los temas que se tratarán en el encuentro serán componentes productivos, tierras y bienes públicos, institucionalidad y una visión general del Pacto Agrario, precisamente algunos de los que han causado inconformismo en el campesinado.
El jefe de la cartera ha enviado información sobre los mecanismos, metodología y guías para el desarrollo de las agendas con los Consejos Departamentales Agropecuarios (Consea) y los Consejos Municipales de Desarrollo Rural (CDMR), que son los espacios donde se jalonarán en las regiones las propuestas para construir el Pacto.
El jefe de la cartera de Agricultura recientemente se mostró complacido por la respuesta de los dirigentes de la región para participar en este proceso. “El Pacto por el Sector Agropecuario nos permitirá construir una política pública para la ruralidad colombiana, que tenga en cuenta las necesidades de las bases campesinas, los gremios y todos los actores del campo", dijo en su momento.
En desarrollo del Pacto Agropecuario se han recogido en total 532 propuestas de todas las regiones del país, en donde se han realizado foros y cuestan, potencialmente, 3 billones 700 mil pesos hasta la fecha.
“El Pacto Agropecuario se está alimentando de las bases y definitivamente será mandatorio para los próximos años en la construcción de Política Agropecuaria y para la ruralidad colombiana”, indicó el Ministro de Agricultura.
Campesinado
Para el líder campesino y vocero de la Dignidad Campesina, César Pachón, el Pacto Agrario es en realidad una cortina de humo del Gobierno para distraer a la opinión pública sobre los resultados del paro agrario.
“Lo que pasa es que el Gobierno se inventó el pacto agrario para desviar la atención de la negociación del paro agrario. Nosotros firmamos carta del paro agrario el 6 de septiembre, y ellos colocaron fecha del pacto agrario el 12 de septiembre”, puntualizó.
El pacto agrario no concibe lo que son TLC, insiste, ni importaciones “sino que se refiere a tierras de la gran empresa multinacional, cuando en este momento para todos estos baldíos está nuestra gente campesina haciendo fila en el Incoder y no les dan su pedazo de tierra, al cual tienen derecho los que fueron desplazados o por alguna razón no la tienen. No son atendidos y buscan cómo darles a las grandes multinacionales un pedazo de tierra de los baldíos de Colombia”.
En su opinión, en el pacto enfocan la agricultura a gran escala sin que tengan en cuenta que más del 90% de agricultores es minifundista o microfundista y no tiene la capacidad para desarrollar una agricultura de estas, agregó.
“Nosotros sostenemos la seguridad y la soberanía alimentaria del país, somos quienes cada día le ponemos el desayuno, el almuerzo y la comida a cada colombiano, por lo tanto somos importantes así seamos pequeños productores. Si el gobierno enfoca así pues va a descuidar la seguridad alimentaria que la sostenemos los pequeños”, afirmó.
Por ejemplo, “hay un proyecto en Puerto Gaitán que es traer 1.500 vacas de Uruguay para producir el 20% de la leche del país. Resulta que nuestra leche llega a muchas casas, pero a la vez es la caja menor de nuestros hogares. De lo que nos pagan la leche cada ocho días, con eso hacemos mercados, mandamos los niños a estudiar, compramos los insumos para fumigar los cultivos y demás”.
Puso otro ejemplo como que “si no tengo cómo producir o salgo a vender y pierdo todo o me quitan lo de mi sustento diario que es la leche automáticamente aumentará el conflicto social. Con la gente ahora nos estamos desplazando hacia las ciudades porque en el campo no nos dan garantías, y a qué nos vamos a la ciudad, a engrosar las filas de desempleo”.
Explicó que la solución no es poner un policía en cada esquina si cada día se aumenta la inseguridad en las ciudades. “Mientras no solucionemos los problemas del agro, que lo vemos como la empresa que es, pues cada campesino es una empresa porque compramos insumos, tenemos obreros, sacamos un producto terminado. Si se mirara a cada campesino, son miles de microempresas que se van a desarrollar en el campo y de ese modo sí habrá paz en Colombia”.
Asegura que en el posconflicto, luego de lo negociado en La Habana, habrá unas complicaciones como que las personas que están en las filas de la guerrilla son de vocación campesina, “les darán su pedacito de tierra y vayan y trabajen, pero cuando ellos salgan a vender el gobierno les pone la competencia con el producto importado y no le garantiza a uno como campesino o a cualquiera, que cuando salga a vender saque los costos de producción y algo digno”.
Para Pachón, cuando salgan a vender pueden perderlo todo, pues si una persona que acaba de dejar las armas se ve en esa situación sin garantías, volverá a tomar las armas.
Mientras no haya protección al agricultor en Colombia, pues aquí no habrá paz, ni posconflicto serio, agrega.
Al ser preguntado por el avance del 23% de cumplimiento por parte del Gobierno, insistió en que “el pacto agrario va enfocado a la agricultura a gran escala y a acabar con los pequeños productores como somos nosotros, va a seguir apoyando a las importaciones”.
Pachón hizo énfasis en que siguen las deudas con los bancos y que la reforma a la Ley 302 de 1996, que se tramita en el Legislativo, no surte efectos.
“Esta semana a los congresistas no nos dieron quórum y el proyecto lo aplazaron, en él estaba concebida la compra de cartera de la banca pública y la privada por parte del Gobierno, para las deudas de pequeños y medianos. Los senadores de las comisiones terceras conjuntas no dieron quórum para votar”, añadió.
Reiteró que siguen importando comida y, por ejemplo, la costa vive inundada de cebolla, papa, arveja y fríjol importados.
“Los abonos siguen costosos, plaguicidas y si compro un bulto de abono vale 80 mil pesos y con los países que nos pusieron a competir los compran a 30 mil pesos. Eso hace que producir un kilo de comida en Colombia salga al doble o al triple de caro de producirlo con un país de esos”.
Posición del gremio
En opinión del presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) y del Consejo Gremial Nacional, Rafael Mejía, el Pacto Agrario está funcionando muy lento.
“Empezaron a intervenir el ministro de Trabajo en municipios y departamentos, el ministro de Agricultura que es nacional, el ministro del Interior, eso es lento pero en teoría está funcionando.
La semana entrante tengo una reunión con el viceministro de Agricultura para mirar en qué más podemos ayudar. Hemos presentado documentos e iniciativas pero eso le corresponde liderarlo al Gobierno”, sostuvo.
Respecto a lo dicho por Pachón sobre catalogarlo como un distractor del paro, Mejía argumentó que “eso no es cierto, acuérdese que el político Pachón que ahora vemos como candidato a la presidencia buscando listas de Senado y de Cámara, que está en todo su derecho y lo respetamos, tiene que entender que los 160 compromisos que tiene el Gobierno con las diferentes dignidades, unas fueron de acción inmediata, otras están en proceso y otras son mucho más complejas”.
Sobre la compra de papa de parte del Gobierno, el presidente de la SAC anotó que “ha sido un desastre y se les advirtió”.
Es una iniciativa del Ministerio del Interior y, adujo, lo que ha hecho es bajar el precio de todos los productores de papa del país, dar papa regalada en sitios donde había proveedores y cultivadores tradicionales, como es el caso de Antioquia.
Otro problema es “tratar de imponer papa en sitios donde no se consume como la Costa Caribe, San Andrés tengo entendido que estaba tratando de despachar papa. En la Costa se come ñame y yuca y no tanta papa”.
En cuanto a los posibles desaciertos del Gobierno con el Pacto Agrario, manifestó que no llevan las cuentas puesto que es una responsabilidad del Gobierno, “no mantenemos un listado para chequear si lo hizo o no. Es una responsabilidad que adquirió el Estado colombiano, no un ministerio específico”. Suponen y asumen que lo están cumpliendo.
Ahora, “cuando entra el factor político para llamar la atención y buscar votos es muy complejo de saber si la evaluación que hacen diferentes dignidades, en todo su derecho, es correcta o no”.
Al consultarle si se va por el camino correcto aseveró que “depende de qué llamamos el camino correcto y la SAC ha dicho desde antes del pacto agrario, que hay que buscar entre el gobierno del presidente Santos y el sector privado y los que quieran adherirse a una política agraria de Estado para Colombia que no existe”.