El número de muertes a causa del consumo de bazuco se redujo el año pasado a 34; en 2012 fueron 44; entre 2008 y 2011 el promedio fue de 75 personas al año. Así lo reveló un informe de la Secretaría Distrital de Gobierno.
La drástica reducción obedece a la estrategia emprendida por la administración de la Bogotá Humana, que tiene como uno de sus pilares fundamentales los denominados Centros de Atención Médica a Drogodependientes (Camad), a través de los cuales la administración distrital ofrece a esta población servicios de medicina, odontología, psicología y trabajo social.
En estos centros son atendidas personas en situación de riesgo y exclusión social por altos niveles de dependencia a las drogas, así como aquellas vinculadas a actividades delictivas asociadas con el consumo (expendio de drogas, enfermos mentales a causa del consumo de sustancias psicoactivas, entre otros).
“Desde que comenzó el gobierno de la Bogotá Humana se asumió un desafío: garantizarle sus derechos a los habitantes de calle consumidores de bazuco, mediante acciones integrales, que nos permitieran, respetándolos, reducir el consumo y, consecuentemente, los niveles de violencia”, anotó Hugo Ernesto Zárrate, secretario de Gobierno.
Por su parte, Rubén Darío Ramírez, director del Centro de Estudio y Análisis de Seguridad y Convivencia (Ceacs), adscrito a esta Secretaría, señala que las estadísticas incluyen la realización de estudios propios y análisis de información suministrada por otras entidades gubernamentales, que le permite a la administración distrital la toma de decisiones en la materia.
En el caso del consumo de bazuco, la dependencia a su cargo realizó una encuesta con 500 habitantes de la calle consumidores de bazuco, la cual mostró que 20% de los dependientes a esta sustancia psicoactiva se considera agresivo. Otro 34 por ciento confirma la estrecha relación entre el consumo y diferentes hechos de violencia.
“La encuesta deja en evidencia que la conflictividad, el delito y el bazuco tienen una relación directa, por lo que una estrategia integral de atención a los adictos reduciría los índices de violencia en la ciudad”, precisó Ramírez.