Lunes, 2 de Enero de 2012
Este fue el discurso de posesión pronunciado en la Plaza de Bolívar por el nuevo alcalde de la capital del país, Gustavo Petro.
Quiero agradecer en primer lugar la presencia de la ciudadanía en esta plaza, dueñas de la ciudad de Bogotá, su juventud sin la cual no hubiera sido posible A la juventud sin la que esto hubiera este evento, este día. A los invitados aquí presentes, al doctor Angelino Garzón, vicepresidente de la República, a Monseñor Rubén Salazar, Arzobispo de Bogotá, al Mayor General José Roberto León, subdirector general de la Policía Nacional, al brigadier general Gabriel Hernando Pinilla comandante de la decimotercera brigada del ejército Nacional, al doctor Andrés González Díaz, Gobernador de Cundinamarca y su señora, al doctor Álvaro Cruz, Gobernador de Cundinamarca electo, al brigadier general Eduardo Martínez, con quien trabajaremos conjuntamente la política de seguridad en la ciudad por ser Comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, a doña Nidia Quintero de Balcázar, presidenta de la Asociación Solidaridad Por Colombia y su esposo Gustavo Balcázar, a los miembros del Cuerpo diplomático acreditado en Colombia aquí presentes, a las Fuerzas Militares de Colombia, a los honorables congresistas, a los honorables concejales de Bogotá, miembros del gabinete distrital saliente y entrante, a los miembros del movimiento por el cual fui elegido, el Movimiento Progresistas, a los compañeros periodistas que llevan décadas de trabajo conjunto, representantes de los medios de comunicación, obviamente a mi familia, a mi mamá, a mi papá, a mi esposa, a mis hijos.
Empezamos algo que será indudablemente un enorme reto y una durísima tarea dadas las circunstancias, la complejidad de los problemas que tenemos que afrontar. Cuando en nuestra campaña electoral colocamos, pusimos una frase como eslogan fundamental, como objetivo fundamental “Bogotá Humana Ya”, no lo hicimos pensando simplemente en un eslogan, sino en un propósito real que queríamos construir y queremos construir a partir de hoy en la ciudad.
Bogotá Humana Ya nos remite necesariamente a la tesis de hacer del centro de la política pública y de la administración el ser humano, complejo hablar de este tema, décadas, siglos de filosofía, del pensar precisamente humano, no nos permitiría ahora profundizar que significa exactamente la construcción de seres humanos en la ciudad de Bogotá, como una prioridad de la política y de la administración, un cambio completo de paradigmas de lo que entendemos qué es el Estado, qué es la Política, quizás si podríamos hablar por lo menos de una faceta de la construcción del ser humano en la ciudad de Bogotá, la construcción de la capacidades del ser humano, capacidades que comienzan en primer lugar por la capacidad de vivir en la ciudad , en el territorio, ¿tenemos asegurada la vida en el territorio?, la respuesta no es afirmativa, la capacidad de vivir en primer lugar , nos lo ha dicho la naturaleza en los últimos meses, en los últimos días, con asombro para muchos, con crueldad para otros, esa naturaleza simplemente nos ha gritado que la capacidad de vivir en el territorio, Bacatá como la llamaban nuestros antiguos ancestros, depende en primerísimo lugar del agua, el agua hace un año, ya pasado, construimos la tesis de la revolución del agua y de la necesidad de la gobernanza del agua quizás de una manera un tanto innovadora que es eso de meter en un discurso público y político un tema como el agua.
El agua es el sinónimo de la vida, las civilizaciones antiguas de este territorio supieron convivir con el agua, nosotros la ocultamos, la pavimentamos, la ensuciamos, construimos la ciudad de espalda al agua y hoy el agua recupera sus espacios, una revolución del agua vivimos en aquel entonces, implementada ahora no sólo en el discurso sino en la realidad misma de la política pública de la ciudad. El concepto de la gobernanza del agua nos demanda una serie de propósitos inmediatos, uno de ellos aprobado por Naciones Unidas: el derecho al agua, objeto alguna vez por algunos sectores de la sociedad colombiana de burlas, pensando que íbamos a entregar gratuitamente el agua, no entendieron que la humanidad entera, a través de un proceso de concertación de 140 naciones diferentes, escrito en el estatuto de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y elevado a esa categoría de derecho esencial, el derecho al agua. Nosotros queremos, creemos y vamos a hacer el esfuerzo por volver realidad la ciudad de Bogotá de cara al mundo, el derecho al agua , que significa en primer lugar que un consumo mínimo vital, indispensable para vivir, que no debe ser comercializado, que no puede ser presa de un mercado de rentabilidades y de precios , porque sería como colocar en el mercado mismo la esencia de la vida lo que tiene que ser un derecho fundamental en nuestra ciudad.
El consumo mínimo vital, seis metros cúbicos que por derecho, fuera del mercado debe ser gratuito, que no significa que no nos cueste, sino que significa que el ser humano por ser humano, por estar vivo tiene derecho a ese consumo.
Adelantó ya el Concejo de Bogotá en la actual administración, las opciones jurídicas que permiten que en este año y es nuestra decisión, en el estrato más pobre de la ciudad, ojalá podamos algún día olvidar la palabra estrato, eso que llaman el estrato uno, sociedad de castas, obtenga de forma inmediata el consumo mínimo vital gratuito como el primer paso fundamental para conquistar el derecho al agua. Nuestros encargados del agua en la ciudad estudiarán para que el año entrante este derecho, este consumo mínimo vital ya no solamente se focalice, se localice en el estrato uno, sino que pasemos decididamente a extenderlo a lo que llaman en la ciudad de Bogotá el estrato dos de la población.
La gobernancia del agua no es sólo el derecho al agua, es también su respeto, respetar el agua, darle derechos al agua, no solo obtener derechos del agua , esto nos lleva a otra tesis fundamental que debemos implementar inmediatamente en la ciudad: ordenar el territorio alrededor del agua. Hace unas semanas vimos que la ciudad, en su sector más bajo se inundaba, no se inundaba con las aguas del río Bogotá, se inundaba con las aguas de las alcantarillas por haber construido por debajo de lo debido, responsabilidad que asumió el Estado
(Interrupción de la hija menor de Gustavo Petro)
Las nuevas generaciones van a ser más revolucionarias que las nuestras.
Ordenar el territorio alrededor del agua significa liberarle los espacios al agua , significa que esos barrios que se construyeron debajo de la cota no debieron construirse ahí, significa que esos barrios que se construyeron sobre humedales no se debieron construir allí, significa que esas calles que pavimentan y ocultan las quebradas no se debieron construir ahí. Uno de los primeros elementos de este ordenamiento del territorio alrededor del agua es liberarle los espacios al agua, y para poder liberar los espacios al agua necesitamos una política de redensificación de la ciudad completamente diferente a la que hoy tenemos. No queremos ver más procesos de renovación urbana como el que existe a dos cuadras de aquí, o el que ocurrió una cuadra abajo de aquí, o allá en San Victorino, tres cuadras abajo, en donde a los pobres se les sacaba del centro de la ciudad a precios de estafa por parte del Estado para poder hacer grandes proyectos inmobiliarios, excluyendo a la población tradicional. Jairo Aníbal Niño mu
rió por uno de esos procesos que llaman los teóricos gentrificación, pero que consiste simplemente en que le pagan a un pobre le pagan 350 mil pesos el metro cuadrado a dos cuadras de esta Plaza de Bolívar y después venden a 27 millones de pesos el metro cuadrado cuando se trata de centros comerciales o a cinco o seis millones de pesos el metro cuadrado cuando se trata de soluciones inmobiliarias.
Esa renovación urbana no es la que queremos. Liberar el espacio del agua significa que sin desplazar a la población, revitalizando urbanamente para que más personas puedan vivir en el centro, puede más gente vivir al lado del agua, al lado del centro ampliado, vamos a densificar la ciudad a través de un proceso de revitalización urbana que no excluya al pobre, lo que significa otro gran reto, que la vivienda de interés prioritario que no es la de interés social que es para más pobres, gente más excluida de la que hoy accede a la vivienda de interés social no se construya allá al lado del río Bogotá para que las aguas negras de la ciudad lo inunden , o no se construya como está sucediendo sino que pueda construirse en la ciudad ya construida, un enorme reto de construir 72 mil viviendas, 18 mil por año, dentro de la ciudad construida que acerque al pobre a la condición de salir definitivamente de la pobreza, viviendo más cerca de los círculos de las transacciones, de los mercados, de la actividad productiva,
que por ser productiva es la única que realmente genera la riqueza y puede sacar de la pobreza.
Descubrir y proteger el agua significa que la primera prioridad de la ciudad de Bogotá , dada la reforma ya aprobada por el Congreso de la Ley de Regalías que nos permite por primera vez participar de ellas, tener proyectos alrededor de ellas, la primera prioridad de esos recursos , que siendo nacionales, derivados de una actividad minera generalmente persé depredadora, puedan ir en el caso de la ciudad de Bogotá, en nuestra primera prioridad, al agua, por eso nuestro primer proyecto de regalías, nuestra prioridad es el que se denomina el proyecto de los tres páramos, ese dinero que estamos sacando del petróleo vendido y del carbón, Y que ayuda a calentar el planeta y a destruirlo lo queremos aquí en Bogotá auspiciado por Bogotá un proyecto regional el de proteger el agua e los 3 páramos, el páramo de Chingaza, el páramo de Sumapaz, allí se irán por parte de la voluntad bogotana los primeros recursos que esta ciudad recogerá del fondo que de antaño se llamaba de regalías.
Queremos que la descontaminación del rio Bogotá no se siga cobrando sobre las tarifas de acueducto y alcantarillado de la ciudad. Democratizando ese costo que es obligatorio porque si queremos descontaminar el rio Bogotá pero que tiene que pasarse de acuerdo al poder de contaminación que en diferentes sectores de la sociedad bogotana tienen sobre el rio, por eso propondremos un modelo diferente de financiación del actual proyecto de descontaminación del rio Bogotá. Tendremos paralelamente un proyecto de estímulos tarifarios para las comunidades barriales industriales productivas comerciales que adelanten por sí mismo con sus propios recursos la construcción de micro plantas de descontaminación del agua para lo cual la ciudad les estará agradecido y es agradecerá a través de un fuerte programas de estímulo tarifario para las comunidades que decidan adelantar la construcción de las plantas de descontaminación del agua de sus cercanías.
Haremos de las normas urbanísticas una prioritaria todo edificio que se construya nuevo en la ciudad, barrio revitalización urbana utilizara de ahora en adelante las aguas lluvias en la propia edificación. Y haremos un proyecto que busque visibilizar las aguas naturales escondidas en el proceso de construcción de la ciudad. Capacidad de vivir a través del agua, también capacidad de vivir a través del aire obvia razón no podemos vivir como seres humanos aquí sin aire y en este terreno también tenemos que adelantar una serie de propuestas concretas desde el primer día de gobierno uno de ellos relativo a la arborización de la ciudad para el cual convocamos a la comunidad a hacer la arborización de la ciudad.
Hoy en manos del Jardín Botánico no alcanzan los recursos ni su personal humano para una arborización definida en la ciudad, queremos entregarle ese proyecto, esos planes, esos recursos a la comunidad misma la ciudadanía misma puede lograr una arborización de la ciudad. Pero nada lograríamos en relación a la purificación del aire sino habláramos de transporte el vehículo eléctrico, en los últimos meses de moda en los medios de comunicación, propuesto en nuestro programa, le solicitamos señor vicepresidente a su gobierno que a través del congreso tramiten una ley de extensiones tributarias tanto de IVA como de aranceles para la importación de vehículos eléctricos que lo abaraten respecto a los vehículos de consumo de gasolina en la ciudad o en el país y será obligatorio y quiero subrayar estas palabras para todas las empresas que hoy se mueven alrededor de las zonas integradas de transporte público, alrededor de las rutas del Transmilenio y de otros modos de transporte público masivo que el remplazo de los buses se hagan en buses híbridos la mitad eléctricos o en algunas circunstancias mitad a gas para que podamos realmente dar un paso definitivo en un aire más limpio que nos dé capacidad de vida en la ciudad de Bogotá.
Debería decir que la capacidad de vivir de la ciudad no depende solamente del agua, no solamente depende del aire depende también de los seres humanos, depende de la seguridad, palabra en los últimos años, construida en el discurso recorrida, criticada, discutida implementada desde diversas ópticas a veces priorizando la seguridad del estado por encima de la seguridad de los ciudadanos olvidando que el estado es solamente una apéndice de la ciudadanía ahora últimamente priorizando la seguridad de los ciudadanos y las ciudadanas por encima de la seguridad del estado es un concepto completamente diferente de seguridad, la seguridad de las elites es la seguridad humana pero que nos lleva en la ciudad de Bogotá a tomar medidas alrededor de su principio fundamental, el principio fundamental de la seguridad humana y la vida misma. Una política de seguridad que se trace matando no es una política de seguridad es una política de inseguridad no tiene más sentido la seguridad que no es sino alrededor de asegurar la vida a pesar de tantos enemigos que tiene. La seguridad asegurar la vida en la ciudad de Bogotá implica una serie de retos institucionales y de concepción.
De concepción porque la ciudad, la alcaldía, el distrito tienen unas funciones específicas que tiene que ver con la seguridad preventiva, lograr las condiciones para que no se cometa el delito y en primer lugar el delito contra la vida; la seguridad preventiva no actúa después del delito cuando ya es tarde cuando ya lo que opera es simplemente la presión la cárcel la justica incluso o la reparación de las víctimas como Carmen lo señalo hace unos instantes. El papel de la alcaldía es la seguridad preventiva y tras ese objetivo hoy por lo menos vamos a hablar de 2 temas en frases cortas por el tiempo, hemos decidido que se cree institucionalmente la secretaria de la seguridad en la ciudad de Bogotá para darle el peso institucional que este concepto fundamental alrededor de la capacidad de la vida debe tener en la arquitectura misma del estado y hemos tomado la decisión dentro de las diversas medidas preventivas que se tomaran en adelante una primera como jefe de policía que es el alcalde de acuerdo a la constitución se prohíbe el porte de armas las 24 horas en la ciudad de Bogotá.
Más que prohibir si la gente toma o no toma o baila o no baila en las noches abre o no abre una tienda creo que primero y lo examinaremos alrededor de las cifras está el prohibir los instrumentos que le permita a las personas matar a las otras personas y esos instrumentos en primer lugar son las armas del fuego que la ley permite tener, poseer de acuerdo a unas normas que yo no comparto porque nosotros le dijimos a Colombia en el 89 dejemos las armas, pero dado que la ley permite ello y no puedo contravenirlo si puedo asegurar que una cosa sea tener un arma y otra cosa sea portarla en las calles, en las discotecas en los buses en las esquinas en los parques quiero que la fuerza policial de la ciudad me ayude en esta tarea una vez sea expedido el decreto en unos meses lo evaluaremos estadísticamente alrededor del nivel del delito en la ciudad, la ciudad de Bogotá le grita al mundo porque este es un espacio libre de armas y que por lo tanto no lo vamos a portar.
Podríamos hablar como capacidad para poder vivir en este territorio de la salud haremos una rueda de prensa específica para expresar los criterios que alrededor del modelo preventivo en la salud vamos a profundizar en la ciudad de Bogotá pero permítanme hacer una digresión hacia otra capacidad que es fundamental en la construcción de los seres humanos en la ciudad de Bogotá, no es solamente la capacidad de vivir sino al mismo tiempo que tenemos la capacidad de vivir tenemos que tener la capacidad de pensar. Lo decía Aristóteles lo que nos separa de la animalidad no es más que el pensamiento, el pensamiento es la cultura, pensamiento es la política con p mayúscula aunque he aprendido en los últimos tiempos por la toma mafiosa de la política a volverse animal y no humano. La capacidad de pensar es sustancial a la construcción de os seres humanos y en esta materia en donde nos hemos acercado más que nunca a un consenso en la ciudad de Bogotá entre sus diferentes fuerzas políticas y sociales quiero adelantar unos temas de implementación inmediata la revolución educativa, la capacidad de pensar sin pensar en la educación no es posible.
La ciudad ha hecho unos esfuerzos indudables en la educación pública pero creo que es el momento de plantearnos de verdad una revolución educativa. La revolución educativa en la ciudad de Bogotá tiene un primer inicio fundamental a veces poco discutido a veces invisibilizado pero fundamental sin este no podemos adelantar la capacidad de pensar en la sociedad bogotana es la pensión integral de la niñez, entre 0 y 5 años. Mi niña Antonella que tiene 4 años logra tener una nutrición adecuada y puede entrar a procesos educativos a través del juego y del amor Antonella podrá tener la capacidad de pensar garantizada de su vida futura, yo como padre tengo la obligación moral ética hasta el último instante posible de garantizar que mi niña entre estos 6 y 5 años en donde se forja el cerebro el corazón pueda tener ese tipo de educación y nutrición para garantizar su vida futura. Debe decir la ciudad de Bogotá lo mismo respecto al conjunto de niños y niñas que habitan la ciudad de la misma edad de Antonella.
Nuestros recorridos por tantos barrios y lugares por tantos años en la ciudad de Bogotá nos responde con hay un déficit de 160 mil niños, las cifras a veces son discutidas, que no tienen ni nutrición que no pueden forjar ni su cerebro ni sus tejidos, no tienen educación y tienen un amor parcial, el desafecto los y las inundan mientras nosotros tengamos 360 mil niños y niñas sin una atención integral la mayoría de ellos hijos de mamas solas abandonadas por decidía del padre por falta de educación, la ignorancia acumulada nosotros no tendremos una sociedad en paz nosotros no saltaremos a hacia una sociedad del conocimiento.
Yo hago mis cuentas cuando tengo que ver por el estudio de Antonella y de mis otros hijos que salen abultadas en lo que gasto mi dinero, si hiciéramos las cuentas como ciudad de lo que costaría la atención integral de la totalidad de niños y niñas de Bogotá, y sobre todo a quienes no tienen esa atención hoy 360 mil, la cifra es billonaria, un billón doscientos mil millones de pesos al año, Bogotá tiene un presupuesto que puede acercarse dependiendo de su cupo de endeudamiento y de las transferencias de la nación que se reducen ceñir vicepresidente sobre el mal entendido en Bogotá, cuando olvidan que en Bogotá viven el mayor número de pobres de Colombia, en unas matemáticas fáciles pero absolutamente falsas, sobre la realidad social en Bogotá, un millón doscientos mil millones de pesos para atender a nuestros niños y niñas en su corazón y en su cerebro significan un compromiso tributario y presupuestal.
Esta es una invitación a un primer gran pacto ciudadano, Bogotá no es una sociedad moderna, democrática, de avanzada en Colombia, si no es capaz de cuidar la totalidad de sus niños, en su edad más importante y delicada y eso significa que tenemos que hacer una vaca como decimos popularmente para poder financiar esa pensión como una prioridad y esa vaca se llaman impuestos. Cuando cierto señor de clase media y a veces de más de clase media dicen ¡No Petro, no más impuestos!, cuando el señor poderosos dice no más impuestos, le está quitando el dinero para llevar la educación, el amor, la salud a 360 mil bebes, que es a donde queremos llevar prioritariamente el dinero de la ciudad de Bogotá.
Por acá comienza la revolución educativa, la política del amor es una política de la solidaridad y la solidaridad no es dar una limosna de vez en cuando, o salir a una marcha de vez en cuando o aparecer con un cheque en la televisión en Teletón, la solidaridad que cuando se tiene el ingreso se paguen los impuestos, porque es de los impuestos de donde sale el pacto social que permite darle la mano al débil, y entre los débiles de la ciudad de Bogotá, los niños y las niñas que no tienen con qué comer, que no tienen con que estudiar, que no pueden construir su corazón y su cerebro para que después alguien encopetado pro allí de corbata en un congreso o en una presidencia con un alto cargo del estado tenga que crear las leyes para condenarlos a las cárceles perpetuas, a la falta de libertad perpetua o quizás a la muerte. Esa es una política de seguridad también, pero de seguridad ligada a la vida, la atención integral de la niñez que ve en el jardín infantil su institución privilegiada, mil dijimos y son insuficientes, mil jardines infantiles para lo cual convocamos a toda la ciudadanía bogotana en el proceso participativo que vamos a iniciar en estos tres meses a que todos los lugares en sus barrios donde se ubicaran los mil jardines que darán el primer paso para la atención integral salud, educación y nutrición de la niñez bogotana; el derecho a la salud por tanto integral, derecho a la salud integral es que el pos contributivo no se diferencia del pos subsidiado, por subsidiado que tiene que ser llevado al contributivo, pero que en el caso de los niños no se limita al pos contributivo y en caso de atención en salud debe tener todo el procedimiento así este por fuera del pos contributivo, que la ciudad debe pagar para que el derecho a la salud sea un derecho real garantizado para nuestros niños y nuestras niñas en la ciudad de Bogotá.
La jornada única dentro de la revolución educativa, 10 colegios pilotos deben comenzar ya la jornada de ocho horas con jornada única, 10 por ciento de los cien colegios que podemos construir en la ciudad, la llamada alianza público – privada, tiene sentido, los invitamos a hacer fondos de capital, a que nos ayuden a construir 100 colegios en la ciudad, la ciudad de Bogotá a partir de hoy está dispuesta a cómpraselos a arrendárselos financieramente, con su rentabilidad media adecuada, pero queremos que esos capitales nos ayuden a construir la infraestructura educativa que es indispensable para saltar a la jornada única en la ciudad de Bogotá, para dirigir la educación pública hacia que el conjunto de nuestra juventud puedan estudiar ocho horas que significa cambiando métodos educativos, aumentar la capacidad del saber, del pensar, de fundamentar para la construcción del ser humano y de la Bogotá Humana en Bogotá.
Y qué decir del derecho de la educación superior está escrito en nuestra constitución quizás, que la educación superior es la que nos lleva a la frontera del saber humano, quizás quedo incompleto el concepto, Antonio Navarro, fue el presidente de la constitución en el 91, ahora nos acompañara en el gobierno,, quedo escrito de manera general el derecho a la educación, el derecho a la educaron implica el derecho a la educación superior, y el derecho a la educación superior es universal y gratuito o no es derecho, cuando un derecho se compra o se vende, el que no tiene como comprarlo no tiene derecho, pero deja de existir el derecho, como lograr que en la ciudad de Bogotá, podemos pasar definitivamente y decididamente a la construcción del derecho a la educación superior, sino por lo menos adelantamos dos grandes tareas inmediatas, el doce grado, señor vicepresidente la ley de trasferencias dice que si la ciudad implementa el grado doce se aumentan las transferencias; lo invito a que hagamos realidad esa ley, porque el grado doce en la ciudad significaría el segundo año de estudios de educación superior vocacionales en la totalidad de los colegios públicos de la ciudad de Bogotá y por tanto un paso decidido hacia convertir en realidad el derecho a la educación superior y gratuita en la ciudad de Bogotá.
Y el segundo elemento fundamental que nos compete como ciudad es la reestructuración a profundidad de la Universidad Distrital de la ciudad de Bogotá. Por qué tiene que aumentar su capacidad en términos de cursos, carreras, programas y de población juvenil que pueda estudiar allí, y para esto tenemos que hacer una cirugía drástica en su interior, voy a asumir la presidencia del Consejo Superior de la universidad de manera crítica y directa, sin intermediarios y vamos a buscar otra vez a través de las nuevas leyes, recursos que nos permitan tomar en arriendo o pagar la construcción de seis sedes de la Universidad Distrital en el occidente de Bogotá, la gran ciudadela universitaria de occidente estamos estudiando, déjenlo un poco ya veremos en Planeación y alrededor de la discusión del POT, si lo que hoy es los terrenos de la llamada ALO, no nos permiten al mismo tiempo de ser una línea de transporte Ferrero de Tranvía en el occidente de la ciudad, ser también gran un espacio para el uso institucional donde podamos poner allí colegios, sedes universitarias, hospitales, campos deportivos, zonas verdes en un gran cinturón que la ciudad ya contó en todos sus terrenos y que podríamos tener disponible no solamente para el transporte sino para la realización de resto que hoy llamamos la revolución educativa en la ciudad.
Gran autopista de carros, o espacio para estudiar, decisión que debe tomar la ciudad de Bogotá, ¿Qué es primero, el carro particular, o la universidad?, ¿Qué es primero el cemento por donde pasan las llantas, o el cerebro humano?, y hablando del cerebro humano y su capacidad de pensar, hoy en el siglo XXI, no se puede pensar sin la información, sin la comunicación, le dicen ahora modernamente las TICS, la política de TICS, (Tecnologías de la información y la comunicación), las tecnologías de la información y la comunicación son parte de un mercado, se mueven a partir del precio de la competencia de las rentabilidades, se mueven en el espacio global, compiten; pero las cifras indican que una gran brecha está apareciendo en el mundo, la brecha digital se llama; la capacidad de acceder a la información y al conocimiento, que se ha vuelto desigual y es una de las peores desigualdades que en las sociedades contemporáneas se está construyendo, decía Clara López, que el índice Gini ha crecido en la sociedad bogotana, el índice Gini quiere decir que ha crecido la desigualdad social en Bogotá, no podemos construir democracia con desigualdad social, y uno de los elementos fundamentales están en ese motor de crecimiento de la desigualdad social, es la brecha digital, es la imposibilidad de una capa inmensa de la población bogotana de acceder a la información, al conocimiento, a la comunicación, tienes información, tienes comunicación si pagas, y si no tienes con que, ¿Qué?, excluidos, no puede haber una democracia con exclusión, por eso hemos decidido abiertamente una nueva política que vea las llamadas TICS, como un derecho a la información, y al conocimiento y la comunicación en la sociedad bogotana, y ese derecho no es posible si no hacemos dos esfuerzo fundamentales, el primero es que en los lugares públicos, empezando por los colegios públicos exista la opción de banda anchas poderosa que permita sistemas inalámbricos si se quiere del Wifi, etc., públicos y gratuitos en la ciudad de Bogotá, y el segundo tiene que ver con la empresa de telecomunicaciones de Bogotá ETB, sociedad por acciones, la ETB es fundamental para garantizarle a la ciudad de Bogotá su derecho a la información y al conocimiento, y en esa medida le pido vicepresidente de la República, ahora que usted nos acompaña aquí, sabiendo que no son exactamente sus funciones, como vocero presente del gobierno nacional que se le permita a la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, la licencia que el gobierno nacional otorga para telefonía móvil 4G que permite la banda ancha en el teléfono móvil en la ciudad.
No permitan que las telecomunicaciones terminen en manos de un monopolio privado, nos iría muy mal respecto al índice Gini en la sociedad colombiana. Permitamos que comunicaciones e informaciones se vuelvan derechos y por tanto exista competencia sin que existan operadores privados, pero no nos eliminen el operador público que la ciudad de Bogotá, a través de casi un siglo ha construido de su propio pecunio y patrimonio. Es simplemente una firma una resolución, nosotros garantizamos la expansión de la tecnología móvil 4G igual que podemos ayudarle a la nación, usando los conductos de los gasoductos, de las torres de transmisión de energía eléctrica que la ciudad posee, en la totalidad del país, que también se conviertan en conductos de fibra óptica para llevar este derecho a la información y la comunicación a lugares recónditos de Colombia en donde Bogotá en su mano solidaria puede ayudar y puede ayudarle a la nación. Pero necesitamos de aliado al gobierno nacional junto a nuestra ETB y en otras materias.
Y finalmente les cuento que la capacidad de pensar también tiene que ver con la capacidad de investigar, de innovar, de crear. Y permítanme decirles que Bogotá no tiene realmente una política de innovación tecnológica, que nos lleva años luz la ciudad de Medellín en esos aspectos, sus Empresas Públicas de Medellín han sustentado con capacidad financiera un proyecto de innovación tecnológica que hoy es piloto en Colombia y que nos da lecciones, nosotros si queremos que las Empresas Públicas de Bogotá; telecomunicaciones, electricidad y acueducto, nos permitan también la fortaleza financiera en la ciudad y adelantar un fuerte proyecto de innovación tecnológica de creación en la ciudad, sobre unos ámbitos específicos por lo menos prioritarios.
¿Cómo es que la capital del segundo país más importante del mundo en biodiversidad, no la investiga? Aquí deberíamos tener ya el centro tecnológico pensando en laboratorio universitario, la economía y el Distrito para desarrollar importantes investigaciones en biodiversidad, porque esa es nuestra fuente de poder en el siglo XXI en el mundo.
Como es que siendo uno de los países con utilización de agua dulce per cápita más grande de la humanidad en tiempos del cambio climático, donde hay regiones enteras que amenaza con la posibilidad de escases, de sequía, de muerte por sed, no sepamos investigar nuestra propia agua, gobernarla hacer gobernanza, investigarla en la universidad del agua, ¿cómo es que al lado de la biodiversidad y del agua no exploramos no investigamos los temas del software de los audiovisuales y de la comunicación?
No puede sustentarse la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá financieramente, no puede sustentarse la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá sin el agua. No puede sustentarse la empresa de Telecomunicaciones de Bogotá sin el conocimiento de un software de comunicaciones, luego abrir estos escenarios de investigación financiados con las utilidades de estas empresas es esencial si queremos de verdad saltar a la sociedad del conocimiento, si de verdad queremos establecer en la ciudad de Bogotá, la opción de una mayor capacidad de pensar y por tanto de construir el ser humano.
Capacidad de vivir, capacidad de pensar, podríamos decir capacidad de moverse. Capacidad de moverse también es fundamental, y quiero hacer unas propuestas que ya están en la discusión pública, pero que tienen que ver con la capacidad de moverse en la ciudad de Bogotá. La apuesta fundamental es el transporte público masivo, no creemos que una ciudad de carros y de motos pueda ser sostenible en este territorio que llamamos Bogotá, que ese camino del carro particular y la moto no nos sirve nos mata no es el camino de la vida, y no porque vayamos a prohibir la moto o el sueño de tanto hogares de tener el carrito. Tenerlo es una cosa, usarlo inmisericordemente, usarlo irresponsablemente, usarlo intensivamente es otra cosa, igual que con el alcohol, en algún medio el otro día en campaña se hizo un espectáculo con esta frase; igual que el alcohol mata, pero no se prohíbe, la prohibición trajo efectos perversos para la sociedad humana, sino que se invita a educar en el consumo responsable de alcohol para quien prefiere este tipo de opción, y se ayuda a prevenir para evitar que se llegue a ese tipo de consumo que mata, igual el carro particular y la moto matan.
Igual que no podemos prohibirlos igual tenemos que llegar a un sistema desde lo público que eduque para hacer un consumo responsable de quienes quieren usarlo voluntariamente, y esto significa una alternativa que tiene que ser seria en la ciudad de Bogotá, si no podemos usarle responsablemente el carro y la moto nos vamos a quedar sin movimiento en la ciudad de Bogotá, o ya habrán los sectores ciegos que por mover un carro se les ocurre decir que hay que invertir en vías de tres o cuatro pisos, olvidando que el dinero que se invierte en este planeamiento es el que se tendríamos que llevar en leche en libros en educación y salud a los niños y las niñas de la ciudad de Bogotá.
No podemos asumir ese tipo de perspectivas en cuanto nuestra apuesta es lograr un transporte público masivo de calidad y humano en la ciudad de Bogotá, y esa apuesta implica una serie de medidas inmediatas, la primera de ellas dejar de pensar que el transporte público masivo es un solo modo, se nos ha vendido la falsa tesis de que es el bus, y resulta que el bus es apenas un modo importante pero un modo, moverse públicamente de manera masiva no solamente significa buses, significa instrumentos más poderosos, sobre rieles, eléctricos, indudablemente el Metro, pero también el Tren o Tranvía que es más barato y que ya era parte de la historia de la ciudad de Bogotá.
Significan métodos más dignos menos contaminantes, significa operadores que no solamente son privados que puedan acometer las tareas voluminosas de lograr en la ciudad de Bogotá, como en la ciudad de Medellín que también nos lleva una ventaja en este aspecto, podamos tener formas modales de transporte público, no solamente el bus no solamente el tranvía, no solamente el metro, sino modelos alternativos como la cicla y el cable, o incluso el derecho individual y voluntario a caminar que se lo debe garantizar la ciudad a través de una política de acercar el puesto de trabajo al puesto de vivienda.
Diferentes modos integrales de transporte que nos llevan a otro aspecto fundamental de la política de transporte en Bogotá, menores costos operacionales que abaratan la tarifa de transporte, acaban de elevarle 50 pesos al Transmilenio, no fue con nuestra opinión, pero yo creo que aquí tenemos que hacer el logro fuerte, bajar los costos operacionales significa erradicar por ejemplo la factura de rentas privadas en el transporte, no estoy hablando de ganancias, estoy hablando de ganancias extraordinarias, rentas que hoy ya no son necesarias, bajar los costos operacionales significa implementar la electricidad en la nueva flota de eso ya hablamos, construir economías de escala, otorgarle prioridad sobre el semáforo al bus y al peatón y no al carro particular, y construir muchas vías exclusivas a los buses y al transporte público masivo que no significa repetir lo que hicimos mal hecho en la 26, que debe dejar de llamarse 26 y tomar su nombre original que es el de Jorge Eliécer Gaitán, no podemos repetir esa hi
storia, no la de Gaitán sino la de la 26, por eso hay que cambiarle el nombre definitivamente y retomar el nombre real de la avenida, sino que vías exclusivas no significan altos costos de construcción, sino simplemente trazar unas líneas que impidan que el vehículo particular invada la vía exclusiva del bus dándole prioridad al bus de transporte público de tal manera que vamos a tener una certeza en la ciudad y es que el que se quiere mover más rápido y cómodo lo puede hacer si toma el bus y abandona en su casa el carro particular.
Pasamos a un nuevo modelo de financiación hoy la tesis en las últimas décadas en el transporte en Bogotá y en Colombia es que el pasaje paga la totalidad de los costos operacionales, por eso nuestro transporte es de los más caros de América Latina, incluso comparativamente con Europa o con los Estados Unidos del mundo desarrollado y lo que está ejerciendo ese alto costo del transporte público es que la gente se va a la moto o camina involuntariamente, sacrificando su existencia, nosotros tenemos que rebajar los costos para el ciudadano del transporte, lo que significa modo de financiación diferente, en donde van los pasajes sí, pero tienen que ir otros recursos, subsidio del estado para fiscalidad, señor vicepresidente disculpe que lo tome de interlocutor obligado, para fiscalidad usted que es un experto en esta materia significa que cada año que se aumentar el salario mínimo, sabrá usted que hay a un componente que se llama subsidio de transporte, subsidio del transporte que hoy se paga en dinero, hay ot
ros subsidios al transporte, nosotros queremos que ese subsidio al transporte se pague en tarjetas del servicio público masivo de la ciudad de Bogotá, y se le entrega a los trabajadores de la ciudad de Bogotá, de tal manera que los empresarios nos ayuden a financiar vía parafiscalidad ya establecida, el transporte público en la ciudad de Bogotá. Subsidio estatal tercer elemento de financiación que hoy no aparece en las cuentas que significa que de la tributación podamos pagar pasajes, y que lo podemos hacer en forma concreta en la ciudad de Bogotá si establecemos los cobros por congestión.
Y el parqueo de carácter y de transferencia pública de tal manera que el que paga por congestionar subsidie inmediatamente al pasajero que toma el bus público. Es una transferencia de (…) y quiero explicarla particularmente, cuando usamos un carro estamos generando unos efectos adversos y negativos sobre nuestro entorno contaminamos, si usamos una vía pública, podemos pagar algo, pero podemos pagar más y ese poder pagar más dependiendo de nuestra voluntad debe tener un destino, la persona que quiere ser el mismo que hoy maneje intensivamente el carro particular que tome el bus, es decir, si tomas el carro pagas, si tomas el bus, te pagan, ese es el modelo de financiación del transporte que queremos establecer en la ciudad de Bogotá, brindando una mayor capacidad en lo que llamaríamos la capacidad de moverse en la ciudad de Bogotá. Hay una capacidad, y concluyo porque ya me he extendido lo suficiente, la capacidad de decidir no se puede construir una Bogotá Humana Ya, no se pueden construir seres humanos, si a los serenes humanos se les quita la opción de decidir, esa es la opción fundamental de la libertad, el ser humano nos enseña que los seres humanos no viven sin libertad y que se hacen incluso matar por la libertad. La capacidad de decidir es el fundamento de la libertad, y es el fundamento de la democracia, por tanto, si queremos construir una Bogotá Humana Ya, esa Bogotá Humana Ya implica otorgarle la capacidad de decisión a la totalidad de la ciudadanía Bogotana. Queremos millones de ciudadanos participando plenamente en las decisiones fundamentales del Distrito.
Bogotá Humana Ya, es un proyecto radicalmente democrático, el proyecto democrático es plural, es diverso, es dialogante y es participativo si no, no es democrático; el proyecto democrático es profundamente solidario y es en eso en lo que específicamente consiste la Política del Amor, la Política del Amor es la política de la solidaridad y la política de la política de la solidaridad, de darle la mano al otro y la otra cuando ellos son más débiles que nosotros es el fundamento de la democracia, a partir de este instante, el plan de desarrollo, el presupuesto, el Plan de Ordenamiento Territorial, las tres decisiones más grandes que se toman a nivel Distrital serán participativos.
La ciudadanía, o las ciudadanías, en plural, pasarán de decidir cómo actualmente lo hacen sobre 150 mil millones de pesos al año, a decidir cada año sobre una cantidad de cuatro billones de pesos. Tanto cuantitativo sobre el presupuesto de 150 mil millones de pesos que generaban unos espectáculos formales cada vez más enclenques de participación decidiendo sobre 3 mil, 4 mil millones de pesos en localidades que son del tamaño de la ciudad de Bucaramanga, e incluso incumpliéndose a las decisiones populares; vamos a pasar a un esfuerzo de participación real sobre cuatro billones de pesos implica que en muchas localidades la ciudadanía convocada podrá determinar en qué se invierte el dinero de 300 mil de 400 mil millones de pesos por localidad.
La ciudadanía decidirá donde quedan los jardines infantiles, las obras locales de movilidad los servicios del hospital, decidirán sobre el colegio público, la ciudadanía tendrá poder sobre el transporte, la seguridad sus quejas podrán hacer caducar un contrato, la ciudadanía podrá configurar los procesos de revitalización urbana en sus barrios.
En estos primeros tres meses, desde hoy, se convoca a cabildos abiertos ciudadanos para decidir sobre el plan de desarrollo, el presupuesto y el Plan de Ordenamiento Territorial, los cabildos abiertos deben congregar un millón de ciudadanos y ciudadanas al menos de jóvenes en toda la diversidad de género, étnica, cultural política y sexual de Bogotá, los convocaremos a decidir. Nuestros aliados en esta tarea de construir una Bogotá Humana Ya, nuestro primer aliado es indudablemente definitivamente, la ciudadanía movilizada, consciente, participativa y organizada. Sin esta ciudadanía diversa no es posible construir una Bogotá Humana Ya.
Queremos que sea aliado de este esfuerzo el Gobierno Nacional, los queremos al lado de los cambios en la movilidad hacia el transporte sobre rieles y eléctrico que necesita la ciudad de Bogotá, los queremos al lado de nuestro esfuerzo por la atención integral a la niñez, lo queremos al lado de ETB, para lograr la licencia en comunicaciones móviles 4G, e impedir la configuración de monopolios privados en la comunicación. Lo queremos al lado de nuestro esfuerzo por restituir las tierras a las víctimas de la violencia que están en Bogotá y que como Carmen Valencia nos enseñó, es el mayor número de víctimas en Colombia, si la Ley de Víctimas que nosotros ayudamos a construir se va a volver realidad, se va a garantizar en Colombia, eso solo se hará si pasa su realización por la ciudad de Bogotá.
No queremos señor Vicepresidente, que tengamos aquí una Comunidad Embera de más de 2 mil miembros desplazados, que el 40% de sus integrantes decidan retornar, y que cuando hablamos con el Gobierno Nacional para financiar desde Bogotá su retorno con abogados para restituir sus tierras se les responde que no se puede porque allí hay un proyecto minero.
La ley de víctimas así no se podrá hacer realidad nosotros, la ciudad de Bogotá quiere realizarla, volverla una realidad porque sin la aplicación de la ley de víctimas no podemos hablar de paz, de reconciliación, si la víctima no se repara, si no se restituyen sus tierras, si no sanan sus heridas no se provoca el perdón y el perdón es la base de la reconciliación y la reconciliación es el otro nombre social de la paz, por tanto Bogotá afirma hoy su decisión de volver realidad la ley de víctimas de organizar las 400 mil víctimas que habitan en esta ciudad, la mayoría despojadas de sus tierras por poderes mafiosos y políticos, pero queremos la mano de la nación en este esfuerzo fundamental sin lo cual dentro de tres años o cuatro años no podemos decir que la ley de víctimas fue uno de los pilares fundamentales del cambio político y social en Colombia y de la construcción de la paz.
Queremos de aliado el capital privado, el programa Bogotá Humanan Ya, propiciará la aplicación de la ley de iniciativa privada recientemente aprobada por el congreso de manera decidida y profunda en los campos que les son coherentes, que nos ayuden a construir una Bogotá Humana Ya, esos campos tienen que ver con infraestructura educativa indudablemente sin que el Distrito pierda el control de la educación pública, tiene que ver con las infraestructuras en salud sin que el Distrito pierda la opción de un modelo productivo de salud que garantice el derecho integral a la salud en la ciudad de Bogotá. La infraestructura en comunicaciones de revitalización urbana que densifique el centro la infraestructura de transporte de riel y ecléctico, esas infraestructuras estamos dispuestos a comprarlas o tomarlas en arriendo financiero si el capital privado las construye con su debido nivel de rentabilidad para garantizar la básica estructural de Bogotá Humana Ya.
En las alianzas público-privadas se respetará la debida rentabilidad privada y se respetará también el interés general que guiará siempre, y de esto no puede caber duda, siempre las decisiones del poder público. Queremos que nuestro aliado sea la gente que siempre nos ha acompañado. En la lucha clandestina por la democracia que derrotaron el estado de Sitio, nuestra dictadura, que derrotaron la constitución de 1886 autocrática y antidemocrática, queremos que nos acompañe como aliado la gente que nos acompañó en la tendencia democrática del Polo o en las alianzas de nuevas ciudadanías que constituyeron el movimiento progresista, a sus jóvenes los queremos de aliados, verdaderos torrentes de victorias futuras, queremos de aliados, indudablemente, a los pobres a los excluidos y excluidas de la cuidad de Bogotá que acogieron nuestras banderas y con las suyas propias nos guardaron y nos preservaron, sin ellas no estaríamos vivos, a la cadena de los afectos la certeza del amor, a quienes murieron por la justicia y
nuestra libertad y a quienes sufrieron por nuestras propias acciones y decisiones y algunas vez Bolívar habló de un congreso anfictiónico, esa palabra anfictiónico del griego significaba un congreso de los pueblos, un congreso de las ciudades no de las naciones Bogotá convocará y aceptará a todas las causas democráticas a las que hoy una humanidad indignada llama. Aliada indudablemente mi familia, mi padre Gustavo que me enseñó a leer, mi madre Clara que me enseñó la rebeldía, mis hermanos Adriana y Juan mi madre clara exiliada, mi hermana Adriana exiliada, mi esposa amada Verónica, mis hijos Nicolás, Andrés y Andrea, Nicolás, Sofía y Antonella Petro, a todos ellos les pido la máxima humildad y gracias por acompañarme, gracias y Bienvenidas y Bienvenidos a Bogotá Humana Ya.