A pesar de culminar sus dos primeros debates en la Cámara de Representantes, no para la polémica por el proyecto que crea las zonas de interés de desarrollo rural, económico y social (Zidres).

El propósito de esta iniciativa en que insistió el Gobierno nacional ante el Congreso de la República es propender por el acceso a la tierra a campesinos pobres, pero con mejores niveles de productividad y crecimiento económico.

Estas zonas de desarrollo rural se ubicarán en regiones aisladasde los centros urbanos más significativos, y que por ende demandan elevados costos de adaptación productiva, tienen baja densidad poblacional y altos índices de pobreza, carecen de infraestructura mínima para el transporte y comercialización de los productos y, por sus características agrológicas y climáticas, resultan inapropiadas para desarrollar unidades de producción familiar que fomenten proyectos productivos que beneficien a los trabajadores agrarios sin tierra y que promueva la inversión de capital en el agro.

En este sentido, la iniciativa propone un modelo de desarrollo agrícola a través de proyectos asociativos entre empresarios y trabajadores agrarios, con o sin tierra.

Sin embargo para el representante a la Cámara por la Alianza Verde, Inti Asprilla, "esta es una contrarreforma agraria. Aquí nos quieren decir que es un proyecto de productividad. Eso es engañoso".

Agrega que “el proyecto pretende legalizar el acaparamiento ilegal de tierras en especial en la región de la Orinoquia”.

Según el Parlamentario se trata del “sexto intento del Gobierno por legalizar el acaparamiento de tierras, favorecer la extranjerización, eliminar requisitos para la adjudicación de baldíos y expropiar a campesinos que no cumplan con los parámetros productivos”.

Asprilla señaló también que “la presentación del proyecto fue realizada por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quién firmó como ministro de Agricultura Ad-Hoc, ante el impedimento del actual ministro Aurelio Iragorri por las denuncias del exrepresentante a la Cámara, Wilson Arias”.

Por su parte, el superintendente de Notariado y Registro, Jorge Enrique Vélez, explicó que "se busca que esas 2.900.000 hectáreas que se estipulará que serán zonas Zidres van a ser zonas de alta productividad donde van a permitir que la gente o trabaje independientemente o se pueda asociar, pero que la inversión va a llegar con tranquilidad porque hay la seguridad jurídica".

En tanto que el ministro Cristo dijo que "este proyecto encuentra el justo equilibrio  entre el desarrollo productivo y los campesinos. Ellos son los primeros que se van a ver beneficiados".

En materia de la ejecución de proyectos  productivos en territorios baldíos ubicados en las Zidres, el proyecto de ley establece que se podrá solicitar al Incoder o quien haga sus veces, la entrega en concesión, arrendamiento o cualquier otra modalidad contractual no traslaticia de dominio.

Según el superintendente Vélez, “la creación de las Zidres va a hacer productiva una zona que es absolutamente improductiva, como lo es la Altillanura, además se garantiza tierra para los campesinos que con la Ley 160 son a cinco años”.