“El secuestro bajó un 9 por ciento”, debido principalmente a que “los secuestros ejecutados por las Farc a partir del mes de febrero” descendieron en un 76 por ciento “durante el periodo comprendido entre enero y septiembre de 2012, con relación al mismo periodo del año anterior”.
Así lo consignó el más reciente informe Balance de Seguridad Nacional, elaborado por el Centro Seguridad y Democracia, de la Universidad Sergio Arboleda, bajo la dirección de Alfredo Rangel.
“Es de resaltar que Bogotá es de lejos el lugar con mayor crecimiento y concentración de los plagios. Así mismo, la delincuencia común se ubica ahora como el principal responsable de los secuestros en el país”.
“Al igual que en sus primeros trimestres, sigue siendo preocupante el balance de seguridad cuando está finalizando el 2012”, consideró el informe.
“Analizado el periodo enero-octubre, con relación al año anterior subieron de manera inusitada las acciones de sabotaje de la guerrilla contra la infraestructura económica, los retenes ilegales, las acciones terroristas y la extorsión, al tiempo que descendió de manera abrupta el número de desertores de los grupos armados al margen de la Ley. El homicidio prácticamente se mantuvo igual, con un muy leve descenso. En contraste, descendieron el secuestro y los ataques contra la Fuerza Pública”, precisó el documento.
Retenes
Según el informe, “los retenes ilegales de la guerrilla aumentaron un 151 por ciento, y representan la cifra más alta en los últimos cinco años. Las Farc ejecutaron el 74 por ciento de esos retenes ilegales, aumentando un 124 por ciento en comparación con el año anterior. Es una evidencia de la expansión de la presencia territorial de este grupo guerrillero. Lo corrobora el hecho de que departamentos que no registraron el año anterior retenes ilegales, en el presente año sí los padecieron. Estos son: Cesar, Sucre, Risaralda y Guajira. Así mismo, también hubo importantes aumentos de esta práctica delictiva en Antioquia, Nariño, Norte de Santander y Cauca. El 40 por ciento de los retenes fueron ejecutados en los departamentos de Nariño, Norte de Santander y Arauca”.
Para Seguridad y Democracia, “el incremento de estos retenes es un síntoma inequívoco de la expansión o la consolidación de la presencia guerrillera en el país, del aumento de su capacidad de atemorizar y controlar a la población, y de la merma en la capacidad de neutralización de estas acciones por parte de la Fuerza Pública. Adicionalmente, estos retenes en algunos casos reflejan y en otros anteceden a un incremento de la acción extorsiva contra civiles y empresas de las regiones donde se realizan, así como aumento de emboscadas y hostigamientos contra la Fuerza Pública para consolidar la presencia territorial de los grupos irregulares”.
Ataques contra uniformados
Según el Ministerio de Defensa Nacional, los hostigamientos, las emboscadas y los ataques a instalaciones por parte de la guerrilla se incrementaron en el periodo. En efecto, según dicho Ministerio los hostigamientos se incrementaron un 13 por ciento, siendo, según sus cifras, el más alto número de los últimos 7 años, exceptuando el año 2009, y triplicando el número de estas acciones que se presentaron en el año 2008. Así mismo, las emboscadas de la guerrilla aumentaron en 48 por ciento, que corresponde al más alto número de los últimos 9 años y triplica las ocurridas en el año 2007. Finalmente, los ataques contra instalaciones también crecieron 54 por ciento, las más numerosas en los últimos 9 años y es 10 veces las que ocurrieron en el año 2007.
Los ataques de los grupos irregulares contra la Fuerza Pública descendieron a nivel nacional en un 31 por ciento, pero aumentaron 125 por ciento en Norte de Santander y un 13 por ciento en Antioquia. En general, las Farc bajaron sus ataques en un 24 por ciento, mientras que el Eln lo hizo en 55 por ciento. Las modalidades más frecuentes fueron las emboscadas, seguidas de los hostigamientos y los ataques contra instalaciones militares y policiales. En orden de afectación, los departamentos de Cauca, Norte de Santander, Arauca, Antioquia y Nariño concentraron el 73 por ciento de los ataques de la guerrilla contra la Fuerza Pública. El número de bajas de la Fuerza Pública descendió este año un 22 por ciento con relación al año anterior, siendo el menor número de bajas de los últimos diez años, exceptuando el año 2008.