Continúa la polémica sobre quiénes están a favor de tomar este lapso de descanso y oxigenación de los estudiantes, previo a finalizar el calendario escolar o quienes argumentan que es una fecha en la que no ha con quién dejar a los niños en casa
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Termina una nueva semana de receso en los colegios del país y sigue la polémica sobre si este lapso de descanso sirve o no, debido a las críticas porque en algunos casos los padres de familia no tienen dónde dejar a sus hijos, aunque hay quienes defienden dicha medida al ser tomada como un tiempo para oxigenarse previo a la finalización del calendario escolar.
A través del Decreto 1373 el Gobierno Nacional ordenó en los establecimientos de educación preescolar, básica y media del país incorporar en su calendario académico cinco días de receso estudiantil, en la semana inmediatamente anterior al día feriado en que se conmemora el descubrimiento de América (12 de octubre).
Aunque dicho decreto lleva varios años cumpliéndose en el país, el proyecto de ley 140 de 2015 presentado por el representante a la Cámara del Partido de la U, Efraín Torres, busca modificar la Ley General de Educación y flexibilizar el calendario escolar, agregando jornadas complementarias y/o formativas durante esta semana de receso estudiantil, iniciativa que según conoció EL NUEVO SIGLO no tuvo éxito y se hundió en la legislatura pasada.
Torres argumentaba que “lo que se busca con este proyecto de ley es acabar con la semana de receso de una manera obligatoria, eso quiere decir que los padres que no pueden tener la posibilidad de tener a los hijos en esta semana, cuando no tienen vacaciones, pueden enviarlos a actividades lúdicas, o deportivas, o adelantar las materias. También los colegios podrían recibir a los niños en esta semana”.
Así mismo había indicado que en su iniciativa se presentaron muchos obstáculos, “se han convocado algunas audiencias, hemos recibido varios comentarios, pero son los colegios, porque de pronto interpretan que tienen que gastar más en esta semana. Los profesores a quienes les daban una semana de receso, pues lógicamente van a estar en contra de esta ley. Pero muchos colegios toman esta semana para capacitación y para otros temas, creo que más que todo es la manera de organizar el calendario educativo y darles oportunidad a los padres que no pueden sacar a los niños de vacaciones que tengan la posibilidad de asistir a otro tipo de actividad. Hay personas que dicen que el colegio no es para cuidar los niños que son su responsabilidad, pero para ello están las vacaciones de junio y diciembre”.
Por su parte, el senador Senén Niño, del Polo Democrático, argumentó que “este es un proyecto de ley que indudablemente no le sirve a la educación, a los niños, ni a nadie, porque pretende llevar los niños, no a laborar sino a que los atiendan en las instituciones educativas con otro tipo de tareas que no son las pedagógicas, las curriculares. No puede ser que las escuelas y los colegios de Colombia se conviertan en una especie de guarderías sobre cuidadores de niños”.
Tiempo para oxigenarse
A su vez, EL NUEVO SIGLO consultó con el decano de la Escuela de Educación de la universidad Sergio Arboleda, Juan Sebastián Perilla, quien afirmó que “Colombia es uno de los países donde más estudiamos horas presenciales en los colegios, duramos mucho tiempo con los estudiantes sentados en las aulas de clase, los mejores países con los mejores desempeños como Finlandia, etc., estudian 4 horas al día y el resto es simplemente trabajo independiente, pero nosotros todavía no tenemos esa cultura porque lo que aseguran en países más desarrollados es que no salen a descansar por descansar, sino salen a hacer actividades de formación, lo que aquí nosotros tenemos es un déficit muy grande para que los estudiantes salgan a actividades de formación independiente, por eso nos sentamos todo un día en el salón de clases a guiarlos en la formación, las semanas de receso no se usan para profundizarse sino simplemente para desconectarse de los temas”.
Perilla explicó además que “hay que tener en cuenta que los estudiantes tienen en las universidades 16 semanas de clases, que son muy pocas, por lo que cada semestre deja de ser de seis meses y se convierte en cuatro meses, así que en las universidades tener una semana de receso es algo problemático porque evidentemente resta mucho tiempo para alcanzar todos los objetivos de las asignaturas, como las universidades tienen el sistema de créditos, los créditos deben ser por cada hora presencial, más o menos dos horas de trabajo independiente y a veces las semanas de receso en las universidades hacen que no se pueda cumplir a cabalidad todo el tema de las horas presenciales, pero la mayoría de universidades lo que hace es denominarlas como semanas de trabajo individual y no de receso, justificando que en esa semana se trabaja en el sistema de créditos para la relación de 1 hora presencial por 2 de trabajo independiente y así se justifica bastante bien ante el Ministerio”.
“En los colegios la diferencia es que cumplen casi 11 meses de clases al año y no existen los créditos académicos, por eso cuando se habla de semana de receso en los colegios es mucho mejor vista porque los estudiantes salen a vacaciones en diciembre-enero, pero a mitad de año los de calendario A tienen muy pocas vacaciones que son cerca de 2 a 3 semanas y es bueno que salgan a la semana de receso para oxigenarse y dedicarse a hacer otro tipo de actividades por el tema que tienen diseñado”, agregó el experto en educación.
El decano Perilla concluyó que “para los colegios de calendario B no tienen ningún problema. Evidentemente las semanas de receso funcionan muy bien para los colegios que tienen una organización académica bimestral porque permite romper entre bimestre y bimestre, aunque los que trabajan trimestre a veces hay colegios que no logran hacer una buena planeación y queda la semana haciendo ruido entre semana y es problemático, pero en general para los colegios es bastante bien porque permite oxigenar la gran carga de actividades que allí tienen”.
Por lo pronto, habría que esperar si dicha iniciativa retoma fuerza argumentando que “es una semana donde el padre decide si la toma o no. Hay mucha gente, padres de estratos 1, 2 y 3, los que trabajan y solamente tienen vacaciones en diciembre por espacio de 15 días, y no es el jefe o el patrón”, según lo expone el representante Torres.
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